ALEXANDRA........
Llegué a Taxopamba con la esperanza de poder contactarme con Krasto pero no lograba encontrar su señal y me empezaba a desesperar. Ante la necesidad humana de resguardarme de los peligros externos y climáticos, busqué en google maps algún tipo de cueva cerca de mi ubicación. Nada, no aparecí nada, tenía que aventurarme a buscar algo.
Me vi perdida en el mismo punto una y otra vez, enojada golpee un árbol con mi puño y este se quedó desnudo ante la violenta brisa que había causado; no fue lo único que quedó al descubierto. Un torbellino pequeño se había formado entre la hierba que crecía en la roca bañada por la cascada, desde mi posición se notaba un vacío detrás del agua. Me quité los zapatos y me paré frente a la corriente, con un suave movimiento de mis brazos hice que la cascada se abriera como una cortina y vi cavernas detrás de ella, no dudé en introducirme.
No era mucho lo que me había llevado de casa y lo más abrigador que tenía era mi abrigo de felpa, comí frutas que encontraba o comida que discretamente le robaba a los turistas; con el paso de los días asimilé que tal vez ese sería mi nuevo hogar, por lo que lo sellé con una pared de vientos tempestuosos.
Acurrucada en mi cama improvisada mis sentidos volaron, escuchaba pasos suaves en el fango, usualmente eran turistas pero estos eran diferentes; pisadas cautelosas, de mujer al parecer. Aunque alguien quisiera explorar las cavernas sería imposible que entrasen.
-¿Alex? ¿Estás aquí? -alucinaba con la voz de mi mejor amiga. -¿Alex? - O quizás no.
-¿Sanha? -me acercaba lentamente y entonces la vi; llevaba unos jeans rotos, una camiseta blanca, su mochila roja y unas zapatillas enlodadas.
-¡Qué bueno que estás aquí Alex! -Sanha corrió a abrazarme.
-¿Cómo me encontraste?
-Soñé que me dabas una dirección y como no he sabido nada de ti en toda la semana decidí hacerle caso. Intenté ir a tu casa pero en todo este tiempo no me has dicho donde vives. -lloriqueaba.
-¡Qué bueno que le hiciste caso! -me sentí mejor después de verla.
-¿Por qué estás aquí? en medio de la nada. Tuve que caminar demasiado, babosa.
-¡Lo sé, me paspe de dramática, pero.........discutí con mi hermano!
-¿Hermano? ¿Tienes un hermano? -había metido no solo una, sino las cuatro patas.
-¿Creí que si te lo había contado?
-De ser así lo hubiera llamado; ¿por qué me lo ocultaste?
-No sé, tal vez no sabía como decirte que vivo solo con él.
-¿Y tus padres? -se sentó en el suelo, le seguí la corriente.
-Murieron años atrás, solo nos tenemos los dos, por eso me molestó que me tratara de una manera tan injusta después de todo lo que he hecho por él. Yo no tengo la culpa de que no pueda tener siempre lo que quiere, ¿entiendes?
-No, pero sé que las familias no siempre son como lo imaginamos. Creo que tu hermano no lo hizo a propósito, solo estaba desilusionado; algo me dijo que no quiso tratarte mal. Estoy segura de que te debe estar buscando como loco.
-¿Él te pidió que me busques?
-Estar fuera de la civilización te afectó el cerebro; no conozco a tu hermano.
-Cierto.
-Bueno ahora que solucionamos esto, ¿puedo conocer a tu hermano? -me asombré con su pregunta.
-Sanha, mi hermano es viudo.
-¿¡Y eso qué?! Yo no juzgo su estado civil, solo me da curiosidad saber como es.

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Los Elementos
Научная фантастикаLA LARGA BÚSQUEDA DE TRES CHICOS LOS LLEVA HASTA SANHA, LA ÚNICA QUE PARECE TENER LA CLAVE PARA ENCONTRAR EL QUINTO ELEMENTO. ACOMPAÑA A NUESTROS PROTAGONISTAS EN UN VIAJE DE MISTERIOS, ROMANCES Y PODERES SOBRENATURALES.