CAPÍTULO VEINTINUEVE

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ALEXANDRA.........

Mi tratamiento había terminado y por fin pude hacerme cargo de mi hermano, no veía la hora de que despertara y viera que todo lo que hizo valió la pena y que como siempre me salvó.

ALESSANDRO.....

¿Qué tan fácil es perderse en el encanto de un sueño? Pues diría que eso no pasa, pero yo mismo he vivido ese sueño infinito en el que nada puede terminar mal. Mi cuerpo me pedía regresar y aunque quisiera vivir por siempre en esa utopía, también quería volver a la realidad aunque en esta tal vez ya no esté mi hermana.

Me despedí de lo que había  creado en esa fantástica ilusión y dejé que mi cuerpo reclamara de regreso mi alma.

Al abrir un poco mis ojos sentí la calidez de una figura femenina sobre mí; mis sentidos saltaron al darse cuenta del perfume de Alexandra.

-¿¡ALEX?! ¡ESTÁS VIVA!

-Sí hermano, gracias a ti y a Sanha. -Sus lágrimas mojaban mi hombro izquierdo.

-Perdón por la forma en la hice las cosas, pero no había otra forma de hacerlo.

-¿De qué estás hablando? -se separó de mí.

-Del secuestro de Sanha y el edificio de salud.

-¿¡CÓMO QUE SECUESTRO?! ¿¡POR QUÉ NADIE ME LO DIJO?! -Un huracán rodeo mí camilla y mi hermana parecía un demonio.

-¿Qué sucede? -Marcus entró a la habitación.

-¿¡SABÍAS DEL SECUESTRO?! -Mi amigo no dijo nada solo me dio una mirada nerviosa que Alex captó enseguida. -¡CLARO QUE LO SABÍAS PORQUE DE SEGURO LO AYUDASTE!

-Te dije que haría todo por ti, además tú hermano es mi amigo y no pude dejarlo solo.

-¡OSEA QUE SI EL MATA A CIEN PERSONAS TÚ MATAS A 200 POR SEGUIRLE LA CORRIENTE! ¿¡ NO PENSARON EN LAS CONSECUENCIAS! -Ambos negamos. -¡ES QUE TENÍAN QUE SER AMIGOS PARA SER IGUAL DE TONTOS!

-Oigan bajen tres líneas a sus gritos que la gente allá fuera. -Sanha entró de la manera más tranquila, había un brillo especial sobre ella que me robó la atención hasta que mi hermana volvió a gritar.

-¡Sanha tú me dijiste que todo esto había sido aprobado y legal!

-Alex, cálmate. Ya hablaremos de eso más tarde, ahora ve a descansar, yo haré los últimos exámenes de Alessandro.  -Alex salió con Marcus pero Sanha lo detuvo y le susurró algo al oído.

-¿Y eso? -pregunte frente a todo el secretismo que parecía estarse manejando.

-Hola Alessandro, bienvenido de nuevo, ¿cómo te sientes? -Tomó el expediente y empezó a ingresar información.

-¿Me podrías decir que le contaste a mi hermana?

-Una versión que no alterará su estado de salud ni sus funciones energéticas. Responde mi pregunta. -Sus palabras no eran del todo frías pero tampoco eran un regañó o enojo.

-Un poco adolorido y con náuseas.

-El Doctor pasará ronda en cinco minutos, y por mi parte enviaré a Marcus dentro de 2 horas. Nos vemos. -salió así sin mas.

Tal como Sanha me advirtió, Marcus me visitó horas más tarde, su rostro parecía haber visto un fantasma.

-¿Por qué esa cara amigo? -me arrime al espaldar de la camilla.

-Intenta lidiar con tus mujeres por más de una hora. -se tiró boca abajo en el suelo.

-¿¡De qué mujeres me hablas?!

-De tu peor es nada y tú hermana. -Se levantó del suelo.

-Sanha es mi alumna, pero dejando eso de lado, ¿qué  pasó?

-Nos llevarán a juicio por lo que hicimos, Sanha ha estado intentando desestimar el caso alegando que ella participó voluntariamente en el proceso, aunque las pruebas de las cámaras digan casi lo contrario.

-Pero ella no participó voluntariamente.

-Al final si lo hizo; las cosas se complicaron y ambos estaban a punto de morir, Sanha sirvió de conducto, por suerte funcionó.

-¡¿Qué hizo qué?! ¿¡Pudo haber muerto?! -Mi pulso se aceleró de forma desmedida pero era por el sobresalto.

-¡Cálmate! Sanha sabía de las consecuencias, no es una niña de 2 años.

-Pero pudo haber muerto y luego....

-Luego nada, ella ha demostrado ser mejor guerrera que nosotros, y no lo digo por su fuerza fuera de lugar; lo digo por su carácter de líder. Ojalá hubieras visto como cuidaba de Alex y de ti, a la vez que seguía entrenando y asistiendo las reuniones con Einar y ahora preparando nuestra defensa para el juicio. Te ganaste la lotería Alessandro.

-¿Cuál lotería? Sanha es mi alumna por segunda vez.

-A mi no me engañas, ella te gusta mucho antes de que todo esto pasara, siempre cuidándola.

-Eso lo hacía porque creía que podría regresarme a mi Helena. -contradije.

-Como digas, mañana saldrás de aquí y podremos ponernos al tanto del caso. Nos vemos. -se despidió y se fue.

ALEXANDRA....

Estaba en la sala de espera aguardando a que Marcus saliera con Alessandro.

Mi hermano se veía bastante debilitado y un poco delgado pero estábamos vivos y eso era lo que importaba.

-Mi querido hermano. -Lo abracé y él correspondió.

-¿Dónde está Sanha? Pensé que vendría con ustedes.

-Ella nos visitará más tarde.

-Está ayudando con los niños de la fuerza solar, anda de maestra y bueno los niños parecen quererla.  -completó Marcus.

-Quisiera verla.

Nos trasladamos hacia el domo y efectivamente allí estaba Sanha trabajando con los niños en sus entrenamientos.

-¿Cómo va con su entrenamiento? -pregunté.

-Ha estado practicando sola en las "caídas" no quiere avanzar sin su maestro. -por algún motivo me sonroje un poco.

Mientras repetía una y otra vez esas palabras en mi mente, Sanha se vio acompañada de otro joven.

-¿Quién es él? -me dirigí a mi hermana.

-Ahhh es Jhon, es el compañero de Sanha. -Se trataban con demasiada confianza para ser solo compañeros.

-No deberían permitir que ella esté con ese tipo. -Comenté.

-No veo que estén haciendo nada malo. -dijo Alex.

-La distrae en sus tareas y una elementi debe tener su mente en concentración máxima.

-Ya déjalos en paz Alessandro, no es de tu incumbencia. Ya vamonos. -Mi hermana me llevó a la fuerza hasta nuestro Cubo.

No estaba satisfecho con el regañó de Alex, por lo que  en la noche me escabulli hasta la oficina de Einar que sabría más sobre el tema.

-¡Alesandro, que bueno verte! -dijo al verme entrar.

-Gracias, aunque el juicio nos tiene en diferentes bandos. -me senté frente a su escritorio.

-Las leyes son estrictas y yo no las dicto. ¿Eso es lo que te trae por aquí?

-En realidad quiero hablar sobre..... -Sanha entró al despacho con el tipo de la mañana.


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