|20| Ternura

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Kim Dan 

Había empezado su día con un dulce aroma de chocolate ingresando por sus fosas nasales.

Si bien, no había visto a Jaekyung a su costado, no era algo a lo que le dio mucha importancia, pero luego lo vio entrar con una bandeja de comida. 

Aunque no había preparado nada, no era un gesto propio de él llevarle el desayuno a la cama, por lo que lo agradecía. 

—- Buenos días —- dijo el pelinegro —- ¿Dormiste bien? 

El pelicastaño asintió un poco tranquilo, no iba a negar que le dolieron los ojos de tanto llorar. Pero en ese mismo instante se sentía bien. 

—- ¿Se te antoja algo más? —- preguntó el menor acomodando la bandeja en una mesita —- Puedo pedir cualquier cosa que quieras.

El mayor negó, tomando un trozo de pancake y llevándolo a su boca, disfrutando el sabor dulce que este tenía. 

No quería pedir nada por el susto que pasó el día anterior, Jaekyung se estaba comportando muy amable y no deseaba "malograr" su animo hablando de cosas para el bebé. Así que solo quedó callado.

El campeón del MMA, observó cada detalle en el rostro del más pequeño y suspiró. Tenía el presentimiento que le estaba escondiendo algo, eso... Solo le hacía tener un sentimiento constante de frustración, pues sabía que el omega no tenía suficiente confianza en él.

—- ¿Quieres salir a pasear un rato? —- preguntó este, intentando atinar cualquier cosa que el pequeño deseara —- ¿Quizás probar algún platillo?

El mayor subió sus hombros en símbolo de duda, no tenía ganas de nada. Solo quería descansar un poco, su cuerpo se sentía un poco más pesado que antes y necesitaba acostumbrarse. 

—- Quería... Uh —- las ideas se le iban, pero recordó el origen de su pelea anterior —- ¿Comprar cosas para el bebé? 

La mirada del pelicastaño cambió inmediatamente, sus ojos brillaron y sonrió instintivamente. 

"Ah, eso era" pensó el menor "Bueno, creo que era algo obvio"

—- Termina de comer y podemos averiguar algo —- mencionó el pelinegro. 

El mayor, continuó desayunando con más alegría que antes. Aunque internamente, dudó un poco. No debería bajar la guardia, debía cuidar cada acción que hacía y cosa que decía. 

No quería tener peleas nuevamente, lo mejor sería que sea cuidadoso con cada cosa que pasaba, sin exigir mucho ni hacer algo que moleste al menor. 

Suspiro un poco, tenía algo de enojo ante esa situación. 

¿Por qué debería ser el único que debía comportarse de manera perfecta? 

Cuando el que buscaba problema y era muy cambiante, era Jaekyung, no él. 

—- ¿Estás bien? —- preguntó nuevamente el pelinegro, cansándolo un poco —- ¿Te duele algo? ¿Te incomodo? 

"Si me incómodas" grito con enojo mentalmente "Lárgate y déjame comer en paz"

—- No —- contestó el pelicastaño —- Solo, quiero un poco de agua. 

—- Ah... —- dijo el menor -— Te traigo un poco. 

El pelicastaño asintió, pensando un rato justo antes de que "el padre de su bebé" saliera de la habitación. 

—- ¿Puedes traerme algo de chantilly? ¿O crema pastelera? —- preguntó Dan, pues solo quería estar un tiempo solo, debería pedirle algo más difícil pero no se le ocurría nada. 

El menor asintió saliendo con rapidez, no quería que el pelicastaño espere mucho tiempo.

Tan pronto este se fue, Dan suspiro con cansancio. Su corazón latía extrañamente, sin entender mucho la situación.

Los recuerdos que tenía de Jaekyung, indicaban dos cosas. 

Uno, que este se encontraba arrepentido por haberle hecho sufrir y haberse pasado con sus comentarios.

Y dos, que él nunca había pedido disculpas sinceras en su vida. 

Era algo extraño, pero pudo ver los recuerdos de su infancia. 

Contrario a lo que pensaría de una persona que se veía bien acomodada y con mucho dinero, solo encontró soledad.

Si bien, el pelinegro se disculpaba durante toda su infancia, intentando no enojar a su "padre" y obedeciendo en todo a su "madre"

En realidad, fue dejado por su verdadera madre con su padre cuando era un niño pequeño y vivió junto a su madrastra y hermanastro. 

Agachando la cabeza ante todas las personas que lo rodeaban, incluso los que debían servirle. 

Pero esas palabras eran más que simples falsedades, ni siquiera pensaba en que momento pero ya sabía que ante una mirada incómoda debía bajar la mirada y disculparse. 

Luego, en su juventud, decidió poner en orden su vida y largarse de esa absurda familia que solo le traía dolores de cabeza.

Logrando vivir como deseaba y nunca más ser ignorado ni insultado por una persona, sacando en parte la gran y complicada personalidad. 

Con esos recuerdos en mente, Dan solo suspiró un poco más. 

Quería odiarlo un poco, enojarse más con el pelinegro, pero verlo pensar tanto en disculparse de manera sincera.

Notar su corazón preocupado esperándolo, su mente nublada. Incluso recordó el dolor que este sintió y como tomó su prenda para tranquilizarse...

Era algo que claramente Jaekyung nunca se lo diría y sería muy gracioso de recordar en el futuro, además de darle algo de ternura. 

Aunque también recordando, se preocupó por si el bebé estaba bien, tocó levemente su abdomen y se sorprendió porque no sintió ningún dolor... Debería estar bien, ¿verdad?

Habían muchas preocupaciones en su mente para seguir pensando en Jaekyung, así que lo mejor sería terminar de comer y dedicarse a comprar cosas. 

La puerta, fue abierta rápidamente, asustándolo un poco. 

—- Te dije que te fueras, ¡maldita sea! —- gritó Jaekyung ingresando detrás de esa curiosa persona. 

—- Debes tener más respeto a tu padre, idiota —- mencionó la mujer, ingresando después de él. 

—- ¿Así que tú eres el omega embarazado de mi hijo? —- preguntó el pelinegro analizándolo por completo —- ¿Cuál es tu nombre? 

Las feromonas que rodeaban el ambiente lo tensaron un poco e hicieron toser, eran espesas, agrias y mucho... Mucho más imponentes que las de Jaekyung, demostrando que tenía poder.

—- Yo... Uh... Kim Dan —- susurro el pelicastaño tapándose un poco la nariz —- Ah... Sus feromonas —- dijo este sosteniendo un poco su cabeza, le dolía. 

—- Maldito viejo —- gritó Jaekyung —- Deja de emitir esas asquerosas feromonas. 

—- Tú, cállate —- contestó el mayor, haciendo más pesado el ambiente y logrando que el pelinegro cayera al suelo.


Continuará...

¿Primera impresión de los suegros?

Intercambio Corporal |Omegaverse| [JINX]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora