El alfa inhaló con fuerza una gran cantidad de aire y la retuvo en sus pulmones un buen rato, pudiendo sentir como sus propias manos temblaban por la anticipación de volver a ver al omega luego de todo.
Contó hasta tres y no pudo evitar pintar una sonrisa nerviosa en sus labios al sentir en el aire el dulce y tan relajante aroma de KyungSoo, el cual se mantenía suave y casi imperceptible a su olfato...
Suspiró y tragó el nudo lleno de nervios que comenzaba a crearse en su garganta.
Moría de ganas por ver a KyungSoo y juntos fundirse en un abrazo.
Moría por decirle lo orgulloso que estaba de él y felicitarlo por todo lo fuerte que había sido, y definitivamente moría por contarle lo hermoso que era el pequeño cachorro que él ayudó a nacer.
Pero...
También moría de miedo por lo que pasaría después.
Tenía un gran terror que KyungSoo decidiera irse muy lejos con su cachorro y él no pueda volver a verlos nunca más.
Porque por más que su estupido orgullo no le dejara admitir muchas cosas de su vida, debía aceptar con creces que aquellos pequeños ojitos negros, aquella sonrisa de encías rosaditas y aquellas mejillas abultadas lo habían flechado inevitablemente. Y cuando menos lo pensó, ya se encontraba imaginando un futuro con aquel cachorro en sus brazos, creciendo junto a KyungSoo bajo la seguridad que su lobo anciaba por darles...
Por eso se sintió morir de nervios cuando se le ocurrió pedirle al omega una petición muy personal...
Tenía miedo de como reaccionaría a su petición... pero muy dentro suyo sentía que esa la manera correcta de empezar las cosas con él.
Contó hasta hasta cinco mentalmente y se preparó rápidamente para volver a ver el rostro del que para él ahora era el omega más lindo del mundo.
Se preparó para volver a caer enredado en aquellos preciosos ojos y envolverse hasta su perdición en aquella sonrisa en forma de corazón que llegó a notar y que ahora hacia parte de las cosas favoritas de Kim.
Jaló la manija hacia abajo y entró a la clara habitación de hospital, pudiendo apreciar como el brillante sol se reflejaba en el fino cristal de la ventana y colaba su calida luz dentro de la habitación, dándole una sensación cálida y de esperanza al alfa asustado.Se adentró aún más y pudo ver como el omega se encontraba descansando con una expresión que el alfa no supo descifrar en el momento...
Suspiró pesadamente, intentando con todas su fuerzas ahuyentar aquel nerviosismo que lo estaba carcomiendo desde adentro.
Cerró la puerta detrás de él y se aproximó al omega con pasos lentos y algo torpes, intentando hacer el menos ruido posible para no despertar al omega de su descanso.
Se acercó a la camilla con sigilo y apreció ahí mismo el rostro del omega...
Se lo veía cansado, demacrado y muy desaliñado... sin embargo por alguna razón eso solo hizo hacerlo sonreír en grande, pues volver a ver al omega a salvo le hizo volver a sentir aquel pequeño pinchazo en su corazon, el cual hacía poner su mejillas rojas y sus nervios a flor de piel.
¿Eso era otro signo de que no solo había caído perdidamente por el pequeño cachorro?
Recordó al pequeño bebé y solo pudo reír como un tonto al volver a él aquellas imágenes fantacionsas en donde él cuidaba del aquel pequeño y experimentaba junto a él sus primeras palabras, sus primeros pasos y sus primeros días de preescolar.
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𝐀𝐃𝐎𝐏 || 𝙺𝚊𝚒𝚂𝚘𝚘
RomanceA.D.O.P (Asociación de omegas perdidos) Aquí puedes encontrar a todos aquellos omegas que sufrieron en vida lo que ni en muerte y pagando el peor pecado en vida deberían pasar. Omegas golpeados, humillados y incluso abusados por las personas que se...