10.PASADO, PRESENTE Y FUTURO

1.7K 152 4
                                    

Adriano Di Lauro

Desde mi sitio puedo escuchar el movimiento del personal en la cocina e incluso el sistema automatizado de riego en el jardín. Hay tanto silencio en el lugar que hasta podría escuchar la risa de mis hijos en casa desde aquí. 

Mi madre me observa pasmada hasta que poco a poco va dejando la sorpresa atrás para dar paso a la indignación. Es comprensible y ya me esperaba algo como esto, pues a pesar de emprender una interminable búsqueda y de haber construido una larga lista de pretendientes, ya tenía su favorita. 

—¿La doctora? —habla por primera vez en media hora—. ¿Por qué? 

—Cassandra Reid es la indicada, mamá y no pienso entrar en debate contigo. 

—¡Esto es absurdo! —exclama al mismo tiempo que se levanta del sillón para pasear la Sala de un lado a otro—. ¡Apenas la conoces! No pertenece a nuestro círculo... ¿Qué hay de Carina? Tenía entendido que vosotros dos teníais algo... 

—Lo que tengo con Carina dista mucho de lo que imaginas, mamá —la corto—. Y no me casaré por mucho que lo desees. Lo siento, pero esta vez no puedo complacerte. 

—¡No es por complacerme! —salta enseguida—. A Carina la conocemos desde hace años, tiene un futuro brillante como ejecutiva, somos amigos de la familia. He sido testigo de lo bien que trabajáis juntos y adora a mis nietos. ¿Cuál es el problema con ella? 

«Que terminará enamorándose de mí», agrego mentalmente. 

«Eso si no lo está ya.»

Endurezco la mirada para indicarle que no voy a responderle. Por lo general, suelo ser más cálido con los miembros más cercanos de mi familia, pero en estos momentos no puedo evitar actuar como el Hombre de Acero. A fin de cuentas, este matrimonio es una especie de negocio. 

Puedo ser muy imponente cuando me lo propongo al punto de intimidar incluso a Alexa Di Lauro. 

—Te juro que trato de entenderte, Adriano pero cada vez me resulta más difícil lograrlo —me reprocha—. Pretendes casarte con una mujer que apareció de la nada, hacerla parte de nuestra familia, ¡la madre de tus hijos! La conociste hace tres días, literalmente. Cuando te insistí en que buscaras una esposa no me refería a esto... ¿Qué clase de matrimonio será el vuestro? Y no me vengas con que te has enamorado a primera vista... 

—Los términos sobre mi matrimonio o demás asuntos respecto a mi futura esposa, solo nos compete a ella y a mí —aclaro con un tono seco—. He hecho mi elección, mamá. Confórmate con saber que he seguido tus consejos. 

Giro sobre mis pies para marcharme, sin embargo, su voz me detiene a medio camino.

—Pero... Carina... 

—¡No voy a casarme con Carina, mamá! —mi grito hace eco en toda la casa, provocando que mi padre aparezca en el salón con una expresión inquisitiva—. Hazte a la idea de una vez porque en menos de un mes Cassandra Reid será la novia de Italia. 

Salgo de la mansión a paso apresurado y emprendo el camino a casa seguido por mis guardaepaldas. Necesito un poco de aire fresco para cerenarme antes de ir con Ella. Sé que me está esperando. 

Entro a su habitación y en efecto, la encuentro sentada en la cama junto a Vivi hojendo su libro pop- up preferido. 

—Lo lamento, señor —se disculpa la empleada al notar mi presencia—, pero ya sabe cómo es. No pude lograr que se durmiera. 

—¿Por qué tardaste tanto, papi? —inquiere la niña con gesto serio. Aunque en el aspecto físico sea casi idéntica a su difunta madre, en el carácter es igual a mí—. Quiero mi cuento. 

La Esposa del ItalianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora