ADOP. 30

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-Estoy harto de esto...-habló con la voz realmente rota, ya no pudiendo soportar aquel amargo sentimiento que estaba apresando con fuerza a su corazón- estas loco, no pienso continuar siendo cómplice de ti.

-¿Estando tan cerca del éxito decides echarte hacia atrás?- cuestionó mientras apretaba los dientes con fuerza.

-¡Esto no esta bien!-gritó, realmente arrepentido de todos sus inmaduros actos- ¡nada de esto estuvo bien desde un maldito primer momento!

-¿¡Y desde cuando te convertiste en alguien moralmente correcto!?- gritó y fulminó con la mirada al arrepentido pelirrojo- ¡tú accediste a ser parte de este plan desde el primer momento!

-¡Una cosa era apartar de JongIn a ese omega y otra cosa muy distinta es lastimarlo a él y a su cachorro, el cual no tiene nada que ver con esto!- demandó, tomando el brazo del más alto, tratando de hacerlo recapacitar.

-Ese maldito bebé es solo un maldito bastardo que se atrevió a seguir vivo luego de aquella golpiza- defendió su postura enojada como si tuviera toda la razón del mundo, haciendo sentir un amargo sentimiento de asco e impotencia al más bajo.

-Tu dijiste que esto pararía en cuanto JongIn se de cuenta del pasado de KyungSoo, sin embargo parecen más juntos que nunca ahora que ese cachorro está a punto de nacer.

-Y tú dijiste que ibas a deshacerte del omega aquel dia en el departamento de JongIn, sin embargo solo eres un maldito cobarde que se echó para atrás en el último momento.

Un silencio se hizo presente en aquella sala, ambos alfas cruzando miradas mordaces, sintiendo como sus lobos mantenían una pelea, gruñendo con fuerza en su interior.

De pronto el pelirrojo bajó la mirada, recordando aquel día que estuvo a punto de cometer un gran error. A unos malditos centímetros de colocar aquella almohada sobre el omega e impedirle respirar.

Pero algo dentro de él se quebró con fuerza, haciéndole temblar las manos hasta el punto de que las sentía completamente inútiles, incapaces de agarra aquella almohada y quitarle la vida al pobre omega y su pequeño cachorro.

¿Que culpa tenía el omega y el cachorro de que el alfa del que estaba tan enamorado no le correspondiera?

Ese día estaba tan asustado que corrió de aquel departamento, olvidándose la puerta abierta, queriendo desaparecer por un buen tiempo, en el cual pensó tantas cosas y comprendió que la única víctima de toda esta mierda era KyungSoo, quien solo había sufrido abuso tras abuso.

Y entonces comprendió que él era una basura que no merecía ni la más mínima misericordia...

¿Dañar al omega del que su mejor amigo parecía enamorado?

¿En que diablos estaba pensando al siquiera unirse al estupido plan de este alfa enfermo y psicópata?

-¿Sabes que?- preguntó con la primera lagrima corriendo por su mejilla, cansado de pelear con sus sentimientos y sentirse como la peor basura del mundo- estoy fuera de esto, ya no planeo ser parte de tus enfermos planes, esto no está yendo como tu lo prometiste y como yo quería.

-¿Y que querías?- interrogó con completa burla- ¿deberas creíste que mi hermano se fijaría en ti? ¿Que se enamoraría de ti de la noche a la mañana?- se carcajeó, haciendo bajar la mirada al alfa pelirrojo y haciéndolo sentir más estupido de lo que ya se sentía- por favor JunMyeon, sabía que manipularte sería facil, pero nunca creí que fueras tan ingenuo como para creer que un alfa como JongIn se fijaría en tu cobarde y asqueroso lobo debilucho.

-Eres un hijo de puta...-masculló con completo odio, queriendo tener en ese mismo instante una arma y acabar con la vida del alfa y la suya, pues luego de esto no se merecía nada más que eso- púdrete en el infierno, Kim Daehyun...

𝐀𝐃𝐎𝐏 ||  𝙺𝚊𝚒𝚂𝚘𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora