9. Broken Down Shell

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Toto

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Toto

Willi me miró y con eso me bastó para saber cuál sería mi papel en todo este asunto. Y no sería agradable.

—Toto, voy a necesitar que me acompañes, todos aquí ya tienen información suficiente sobre el plan pero hay algunos puntos que me gustaría verificar contigo, ¿vamos?- habló Willi amable pero firme.

Asentí y me levanté de mi asiento para seguirlo a un pequeño salón contiguo, y aunque pensé que los demás estarían extrañados o querrían saber que asunto se traía entre manos Willi conmigo, nadie rechistó ni dijo nada sino que continuaron en lo suyo, lo cual agradecí profundamente. Únicamente Mick me observó curioso sin atreverse a hablar para después desviar la mirada hacia Ralph y seguir desarrollando el plan que Willi había trazado durante toda una tarde.

Willi cerró despacio la puerta tras de mí, noté cómo trataba de acomodar sus palabras mientras juntaba sus palmas a la altura de su boca y miraba hacia el suelo —Toto, esto es serio, quiero que me seas honesto, ¿cuál es la razón por la qué estás aquí?— dijo esto para después hacer contacto visual conmigo, francamente se veía preocupado.

Mantuve mi rostro inexpresivo mirándolo fijamente, creía saber a que se refería pero tampoco hablaría de más.

—Ya viste a Ralph, Willi. No tengo otra intención aquí más que proteger a Mick, es sólo un chico, cuando Jean me pidió venir supe que tendría que actuar para evitar que pudieran manipularlo y tomara una decisión de la que después pudiera arrepentirse— le solté como si fuera cualquier cosa.

—No Toto, ambos sabemos qué hay algo más.

—Willi! ¿Qué otra razón podría tener para estar aquí? Es mi deber cuidar a mi piloto de reserva, y sus intereses son también importantes para el equipo, debe sentirse apoyado después de todo lo que ha pasado— le eché en cara sintiéndome ofendido, esperando hubiera olvidado aquel pequeño encuentro desafortunado en el hotel, pero no, Willi Weber nunca olvida un detalle.

—Toto, se lo de Michael.

Ok, estaba atrapado, igual que aquella ocasión sólo que ahora no tendría salida ni nadie que viniera a salvarme. Y ahí estaba Willi mirándome de manera casi paternal y suplicante, pero no, no bastaría para quebrarme.

—No se de que hablas Willi— dije con cierto desdén desentendiéndome del asunto cruzándome de brazos mientras lo miraba de manera amenazante. —De no estar aquí estos hubieran destrozado al pobre Mick, ¿de verdad querrías eso?

—Me lo ha dicho ya, no trates de ocultarlo. No hago esto con intención de confrontarte Toto, se que haz hecho mucho por Mick, todos estamos muy agradecidos contigo por ello, incluso Corinna— dijo y comencé a sentir calor subiendo por mis mejillas.

—Verás, Michael dejó algo para ti Toto— dijo al momento que sacaba un pequeño sobre sellado de la bolsa oculta de su saco.

—Sólo quiero saber, ¿qué pasó exactamente entre tú y Michael?, no quiero que por alguna falla de comunicación terminemos arruinando este plan que hemos venido construyendo hace tanto— hablaba tranquilo, amable y con una expresión sincera pero ligeramente triste.

Michael Schumacher: A second lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora