✨ Extra ✨

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(6 años después)

Pov JongIn:

¿Como debería de empezar todo esto?

Ocurrieron tantas cosas, tantos acontecimientos que ahora mismo no me alcanzaría el tiempo para explicar todo lo que he vivido en estos largos seis años.

El día que salí de aquella casa con mi pequeño en brazos fui internado en el hospital al igual que mi niño.

Recuerdo perfectamente como había sido separado de mis brazos y como tuve que aceptar a la fuerza a que nuestros caminos sean divididos por unas cuantas semanas.

Recuerdo de manera tan cruel como clavaban pequeña agujas en sus manitos y conectaban pequeños tubos a su naricita para suministrarle oxígeno por lo débil que los doctores determinaron que él estaba.

A pesar de los años, aún recuerdo cómo sus pequeños ojitos negros me miraban de una manera que lograba partirme el alma (más de lo que ya estaba) dando a demostrar lo asustado, débil y confundido que estaba.

Sus pequeña naricita se arrugaba en disgusto y sus pequeños ojitos se llenaban de lágrimas mientras me miraba por aquel cristal de la incubadora, pidiendo a gritos silenciosos que lo tomara en brazos y juntos nos fuéramos lejos, muy lejos a donde nadie más pueda volver a lastimarnos.

Sin embargo, ese día no corría con tanta suerte como lo creí, pues toda la fuerza que había recuperado al saber que mi pequeño estaba bien, se había ido de golpe, dejándome en un estado adolorido en donde los moretones, sangrandos, golpes y heridas abiertas me comenzaron a pasar factura y tuve que ser internado en terapia intensiva, en donde me enteré que la cuchilla que el psicópata de mi hermano me había clavado reiterada veces había destrozado el tendón de mi pierna y fisurado el fémur.

Pero claro, sin contar que descubrieron también que tenía fracturadas dos costillas del lado derecho, las cuales "rozaron levemente" con mis órganos y me producieron un leve sangrado interno, el cual que me hizo vomitar sangre por días.

Tengo recuerdos algo lúcidos luego de que me suministraron un poco de morfina para pasar un poco por desapercibido el dolor en mi cuerpo...

Pero a pesar de las agujas en mis muñecas, las constantes preguntas molestas de las enfermeras, el sin de número de pastillas que tuve que tragar a la fuerza y los molestos yesos en casi todo mi cuerpo no fueron ni un poco de todo lo que tuve que vivir y pesar, sin embargo, mi dolor desapareció completamente cuando un día como cualquiera por la puerta de la habitación apareció un hermoso omega de cabello rojo que ahora podría reconocer en cualquier lado o distancia.

Recuerdo que ni siquiera había sido necesario que abriera su lindos labios antes de que mi lobo saltara de la felicidad y regocijo y llenara la habitación de terapia con mi característico aroma cargado de miles feromonas.

Tal vez era la morfina o la inmensa felicidad que estaba experimentando que logró doparme más que cualquier pastillas de "felicidad", pero recuerdo de manera tan vivas como KyungSoo se acercó a mi y no me dejó decir palabra alguna antes de fundir nuestros labios en un beso tan cargado de tantos sentimientos que se sintió como la puta gloria en su mayor expresión.

Ese beso había logrado sacar de mi sistema cualquier tipo de dolor y arrepentimiento que había estado sintiendo en mi pecho y me produjo nuevos sueños en donde lo único en lo que podía pensar es que si debía morir el día de mañana, entonces pasaría esas 24 horas besando al hombre que más amo y cuidando hasta el último segundo al pequeño que ahora KyungSoo y yo sabemos que nos pertenece.

Con un solo roce de labios y un "Te amo, Kim JongIn" le fue suficiente a mi lobo para recuperar todas las fuerzas perdidas y acelerar lo que sería meses de recuperación.

𝐀𝐃𝐎𝐏 ||  𝙺𝚊𝚒𝚂𝚘𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora