Los Elementos

CAPÍTULO TRES

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SANHA............

Me adelanté a mi madre para tomar un poco de su maquillaje y así fingir palidez, mi objetivo era claro, parecer lo bastante enferma como para poder quedarme en casa y buscar alguna prueba de mi origen. Tal vez ella insista con ir al doctor y yo le responderé que tal vez con té me sienta mejor.

Escucho los pasos de mi madre acercarse a la habitación para verificar que al menos ya este puesta el uniforme.

-Levántate Sanha, siempre te demoras en el baño así que muévete o te vas a atrasar. 

-Me duele la cabeza y no pude dormir bien. -se acercó para revisarme.

-Estás pálida, ¿Qué te pasó?

-No sé creo que me va a dar gripe otra vez, también me tiemblan las piernas. -Entristecí un poco el rostro para que creyera que estoy sintiendo dolor.

-Chuta, ahorita no puedo llevarte al doctor y con esa cara no me vas a ir al colegio. Te voy a dejar haciendo jugo de naranja con miel para que te lo tomes.

-Bueno mami; nos vemos en la noche. -Me dio un beso en la mejilla y luego se marchó. Me aseguré de que no volvería y cerré la puerta principal con seguro para así estar precavida.

Empecé por los cajones de la cómoda y seguí con el armario de la pared, fui hasta la cocina y nada, en las estanterías de la sala, y por último el baño. Nada de nada, ni siquiera un chicle pegado en las mesas.

-Piensa cerebro, piensa. -empecé a presionarme. -El loquito de la pantalla dijo que usara lo que se hacer o algo así, ¿pero cómo lo hago? Para ver el pasado o futuro tengo que dormir con el propósito, a no ser que....

En la sala mamá guardaba con recelo un álbum fotográfico de cuando era bebé, tal vez si empezaba por ahí encontraría algo.

Intenté concentrarme en la única foto donde ella me estaba cargando pero no pasaba nada, no veía nada, no sentía nada, con excepción del dolor de cabeza. Por última vez cerré los ojos y me concentré nuevamente, toqué la fotografía y como pidiendo ayuda a esta susurré:

-Muéstrame lo que tienes.

Una sensación de desvanecimiento me acompañó y al abrir mis ojos me encontré dentro del recuerdo, literal, estaba en el momento en que tomaron la fotografía y podía moverme de un lado a otro sin que nadie notara mi presencia. Miré mi mano infantil pero no había placa alguna.

-¿Y ahora como salgo de aquí? -a mi espalada había una especie de espejo donde me podía ver sentada en el sillón con los ojos cerrados. Como en el libro que leí; las dimensiones pasadas, presentes y futuras son espejos de lo que deseamos conocer. Solo había que arriesgarse a cruzar. -¡WOW! -me miré para asegurarme de que había vuelta entera.

Creo que no necesitaba las fotos después de todo, solo pensar en la placa que quería ver y así lo hice. Primero llegué a unas cavernas, luego a la oscuridad infinita, la cajuela de algún auto, llamas y después de millones de intentos fallidos, estaba en los brazos de mi madre que apresurada arrancaba algo de mi mano y lo escondía en un cajón debajo de la cama invisible al ojo humano.

-Gracias por mostrármelo. -solo fui a corroborar que lo que había visto estaba realmente allí, así fue, la placa con el nombre de Sanha estaba envuelto en una manta roja en ese cajón. -¿Quién eres mamá? 

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KRASTO........................................

La esperaban, lo hicieron todo el tiempo, esperaban que ella naciera para tener dos piezas importantes en una sola misión. La que nos encontró sería encontrada. 

La vida de los elementi permaneció en secreto desde que la humanidad empezó a ambicionar con un poder que aún no les correspondía, ansiaban el conocer absoluto, el máximo reconocimiento. Grandes edificios, laboratorios, estaciones espaciales, inventos. Todo era útil pero a la ves no les servía para lo que querían. Vida en las estrellas.

La doctora Sophia Claver, prodigio de 18 años que descubrió una señal en las estrellas cercanas a Venus fue ganadora de un premio Nobel; financiaron varios de sus proyectos, entre ellos y el mas conocido, la radio lunar. Se lo llamó así por su forma esferada. La primera transmisión radial extraterrestre fue transmitida en todas las televisiones del mundo.

-Tierra 420, ¿reciben mi llamado? Tierra 420, ¿reciben mi llamado? -Fue la voz mas dulce que había escuchado desde la muerte de Helena. Dudamos en contestar la señal pero lo hicimos.

-Gnemesis saluda a sus habitantes. Saludos Tierra 420. -El primer contacto con seres de otro planeta, al igual que lo humanos, también lo festejamos.

El proyecto se quedó estancado por mucho tiempo y luego supimos que la doctora había recibido una orden de aprensión por terrorismo y traición al Gobierno de Estados Unidos, era noticias de un planeta lejano pero de alguna manera me impactó. 

Usualmente pasaba las noches en el observatorio, aunque no lo crean, a nosotros también nos gusta ver la Galaxia desde nuestro punto. El centro de comunicaciones se apagaba cuando el ciclo del segundo sol terminaba. Faltaba tan solo 2 horas cuando entró una señal.

-Tierra 420, aquí la doctora Sophia Claver, ¿me reciben? -La misma voz que escuché hace un tiempo volvía a llamar.

-¿Qué hacemos Maestro?

-Yo la recibiré, ve a descansar. -Me despedí del locutor y atendí la señal.

-Residente de Gnemesis, copio su mensaje. ¿Sophia Claver?

-Sí, no puedo alargar esta llamada por mucho tiempo o me descubrirán. Solo quiero lo mejor para todos. -un silencio sepulcral y luego nuevamente ruido. -Intentaron robarme los planos para crearlo a gran escala y poder conseguir su ubicación, tal vez hasta programen un lanzamiento hasta allá.

-Eso es imposible, estamos a 3000 millones de años luz de la Tierra, tal viaje sería un suicidio.

-No para quienes poseen tecnología avanzada; hubo un accidente hace unos meses y tienen una especie de cohete que intentan reconstruir. ¿Ese no es un suficiente peligro?

-Con usted tan lejos doctora, no hay nada que yo pueda hacer.

-Envíe a alguien a buscar lo que tengo, no solo le daré este radio sino también los planos y algunas otras cosas que logré obtener. -Lo pensé por minutos, la posibilidad de una amenaza aún era baja pero seguía siendo un peligro.

-¿Qué pasará con usted cuando sepan que ya no tiene lo que quieren?

-No lo sé, nadie sabe que pasa con los chismosos como yo. Por ahora estoy a salvo. 

-¿Qué tal si usted viene con nosotros? Algo así como nuestra protegida en agradecimiento por ayudarnos a evitar una guerra.

-¿Subir a una nave con el peligro de que aliens roben mis órganos? Creo que usted no conoce el pensamiento humano sobre ustedes.

-Es una científica y aquí la necesito.

-TRANSMISIÓN FINALIZADA. -Su voz era la que estaba configurada en el sistema.

Dos meses más tarde tenía a la doctora cenando en el comedor de la Asamblea y presentando sus planos e inventos. De los humanos aprendimos que nunca es suficiente, que siempre hay algo por descubrir. Cinco años después los Padres Elementos aceptaron nuestra unión.