20. Sorry for party rocking

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Michael

El sol golpeaba mis párpados con insistencia, debía ser el medio día por que yo juraba haber cerrado por completo la cortina antes de ir a dormir. Hacía un poco de calor, por alguna razón me dolía el cuerpo, pero estaría bien está cama es muy cómoda aunque pensándolo bien tal vez debería prender el a/c.

Abrí lentamente mis ojos, no, no estaba en mi habitación, ¿pero qué mierda? Empecé a entrar en pánico, me encontraba sin camisa, al exterior a un lado de la alberca de la fiesta sobre un camastro, y debajo de mi estaba...

-¡¡¡¡ELIO!!!! ¿Pero que demonios pasó anoche?

—No papa per favore, no quiero ir donde la nona.— respondió de Angelis todavía dormido.

Me incorporé y en eso sentí una punzada en la cabeza,  náuseas también, debí haber tomado de más anoche.

—Elio ¡Elio! ¡Elio despierta!

—¿Eh? ¿Eh? ¿Papá?— dijo Elio aún entre dormido y despierto.

—Elio no tengo tiempo para tus cosas, ¿qué pasó anoche? ¡Oh por dios Elio cúbrete!— dije al momento que cubría mis ojos apartando la cara de Elio cuyas partes privadas estaban cubiertas por una de las elegantes servilletas del lugar a manera de pañal

—Vaya pero si tenemos aquí al mismísimo capitán Schumi, ¡ouch! Oye, ¿que pasó ayer?— dijo Elio al momento que se llevaba una mano a la cabeza haciendo una mueca de dolor.

Gire a mi alrededor, Stommelen, Palleti, Hubbert y Ratzenberger estaban tendidos cuál largos eran sobre las áreas verdes, había latas de cerveza por todos lados, Fangio recostado al pie de la alberca, Pedro abrazaba una botella de tequila vacía y dormía pacíficamente sobre un camastro con un sombrero de pirata puesto y adentro de la piscina había un flotante en forma de monoplaza color rojo y al fondo de la alberca... ¿era eso un sillón?

Fue entonces cuando percibí algo aún más extraño un sonido constante, ronco y rasposo que no cesaba me giré y a la izquierda tras un arbusto vi a un completamente dormido Gartner aferrado a un micrófono, roncando.

"No puede ser" pensé para mi mismo decepcionado, le quite el micrófono y al instante despertó.

—Jo, ¿estás bien?

Incorporándose con una agilidad impresionante dijo:—Hola Schumi, si gracias, un poco adolorido por dormir aquí, gracias por despertarme, ¡que buena fiesta! Me retiro a mi habitación.

—¡Oye espera!— Sin embargo Jo no esperó. —Elio por favor vístete.

—Pero así estoy más fresco— dijo juguetonamente para proceder a ponerse sus prendas que estaban repartidas por todo el jardín.

—Elio, es momento de ser serios, ¿recuerdas aunque sea un poco de qué pasó? ¿Sabes si..... pasó algo.... con nosotros?— vi confusión en su mirada y se quedó serio unos instantes para después sonreír como solía hacerlo.

—No Michael, creo que no, pero podemos averiguarlo— dijo con cierta duda que luego se transformó en seguridad.

—¡Scheiße!— dije molesto, avergonzado, sentándome sobre el camastro y hundiendo mi cara entre mis manos.

Poco a poco fueron levantándose uno a uno empezando por Pedro quien nos calmó diciéndonos que el era quien se había dormido al último y no había pasado nada entre nosotros lo cual nos calmó bastante.

Estábamos entonces Pedro, Hubbert, Ratzenberger, Stommelen, Hubbert, Fangio, Elio y yo tratando de reconstruir la noche:

Aparentemente hubo un punto donde nos quedamos sólo los pilotos en el lugar y comenzamos a cantar en el karaoke, poco después se retiró Ayrton pues no quería desvelarse. Después del Karaoke todo se salió de control, pues seguimos tomando y todos nos batimos en un duelo de espadas con globos alargados que había en el lugar jugando a los piratas (idea de Elio seguramente, pensé) y como resulté El Capitán del equipo vencedor todos empezaron a llamarme Capitán Schumi. En este punto se despidieron Bianchi y Palletti. De los Mercedes y Williams nadie se acordó pero en ese momento ya no estaban.

Michael Schumacher: A second lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora