CAPÍTULO VEINTITRES

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ALESSANDRO.....

El encierro de Sanha había terminado pero no sus obligaciones y responsabilidades; estas estaban solo por empezar.

Krasto me llamó para una reunión importante antes de que fuera a ver su hija, al parecer había unas cuantas cosas de las que tendría que encargarme a partir de hoy.

-Maestro, buenos días. He venido en cuanto he podido.

-Gracias Alessandro, en estos momento tu ayuda es indispensable para el desarrollo de mi hija y eso es lo que te quiero pedir. Quiero que seas su entrenador, quiero que la prepares tal y como lo hiciste con miles de elementis; siempre fuiste uno de mis mejores muchachos y no puedo a nadie más en este papel.

-Es una responsabilidad demasiado grande señor, no creo poder hacerlo; además, nunca hemos entrenado a ningún elementi de fuego. -mi voz sonaba temblorosa y asustada, no por lo que tenía Sanha, sino por como era ella.

-Tu has estado más cerca de Sanha todos estos años, ella te escuchará más a ti que a mi y sabes por qué. -la melancolía era distinguible en su voz.

-¿No cree que ella también se sienta así? No quisiera decir esto señor, pero le debe, nos debe algunas explicaciones. -Agachó la cabeza intentando ignorar el hecho de que tenía razón.

SANHA..........

Se esperaba que mi padre fuera a verme junto con Alessandro por lo que el lugar estaba custodiado, demasiado para mi gusto, pero después de todo yo era el peligro. Los soldados se pusieron en su lugar y dieron a 

-¿Alessandro? ¿Qué haces aquí? ¿Dónde está mi papá?-cuestioné.

-Te lo explicaré en el camino, y por favor no te comportes como una tonta. -me susurró.

Los edificios empezaron a desaparecer hasta quedar en un valle de tonalidades rosas y lilas, casi como una utopía. Al final del camino solo se veía un enorme coliseo que no tenía nada que ver con el edificio donde vivía con mi padre.

-¡¿Qué diablos hacemos aquí?!

-Este será nuestro hogar a partir de hoy.-Sonaba tan despreocupado que quería matarlo en ese mismo instante, pero solo pude darle un golpe en la cabeza.

-¡Auch! ¿¡Qué te pasa ?!

-¡Entonces no digas estupideces! ¡Ni aunque me obligaran viviría contigo, así que deja el chistesito y llévame a mi casa! -Alessandro me tomó por los hombros y me sacudió.

-¡Es lo mismo que yo quisiera, pero tu padre me encargó tu entrenamiento y cuidado, así que te callas o te pongo un bozal! 

-Eres un odioso. -murmuré. Me callé el resto del camino.

Al entrar en el enorme coliseo su estructura cambió totalmente, habían un montón de puertas, casi como un panal, y ascensores que subían y bajaban; en el centro sobresalía una planta recortada en forma de mujer que sostenía al planeta en su mano.

-¿Quién es ella? -pregunté.

-Ella es tu madre. -respondió Alessandro sin ponerle tanto interés. Me acerqué a leer la pequeña inscripción que se proyectaba a sus pies.

-"En memoria de todos los héroes".  

ALESSANDRO.....

La manera en la que Sanha miraba a su madre me provocaba una extraña sensación de querer cuidarla como si de una niña se tratase, pero no seguía siendo nada más que otra tarea por cumplir.

-Nuestro cubo ya fue asignado, es el 14z-23. Coge tus cosas y muévete. -Tomó su pequeña mochila negra que su madre me había entregado con las cosas más importantes de Sanha. 

-¿Se supone que eso debe alegrarme? -No hice caso y caminé hacia el ascensor que nos llevaría hasta nuestro nuevo hogar. -¡Al fin paz! 

-Nada de descansos, desde hoy inicias tu entrenamiento y tienes que igualarte a los del nivel 40 en una semana para que te recibas de este centro y poder iniciar la meta de todos los elementis; ser guardianes del quinto elemento.

-Que lindo patriotismo pero yo no quiero tus mierdas, si hasta ahora te he obedecido es solo porque no he tenido la oportunidad de hablar con mi padre y explicarle que esto es una mala idea y que yo sé como afrontar esta guerra. -Me hizo a un lado.

-No se trata de patriotismo, se trata de una obligación. Tienes un don sobre ti y tienes que aprender a manejarlo si no quieres ser como Atrax. 

-¡No lo haré! ¡No volveré a usar esta mierda, no quiero ser un monstruo !

-¡PUES YA LO FUISTE! -El edificio se movió ligeramente. -¡Cuando casi matas a tu padre fuiste un monstruo, cuando atacaste a Einar fuiste un monstruo, cuando mataste a los soldados fuiste un monstruo Sanha! ¡Te guste o no esa es la verdad!

-¡YA CÁLLATE! -Sus ojos se tornaron de un rojo tan intenso como las llamas del infierno, intentaba esquivar sus golpes tanto como podía pero aunque controlara a Sanha, no podía controlar a su don.  -¡Siempre abriendo la boca para joderme la vida! -Intentó darme un golpe en el abdomen pero retuve el ataque con mis manos.

EINAR........

Krasto no estaba pasando por un buen momento; tras el anuncio de la recuperación de su hija el consejo no ha dejado de presionarlo para que sea llevada ante los Padres Elementos como dicta la ley, pero a la vez es padre y no quiere volver a estar ausente de la vida de Sanha. 

Fui llamado para ceder mi puesto como instructor de Sanha y eso solo podía significar una cosa.

-Maestro, estoy aquí como me lo ha ordenado.

-Gracias Einar; serás reubicado en tus antiguas obligaciones. -Coloqué mi pulgar sobre la pantalla para que se registrara mi firma.

-¿Y Sanha? ¿Va a llevarla con.....?

-No, quiero que se prepararse antes de que la conozcan; hoy ha ingresado junto con Alessandro al Sophia. -Enmudecí al escuchar eso; allá iban los elementis que se convertirían en guardianes y escoltas de los Padres Elementos y claro, aquellos favoritos para suceder a Krasto como Maestro Alpha. 

-Pero ese centro fue hecho para elementis de raza pura, Sanha tiene su genética arraigada a la humanidad, morirá.

-Y si la dejo aquí, Atrax la matará. 

-Pero ella lo tiene a usted para protegerla, es su padre. -Sentía tanta impotencia y coraje al escucharlo hablar de esa manera.

-Es fácil para ti decirlo porque no tienes mis responsabilidades.

-¡No, pero he estado junto a su hija día a día desde que me dijo que la cuidara y le aseguro que lo que está haciendo ahora le pasará factura!

-¡Silencio! ¡¿Cómo te atreves a hablarle así a tu Maestro?! ¡No toleraré estos..............-El suelo empezó a moverse, el cielo oscureció, y un rayo de luz nos cegó por un momento.

-¿Qué fue eso? -Krasto intentó comunicarse con el departamento de Defensa pero todas las conexiones estaban cortadas.

-Da aviso a los guardias y que se activen los protocolos de invasión, quiero que traigan a todos los estratégicos hasta el templo, incluyendo Sanha y Alessandro







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