Más allá de la conciencia, existe una segunda oportunidad para seguir soñando.
*Nota: esta historia es 100% ficticia creada desde la completa admiración y el respeto hacia todos los personajes que aparecen aquí. Para nada se busca ofender ni causar...
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Michael —James me divertí mucho hoy, gracias por invitarme.
Michael miraba como tonto ilusionado la pantalla de su celular, claramente podía ver que James se encontraba en línea.
James Hunt ☀️ —No es nada pequeño Schumi 😉.
Michael —Sin duda hay que repetirlo, ¿Qué harás por la mañana?
Mensaje visto, 23:44.
***
Michael Varios de los pilotos y yo habíamos decidido pasar una semana más en Melbourne, el siguiente fin de semana no tendríamos carrera y disfrutar del agradable clima y la playa no nos caería mal antes del gris y lluvioso clima en Susuka. Aunque teníamos algunas restricciones como no beber alcohol en público y estar en nuestras habitaciones a más tardar a las 11:30pm la cosa pintaba excelente.
Había hecho planes de ir a la playa a surfear con los chicos, conocer la ciudad y visitar una reserva natural, realmente me emocionaba convivir más con mis amigos y con alguien más también.
Michael —Hola James, quizá te quedaste dormido anoche, me preguntaba si quizás querrías ir conmigo y los demás a desayunar y pasear por la ciudad esta mañana, me encantaría que pudieras acompañarnos y tal vez escaparnos juntos un poco más tarde.
Lamentablemente la respuesta de James no llegó, recibió mi mensaje pero sólo eso, ¿acaso estaba ignorándome? Sentí que mi corazón se escurría entre mis manos, llegaba a mi conclusión, estaba comenzando a perder la cabeza por James.
***
Me reuní con los chicos en un pintoresco y casual restaurante a almorzar algo ligero, un par de tostadas con aguacate, huevos, pechuga de pavo y té negro.
Por fin Elio parecía volver a ser el mismo platicando anécdotas a Pedro y a Fangio, Jules sonreía escuchándolos. Más tarde se integraron Ratzenberger, Lauda, Stommelen, Paletti y Senna quien se sentó en silencio desaprobando con un gesto mi presencia a la mesa, pero saludando cordialmente para evitar tensar el ambiente.
Miraba constantemente la pantalla de mi celular cuando Jules lo notó:
—¿Esperando algún mensaje Michael?— susurró evitando que el resto pudiera escucharlo, no me había percatado del tiempo que llevaba así.
—Nada importante Jules— sonreí tratando de ocultar mi evidente decepción.
—Comprendo—Jules entrecerrando los ojos se limitó a decir, cambiando el tema uniéndose a la conversación de los demás.
