ADOP. 21

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La música estruendosa hacía eco en todo el oscuro lugar, creando un ambiente movido en aquel club de media noche, haciendo sentir incómodo al omega quien sabía que aquel lugar muy alejado de su hogar.

Acomodó su ajustado short, sintiéndose incómodo y muy indispuesto por las luces titilante y la muy fuerte música, odiando el acúmulo de personas, impeliéndole encontrar con la mirada a su alfa, el cual se había marchado de su lado hace unos minutos, pidiéndole antes de irse que debía de quedarse ahí.

Se abrazó a si mismo con fuerza, repudiando con fuerza la latente sensación de que alguien lo estaba observando...

Suspiró cansinamente, recordando que él odiaba estos lugares, pero le fue imposible negarse cuando su alfa se lo pidió de manera tan bonita.

El omega sonrío dulcemente por un segundo, recordando los besos de su fuerte alfa, sintiéndose tonto por estar enamorándose cada día vez más, incluso si su madre le decía que era un error entregarse tanto al sentimiento del "amor" a una edad tan temprana.

-Kyungie, amor...-habló JungHee con una mueca inquietante que alarmó al omega, pasando su brazo por el hombro del omega y sosteniendo un vaso con algún líquido en la otra -debemos irnos, surgieron problemas.

-¿Problemas?- preguntó preocupado el omega, haciendo sonreír internamente al alfa, quien cambió su mirada a una más lastimera.

-Llamó mi padre y me dijo que mi mamá estaba cada vez peor...-habló fingiendo un tono de voz triste, colocando un mirada perdida, provocando estragos en el corazón del omega que tanto lo amaba- y lo peor es que no tenemos ni un centavo para comprar las medicinas.

-Oh JungHee, bebé...-habló lastimosamente KyungSoo, agarrando el rostro del alfa y dandole un corto beso en los labios, tratado de trasmitirle fuerza como su predestinado, o por lo menos es lo que él creía el iluso Omega- si puedo ayudarte o serte de ayuda en algo no dude en pedírmelo.

-¿Cualquier cosa?- preguntó con una sonrisa, tomando al omega de la cintura y acercándolo a él, dandole muchos besos a la vez de manera melosa, sintiéndose cumplido consigo mismo cuando obtuvo la afirmativa del dulce omega- ¿estarías con otro alfa por mi?- preguntó en un murmuro en el oído del omega, besando su cuello con intensidad.

KyungSoo abrió los ojos perplejos, creyendo por un momento que había escuchado mal las palabras del mayor...

-¿Q-Que?-preguntó con un nuevo nudo en su garganta- ¿estar con otro alfa?

-Si, bebé...-se alejó del cuello del omega, viendo directamente a los ojos del omega, tratado de que creyera en sus palabras- si tu haces eso me ayudarías mucho.

-¿¡Como te ayudaría en que yo haga eso!?- preguntó exaltado, sintiendo unas inmensas ganas de llorar. Si era un chiste el Omega no se lo perdonaría.

-Hay una persona, un alfa mas bien...-se corrigió rápidamente- que quiere conocerte y esta dispuesto a pagar una cantidad muy grande por tocarte un poco.

El omega vio de manera incrédula y en una mueca deformada a su alfa, no pudiendo creer como decía aquellas palabras de manera tan simple, dudando seriamente de si el alfa estaba en todos sus sentidos.

-¿Como puedes decir eso? ¿Soy acaso un objeto para ti?- preguntó indignado, a punto de largarse de eso lugar.

-Oh vamos Soosie...-dijo mientras lo atraía nuevamente a él y lo abrazaba desde la cintura- te juro que él solo quiere verte y tocarte un poco, nada que pase la raya...-explicó besando las mejillas del omega, haciendo sentir al omega su aliento a alcohol- si haces esto te lo agradecería como no tienes idea, ayudarías a mi padre y mi madre ¿acaso no quieres ayudarme? Amor.

El pelirrojo se separó un poco de su alfa, recibiendo con gusto los besos en su mejilla, produciéndole cosquillas en el corazón cada vez que usaba un apodo bonito en el y le daba besos que para él eran los mas verdaderos y dulces.

-¿Aceptas?- preguntó el alfa con una tenue sonrisa, usando su tono de voz más dulce, tratando con todas sus fuerza persuadir al iluso y enamorado omega- solo tienes que quedarte quieto unos minutos. Puedes cerrar los ojos y imaginar que soy yo, cuando menos te des cuenta ya todo habrá terminado.

***

La triste y helada lluvia golpeaba suavemente contra los cristales de la casa. Las nubes grisáceas se movían lentamente por el cielo, provocando un ambiente oscuro y lúgubre dentro de la la sala, la cual era acompañada de los incesantes gritos...

El pequeño omega de tan solo 18 años se sentó en el asiento de la ventana, haciéndose un pequeño ovillo, oyendo claramente la discusión que sus ambos padres tenían, sintiéndose culpable por ser el causante de esta.

-¡Te dije! ¡Te lo advertí! ¡Yo sabía que iba que esto iba a ocurrir!- gritó su padre sin cuidado alguno, no midiendo el hecho de que sus gritos se escuchaba por toda la casa- ¡desde que se presentó como un estupido omega yo presentía que iba a ocurrir algo esto!

-¡No hables así de nuestro hijo!- contestó la mujer alzando la voz, tampoco dándose cuenta de su hijo estaba escuchado todo- ademas yo no tengo la culpa de que haya ocurrido esto.

El pequeño niño apretó sus pierna contra su pecho, arañando con fuerza estas, sintiéndose tan incorrecto con su cuerpo y naturaleza.

-Ah es culpa mía entonces...-se hecho la culpa sarcásticamente- ¿no lo entiendes? ¡Acaba de arruinar todos mi planes! ¡Todo lo que tenía planeado para él se fue a la basura!

-¿¡Crees que no estoy enojada también con la situación!? Yo también tenía muchos planes para él...-gritó llena de impotencia, tratando de no alterarse tanto ante la situación- pero no hay que podamos hacer ya. Ahora hay que pensar cómo solucionaremos esto...

-¿Solucionar?- preguntó incrédulo el hombre- ¡no hay nada que solucionar! ¡El se va de esta casa, no pienso pasar por la humillación de que mi hijo haya quedado embarazado antes del matrimonio!

El omega cerró sus ojos, sintiéndose estupido, ingenuo y como un completo idiota. Apretó su plano vientre con sus manos, odiándose profundamente y sintiendo un increíble asco de si mismo.

-¿Que estás decidiendo? ¿¡Como te atreves a siquiera a pensarlo!? -vociferó con odio y dolor, sintiendo impotencia por las estupidas ideas de su esposo- ¡no podemos echarlo de la casa como si fuera un animal!

-¡Pues entonces que se vaya con el idiota que lo embarazó!- gritó a todo pulmón, haciendo retorcer en dolor el corazón del omega y entristeciendo a su lobo, quien solo aullaba y lloraba en arrepentimiento- tu elige, o se casa o se va de la casa y deja de existir para mi, no pienso ser parte de la mayoría de los padres incompetente que no supo educar bien a su hijo.

-¡Entiende de una vez! ¡No es tu culpa que esto haya sucedido!- gritó trancando de hacer entrar en razón al hombre exaltado.

-Tienes razón... no es mi culpa que esto haya sucedido- bajó la mirada para luego volver a mirar a los ojos de su esposa- ¡es TU culpa! Si no lo hubieras malcriado y defendido tanto, KyungSoo estaría en este momento estudiando en la cuidad, siendo un buen omega y dando el ejemplo de la buena educación que yo le di!

Ambos padres siguieron en su discusión, ignorando completamente el hecho de que el omega había abierto la puerta, listo para abandonar su hogar, sintiéndose completamente humillado y ultrajado, odiando cada minuto de aquella horrible y asquerosa noche en donde creyó cada una de las palabras de su alfa...

Ahora necesitaba vivir con él... necesitaba del alfa que lo metió en este problema.

𝐀𝐃𝐎𝐏 ||  𝙺𝚊𝚒𝚂𝚘𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora