Capítulo Nueve.

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Nala.

Las cosas parecían ir bien, nuestros hermanos ya estaban preparados para ganar el premio, solo faltaba que llegara Wiley con la paleta que debió de robar desde la mañana para evitar tanta espera y la hermana Bria se interesara de nuevo en atraparnos.

Aunque esta vez si lo quisiera, se llevaría una grata sorpresa al ver lo preparados que están los demás. Por mucho que me gustaría verlo, no es momento para desearlo.

Hoy iríamos a explorar lo que oculta la cerca...

— ¡Aquí está! — dijo con los hombros agitados— la hermana Bria estaba en la cocina, por eso tardé en llegar.

— ¿Te vio? — miré a sus espaldas por si las puertas se abrían.

— No, te dije que soy bueno para ocultar cosas— rio— le dije que buscaba a Syla y se lo creyó porque siguió en lo suyo.

— ¿Qué estaba haciendo? — Ry le preguntó.

— No tengo idea, pensaba más en escapar con la paleta que quedarme a preguntarle que cosa hacía— blanqueó la mirada— ¿Comenzamos o qué?

— No hace falta repasar el plan ¿cierto? — los miro— Syla atrapará, tú cuidarás que nadie se acerque al límite y que la hermana Bria o Mama no noten nuestra ausencia mientras que Ry y yo nos vamos a explorar— recordé— ¿Algo que quieran añadir?

— Syla vendrás conmigo— todos volteamos a ver a Ry— es mejor que Nala atrape, mientras tú y yo exploramos.

— ¿¡Qué!? — le grité— ¿Por qué?

— ¡Yo pedí que me eligieran, no es justo! — Wiley reprochó.

— Cállate, Wiley— le di la espalda— ¿Por qué ahora Syla explorará si eso no fue lo que acordamos? — mi sangre bullía del enojo, exactamente como lo había dicho Wiley. No era justo.

— Cambié de opinión, es todo.

— Oigan... por mucho que sea interesante explorar la cerca prohibida, prefiero el anterior plan...

— ¡Eres un cobarde! — Wiley seguía quejándose— yo voy contigo, Ry.

— No.

— Seguiremos con lo que teníamos ya en las manos— sentencié— es tarde para cambiar de opiniones— fulminé la apariencia desinteresada de Ry y empecé a reunir a todos los demás— ¡Syla será hoy quien nos atrape! El que se esconda mejor que todos ganará otra paleta más ¿Están listos?

Por los vítores supusimos que sí lo estaban. Ry sacó el reloj y comenzamos a alejarnos en cuanto Syla gritó la cuenta regresiva estando de espaldas hacia el bosque, los tres del plan corrimos al interior y nos separamos en donde habíamos acordado.

Con Wiley escondido en el arbusto en el que perdí los estribos por unos minutos le recordamos que diera la señal si veía a alguien acercarse.

Seguía quejándose, pero aceptó de malos modos mientras Ry y yo corríamos con todas nuestras fuerzas y saltábamos las piedras del arrollo diminuto que separaba al bosque con la parte prohibida.

Esta parte del bosque estaba más silenciosa que el resto, se escuchaban únicamente las aves revoloteando y cantando entre las copas de los árboles. Por muy buena que fuera la tranquilidad de este lugar no me gustaba en lo absoluto y eso que todavía no llegábamos a la cerca.

Al deslumbrarla a unos pocos metros, miré a Ry que observaba cada parte con desconfianza, para él tampoco le gustaba este silencio asfixiante.

Con un simple salto traspasaríamos lo que ha estado aquí oculto por diecisiete años, no sabíamos que era lo que nos esperaría conforme nos adentráramos, pero fuera cual fuere el paisaje, no debíamos bajar la guardia.

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