CAPÍTULO TRECE

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ATRAX................

Ser el hermano menor de una familia no siempre tiene beneficios, y en mi caso, me trajo mas desgracias que virtudes. Pasé de ser el favorito para ser elegido como el próximo Maestro, a ser exiliado de mi hogar por tomar acciones que protegerían a Gnémesis y a sus habitantes.  

Krasto, el bastardo de mi padre, fue bastante odiado desde su nacimiento ya que su madre era parte del clan Krintall, con quienes los habitantes de Gnemesis habían luchado arduas batallas por recuperar el territorio robado en el cinturón de asteroides; fue tomado como una traición; la ofensa vino más tarde, cuando se le permitió conservar su apellido y gozar de los cuidados privilegiados como hijo del Centauri (presidente de la asamblea popular). 

Mi hermano Saharon y yo quisimos ser la excepción y dar la bienvenida a nuestro hermano mayor; no hubo un día en el que le hiciera falta el respaldo de sus dos hermanos. Fuimos su primer apoyo cuando se unió a Las Fuerzas de Protección de las Galaxias a pesar de que papá se lo prohibió, pero dejemos de hablar sobre nuestra fraternidad  y pasemos a los hechos.

El segundo período de invierno azotaba el planeta y con esta se marchó el asesino del Maestro Alpha Igned por lo que se nos  llamó a sesión a todos los pilares para designar al nuevo Maestro Alpha; mi nombre era el más sonado y estaba preparado para asumir mi puesto, pero habían jugado en mi contra y todos se decidieron por la hija mayor del anciano consultor del Templo. Para colmo, el día del saludo oficial, aquella joven de cabellos negros se presentó junto a su esposo, Krasto Krintall. 

Al terminar la ceremonia pedía hablar con mi hermano y este me recibió lleno de hipocresía.

-¿¡Lo sabías verdad?! ¿¡Sabías que ella iba a ser elegida?!

-Pero hermano, ¿Cómo puedes decir eso? quien mas que yo me hubiera alegrado de que te escogieran. -intentó abrazarme pero lo empujé.

-No, ¡lo que tú querías era asegurar tu puesto! 

-¡Eso no es cierto! Nos conocimos cuando ella prestaba servicios médicos para el ejército y nos casamos dentro de las mismas bases militares, volvimos porque yo...... -No me había fijado en su uniforme hasta que se calló intentando buscar una respuesta. En la parte izquierda de la chaqueta tenía colgada la insignia de los "Guardianes Elementi" con el símbolo de tierra y fuego.

-¿Eres un elementi? -pregunté en casi un susurro.

-Durante el entrenamiento......fui llevando ante los Iluminius y concluyeron mi estado de control ante dos fuerzas elementales, el fuego y la tierra. Entenderás que mi decisión fue en bien del planeta, no por un interés personal.

Un Guardian Elementi tenía la potestad de un voto mayoritario en caso de empate y con sus palabras me aclaró que esto había sucedido y que se inclinó por la ahora Maestra Alpha, dejándome fuera.

-¡Yo soy tu sangre! ¡Yo soy tu hermano!

-¡Entiende que lo hice por todos! ¡¿Acaso crees que no me enteré de las cosas que has estado haciendo?! -retrocedí dos pasos temiendo que supiera mis últimos movimientos.

-No sé de lo que hablas. -dije con firmeza.

-¡No finjas! ¡Saharon me mostró los planos de las armas que estás vendiendo a las tribus venusianas! ¡¿Qué diablos te pasa?! -Soldados entraron al salón tras escuchar los gritos de Krasto.

-¿Sucede algo señor? -se arregló el uniforme y tras darme una mirada rápida respondió.

-Acompañen al señor hasta la salida; esta conversación ha terminado. -me tomaron de los brazos y me escoltaron hasta el umbral del Templo.

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