Más allá de la conciencia, existe una segunda oportunidad para seguir soñando.
*Nota: esta historia es 100% ficticia creada desde la completa admiración y el respeto hacia todos los personajes que aparecen aquí. Para nada se busca ofender ni causar...
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Jules
Anthoine me había regresado un poco a la realidad, convivir con el y con Elio me hizo salir un rato de mi burbuja, me percataba de lo distante que había estado de mis amigos por concentrarme en Michael, y también me habían hecho ver que debía tomar rápido una decisión, si no quería salir lastimado.
***
Michael
Estaba emocionado por esta carrera, ¡por fin podría correr en Mónaco! Me había alejado un poco para recobrar mi fuerza y me quedaba claro que estaba listo. La carrera estaba por comenzar y como ya era costumbre, Jules y Elio llegaron a nuestro motorhome para desearnos suerte a mi y al maestro.
Conversábamos animosamente, Jules se encontraba a mi lado muy cerca cuando Fangio fue llamado por Herve y Elio se retiró dejándonos solos.
—Michael, creo que debes saber algo, estoy muy feliz de tenerte en mi vida, y mis sentimientos por ti no son un secreto, sólo quiero saber, si tú sientes lo mismo, si no es así créeme que dejaré de molestarte, tampoco quiero perder tu amistad, eres especial para mí, te quiero Michael.
Las palabras y los bellos ojos de Jules me enternecieron, no lograba descifrar aún lo que sentía por él y eso me hacía sentir un idiota, tampoco quería lastimarlo, decidí ser honesto.
—Veras Jules, no sé si estoy listo aún, he pasado por mucho en muy poco tiempo, has estado siempre cerca de mí y también me hace feliz tenerte, es solo que debemos ir con calma, aún no estoy seguro de mis sentimientos y jamás quisiera decepcionarte, ni hacerte perder tu tiempo si nada llega a pasar.
—Oh— dijo Jules tratando de disimular un rostro avergonzado —lo siento Michael, pero no podía guardar esto más tiempo, comprendo— sonreía por fuera solamente, a Elio le había llamado la atención esa interacción por lo que los miraba a lo lejos.
—Jules, lo siento yo, haz sido bueno y atento conmigo, no quiero lastimarte— le dije abrazándolo — por dios Jules, me siento terrible.
—Michael, está todo bien, tranquilo, suerte en la carrera— dijo Jules serenamente al odio de Michael mientras le daba un tierno beso en la mejilla y sonreía, se alejó de ahí haciendo un gesto con la mano reuniéndose de vuelta con Elio.
Michael observó a los chicos de Aston Martin alejándose con algo de pena en su corazón cuando su celular vibrando lo trajo de vuelta a la realidad.
Ayrton 🇧🇷: Michael, suerte, por favor ten cuidado, he estado orando por ti, recuerda siempre mantener la calma, vive en el momento.
