Más allá de la conciencia, existe una segunda oportunidad para seguir soñando.
*Nota: esta historia es 100% ficticia creada desde la completa admiración y el respeto hacia todos los personajes que aparecen aquí. Para nada se busca ofender ni causar...
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17 de Septiembre de 2012. Zurich, Suiza
Toto Wolff
Despierto a las 2 de la mañana, con los años debería ya haberme acostumbrado a este ritmo de vida sin embargo aún no lo logro.
Reviso rápidamente mi agenda, mantengo a la mano mis documentos, tomo mi maleta ya que mis asistentes se encargará de llevar mi computadora y equipo de trabajo, prefiero viajar ligero y en medida de lo posible delegar a alguien más estás tareas.
Me dispongo a salir de la habitación del hotel no sin antes enviarle un mensaje a mi esposa Susie, en esta ocasión no ha podido acompañarme ya que se encuentra Oxfordshire, trabajando en el desarrollo de las mejoras para Williams F1 el próximo año, la escudería que actualmente dirijo, es mi primer año como director de un equipo de fórmula uno y de la mano de Frank Williams he aprendido bastante, es un trabajo que me emociona, disfruto y podría hacer toda mi vida.
Llego al aeropuerto y me encuentro con algunos chicos de Williams, conocidos también de otras escuderías como Redbull, Mercedes, McLaren y Force India. No tardo en dar con mi asistente Julia quien se ha encargado de la logística de los vuelos entre otras cosas. Llegan también mis pilotos Pastor Maldonado y Bruno Senna, conversamos brevemente en la sala de espera mientras bebemos un café una vez que pasamos por los filtros de revisión, en esta ocasión nos dirigimos al Gran Premio de Singapur, quiero pensar que en esta ocasión alcanzaremos a sumar más puntos que en el pasado Gran Premio de Monza, donde sólo Bruno logró puntuar en la décima posición.
-Señor Wolff, disculpe creo que ha habido un error con los boletos- comenta Julia sacándome de mis pensamientos, no puedo evitar poner los ojos en blanco. No quiero lidiar con más problemas, ya que tenemos el tiempo encima.
-¿Qué pasa Julia?- pregunto evitando mostrar molestia, a todos nos puede ocurrir un error.
-Me parece que hubo una confusión con respecto a los asientos, observe- dice al momento que me muestra los boletos de primera clase de mis pilotos y el suyo, observó el mío y efectivamente, me ha tocado sentarme en un compartimento distinto al de ellos.
-¿Tan insoportable soy para ustedes que me mandaste a otra suite Julia?- bromeé un poco con ella sonriendo y mis pilotos se ríen un poco del chiste a la par de ella.
-Disculpe Wolff, no se como pudo pasar, revise mil veces mientras hacía la reservación, permítame ir a mostrador seguramente no habrá problema en que hagan el cambio, el avión viene prácticamente vacío y seguro habrá más compartimentos de primera clase que puedan asignarnos.
-No hace falta Julia, está bien, sirve que yo descanso también de ustedes un rato- le dije sonriendo de nueva cuenta y ella también sonrió un poco apenada.
No quería crear tensión en el ambiente por algo como un simple asiento en un vuelo, menos cuando esté duraría aproximadamente 12 horas y se avecinaba una carrera conocida por ser muy demandante y me parecía importante que todos estuviéramos relajados, concentrados y sin contratiempos. Me vendría bien un poco de calma y recuperar unas horas de sueño, sólo esperaba que en el compartimento de primera clase al que había sido asignado por error no fueran personas molestas, o mejor, que estuviera vacío.
