Marzo 2024, Ginebra, Suiza.
El aire comenzaba a cambiar, señal del cambio de estación que se avecinaba. Y aunque la primavera nunca había sido su estación favorita, agradecía un poco se retirara el frío.
Despertaba temprano, las cortinas blancas de la habitación entreabiertas permitiendo el paso de los primeros rayos de sol colándose hacia su cuarto le daban una sensación de paz y a la vez de melancolía.
Misma rutina diaria: preparar su Osfriesentee, un par de tostadas con mermelada, y huevos cocidos para el desayuno mientras leía las noticias, buscando con escrutinio cualquier pequeño indicio referente a su familia. Sentía su corazón acelerarse por la ansiedad de cualquier información no autorizada que pudiera aparecer en los medios, nuevos e infundados rumores o la enorme boca de su cuñado Ralph poniendo de nuevo su paz en peligro. Cómo lo aborrecía.
Al terminar procedía a ducharse, para continuar casi en silencio el resto de sus labores diarias.
-Sabine buenos días- habló Corinna casi en automático mientras se dirigía de nueva cuenta a su habitación.
-Cori- asintió Sabine con una ligera sonrisa. Sabine había sido agente, amiga y uno de los apoyos más grandes de Corinna durante ya más de 10 años.
-Por favor, no me pases llamadas hoy, ha sido una semana pesada, no tengo la energía para lidiar con nadie hoy.
-Ni si quiera de...- fue abruptamente interrumpida.
-Mucho menos de Ralph, no tienes idea de lo que me ha hecho pasar estos días.
-Sabes Cori, probablemente sea buena idea...
-De ninguna manera. Es mi última palabra.
Sabine decidió no insistir, sabía lo fácil que podía ser poner a su jefa de malhumor y últimamente no la pasaba bien. Había tenido que vender algunas propiedades familiares, sabía el enorme estrés bajo el que se encontraba y su cuñado solía incrementar todo esto con locas ideas que no llevaban a nada. La prioridad de Corinna en este momento era la recuperación de Michael, cómo hacía ya 10 años atrás.
Parte del día de Corinna consistía en atender a sus perros, sus caballos, practicar equitación... era este momento cuando en verdad se sentía libre, sentía que la velocidad la haría volar, podía escapar momentáneamente del encierro auto impuesto, el tedio y la rutina.
Y no es que no quisiera estar donde se encontraba actualmente, sino que le faltaba su mitad, "Mein Engel", cómo ella le llamaba.Al caer la tarde acudía a verlo, y lo sabía, en todos estos años sus sentimientos no habían cambiado, lo amaba tanto, se aferraba a su fe, a que un día volvería a ella, sin embargo, ya habían pasado 10 años.
Se sentó a su lado, Michael respiraba a través de un respirador, pero ella sabía que el la escuchaba, muchas veces los mismos doctores la alentaban a hablarle, pues las ondas neuronales de su ángel solían relajarse al escuchar su voz.Le contaba sobre su vida, lo mucho que Mick se estaba esforzando en su carrera como piloto, lo mucho que lo amaban y lo felices que estaban de estar con él.
¿Qué estaría sintiendo Michael Schumacher en estos momentos?
—————————————————————————
Hola, agradezco se tomarán el tiempo de leer este primer capítulo, aún falta mucho que recorrer en esta historia (pues si no! Apenas es el primer capítulo, duh!!!).
Agradeceré mucho puedan darme sus opiniones, si hay algo en especial que quieran incluya en esta historia pueden dejarme su comentario, siempre les tomare en cuenta.
Bienvenidas y bienvenidos sean a Second Life 🫶
ESTÁS LEYENDO
Michael Schumacher: A second life
FanfictionMás allá de la conciencia, existe una segunda oportunidad para seguir soñando. *Nota: esta historia es 100% ficticia creada desde la completa admiración y el respeto hacia todos los personajes que aparecen aquí. Para nada se busca ofender ni causar...