CAPÍTULO 30 | La rosa negra

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NARRADOR OMNISCIENTE

Los corredores resonaban con el bullicio de charlas animadas. Corvinna y Rhys se dirigían hacia la clase de transformaciones en el aula 1B, mientras la vampira observaba fijamente a los estudiantes disfrutando en el patio. Rhys, en silencio, disfrutaba de un festín de ranas de chocolate.

— ¿Quieres una? —preguntó Rhys e hizo que Corvinna volteara el rostro para mirarlo.

—No, gracias. ¿Acaso no te cansas de comer tantos dulces?

—Claro que no, aunque no tengan aporte energético tienen un exquisito sabor.

Corvinna ignoró a su amigo y continuó avanzando con la vista fija hacia adelante.

Al llegar al borde del aula, la expresión de la pelinegra cambió drásticamente. A pocos metros de distancia, se encontraba Riddle, conversando con Astoria, a quien Corvinna solía llamar "la obsesionada".

Las imágenes se graban profundamente en su mente, sintiendo la irritación y el fuego recorrer su cuerpo. Rhys la miró con confusión al percibir rápidamente el cambio en el ambiente, mientras se metía otro chocolate a la boca. Siguió la mirada de su amiga y vio a la chica Greengrass, quien estaba conversando con el profesor con una sonrisa sugerente.

Rhys sonrió, con los dientes manchados de chocolate, al notar cómo la vena en la frente de Corvinna parecía a punto de estallar por la presión de los celos y la impotencia de no poder hacer nada para evitarlo. Ella se había distanciado, y ahora se encontraba sin ningún derecho para intervenir.

Aunque de alguna manera la mirada de Riddle solo reflejaba aburrimiento e indiferencia, lo que la mantenía algo calmada, su expresión cambió cuando él posó sus ojos en la vampira, entonces, su mirada se tornó juguetona.

Aunque de alguna manera la mirada de Riddle solo reflejaba aburrimiento e indiferencia, lo que la mantenía algo calmada, su expresión cambió cuando él posó sus ojos en la vampira, entonces, su mirada se tornó juguetona

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Se estaba burlando de ella, consciente de la mirada peligrosa de la vampira.

Corvinna, avergonzada, apartó la mirada a medias, consciente de las intenciones de él de provocarla, pero decidida a no dejarse llevar. Entonces, giró completamente su cuerpo y fingió entablar una conversación con Rhys, quien sabía exactamente cómo actuar en esa situación.

Aunque Salazar no tenía la intención de provocar celos en Corvinna con la chica Greengrass, al sentir la mirada de su ángel, pensó que no sería una mala idea probar su teoría. Por lo tanto, siguió hablando con la alumna como de costumbre, mientras de reojo observaba a Corvinna fugazmente.

Mientras la vampira fingía hablar con su amigo, discretamente lanzó un hechizo no verbal a Astoria. Bastó con que sus miradas se encontraran para que los labios de la castaña se sellaran, impidiéndole hablar.

Astoria empezó a entrar en pánico al darse cuenta de que no podía pronunciar palabra alguna. Al tocar su boca, su desesperación aumentó al no sentir sus labios, solo la piel. Salazar miró rápidamente a Corvinna, dudando si ella era la responsable, pero ella seguía inmersa en su falsa conversación con su amigo.

THE LAST SLYTHERINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora