24 de abril: Noche de escape.
El gran frio podía palparse con intensidad en el aire, las nubes no era de gran ayuda, trayendo consigo una pequeña llovizna que derivó en una gran tormenta, en donde los incesantes y estruendosos truenos hacían tititar de miedo al pequeño Omega cada vez que estos sonaban con fuerza en el extenso y oscuro cielo.
El omega cerró los ojos con fuerza, escuchando como los truenos eran acompañados de unos incensates golpes en la ventana por el intenso viento, angustiadolo, provocando que este desprendiera un amargo aroma, llamando la atención de JungHee, quien miró de soslayo al omega que se encontraba acostado en el suelo de una de las esquinas de la arruinada sala, sin tocar ni probar bocado del plato de comida que este le había dado, haciendolo sentir un pequeño piquete en su pecho al ver el demacrado estado del pelirrojo.
-KyungSoo, come, si no lo haces te desmayaras- Pausó un momento mientras le regalaba una mirada de advertencia- Y eso a ninguno de los dos le conviene- Agregó al final, posando en sus labios una sonrisa socarrona, refiriéndos claramente a los alfas que no podría atender si eso ocurría.
De pronto se escuchó como la puerta principal era tocada con insistencia, llamando la atención del alfa sentado en el sofá y del omega que miró asustado aquella puerta de madera, sabiendo que aquello significaba otra noche de sufrimiento en brazos de otro alfa que no era el suyo.
JungHee vio nuevamente a su omega, viendo como este mantenía una expresión devastada pero a la misma vez resignada en dolor.
Carraspeó, sintiendo nuevamente aquel piquete en lo más profundo de su pecho, recordando momentos de la secundaria cuando KyungSoo era el tierno chico que lo perseguía por el recreo y le insistía con dulces sonrisas que aceptara una pequeña salida con él al parque...
El alfa sacudió su cabeza, levantándose por fin del sofá, dispuesto a abrir la puerta del siguiente idiota que le pagara lo suficiente para pasar una noche con su bonito omega.
-HyunJae, habíamos acordado una hora específica para que vengas, ahora es muy tempran- -Pausó sus palabras al abrir completamente la puerta y ver con claridad la persona detrás de la puerta.
Definitivamente no se esperaba a la persona que se encontraría ahí, mirándolo con una mirada mordaz y llena de recelo.
-Señor Kim...-Balbuceó el alfa, viendo como el pelinegro mantenía aquel semblante autoritario y hostil- ¿que hace aquí?
El alfa mayor ni siquiera se molestó en contestar, empujando al alfa menor y entrando sin más dentro de la arruinada casa.
-¡Oye! No puedes hacer eso, está es mi casa...-Habló esta vez el alfa menor al pelinegro, viendo como este clavaba su mirada en el pobre omega que se encontraba en el suelo, quien lo veia con horror al reconocer aquellas facciones tan atemorizantes.
El Omega se reincorporó en su lugar rápidamente sintiendo como en su estomago se creaba un doloroso nudo lleno de angustia, haciendo llevar sus pequeñas manos por puro instinto a su abultado vientre, en el cual descansaba su futuro cachorro.
El pelinegro se acercó muy rápidamente, pateando con fuerza el plato de comida que descansaba en el suelo, haciendo temblar en demasía al pelirrojo, quien agachó la mirada al escuchar el fuerte gruñido que este le dio, indicándole sumisión completa, la cual su lobo obedeció por puro miedo al saber que aquel encolerizado alfa era el padre del cachorro que él estaba esperando.
Lo siguiente pasó demasiado rápido como para que el atemorizado omega pudiera procesarlo...
El alfa se acercó hasta el punto que sus alientos colisionaban entre si, pudiéndose percibir con simpleza la horrible mezcla entre alcohol y tabaco en su aliento, indicando que el alfa había tomado recientemente bastante alcohol y que no estaba en todos sus sentidos.
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𝐀𝐃𝐎𝐏 || 𝙺𝚊𝚒𝚂𝚘𝚘
RomanceA.D.O.P (Asociación de omegas perdidos) Aquí puedes encontrar a todos aquellos omegas que sufrieron en vida lo que ni en muerte y pagando el peor pecado en vida deberían pasar. Omegas golpeados, humillados y incluso abusados por las personas que se...