CAPÍTULO 27 | Fin de las peores vacaciones

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NARRADOR OMNISCIENTE

Al fin, las vacaciones habían terminado, y ahora Corvinna se concentraría en la próxima competencia del torneo, para mantener su mente ocupada. Solo le quedaba descubrir para qué servía el misterioso huevo dorado. Lo único que sabía sobre él era que emitía un sonido terriblemente fuerte, según por lo que Harry le había contado. Así que una vez en Hogwarts, se dedicaría a resolver ese enigma.

Por ahora, la vampira se encontraba dándose un refrescante baño en la tina mientras le daba una calada a su cigarrillo, pensando en él. Se sentía tan estúpida, tan frágil, pero simplemente sus ojos tornándose sensibles y aguados no salían de su mente. Los dientes de la vampira crujieron de frustración, lanzó el cigarrillo a la tina y salió de ella, envolviendo su cuerpo con una toalla.

 Los dientes de la vampira crujieron de frustración, lanzó el cigarrillo a la tina y salió de ella, envolviendo su cuerpo con una toalla

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Abrió la puerta del baño y salió, caminando hacia su cama donde reposaba su pequeña maleta. Con un gesto rápido, la movió hacia el suelo. Utilizando su varita mágica, se secó el cuerpo con un hechizo y comenzó a vestirse rápidamente con lo primero que encontró: una sudadera, unos jeans azules y unas botas negras. Tomó lo necesario y descendió las escaleras hacia la sala, donde se encontraba Rhys junto a su bolso, esperándola. A su lado estaba Winky esperando su orden.

—Winky, ¿podrías traerme una bolsa, por favor? —preguntó Corvinna mientras tomaba asiento.

—Si señorita, ya regreso —la elfina se evaporó, y en apenas unos instantes, reapareció, extendiendo su diminuto y esbelto brazo con la bolsa de sangre en la mano.

—Gracias —la vampira tomo la bolsa y le clavo los dientes succionando la sangre en segundos.

La elfina observó con curiosidad, pero apartó la mirada rápidamente cuando Corvinna la miró.

Aunque Rhys y Corvinna no habían revelado a Winky su verdadera naturaleza, no lo consideraron necesario, ya que al verlos consumir sangre, quedaba claro lo que eran. Dado que la elfina era una leal sirviente, no cuestionó, simplemente se dedicó a servir a sus amos.

—Ya estoy listo —Rhys se levantó con una leve sonrisa en su rostro y tomó su bolso.

Corvinna también se levantó y miró a Winky. —Si pasa algo me avisas, dejaré unas protecciones en casa.

Con esas palabras, los vampiros abandonaron la casa. Corvinna alzó su varita y recitó unos antiguos hechizos protectores, ya que estos últimos días había sentido una extraña presencia, algo que los observaba constantemente. Después de asegurar su hogar, realizaron una rápida aparición en King's Cross.

Una vez en el lugar, los vampiros atravesaron el andén y avistaron a los alumnos charlando con sus amigos. Corvinna se despidió de Rhys y se dirigió hacia el vagón que correspondía a los Slytherin.

Recorrió los pasillos, cruzando el andén de Ravenclaw, donde se detuvo abruptamente al divisar a Riddle sentado, absorto en su lectura. Lucía encantadoramente concentrado. Aprovechando que él no había notado su presencia, Corvinna pasó rápidamente por el lugar para dirigirse al andén de Slytherin.

THE LAST SLYTHERINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora