CAPÍTULO 2 | Visitante indeseado

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Al día siguiente ya estaba en la comodidad de mi casa en el mundo muggle de Estados Unidos, Rhys había salido a comprar ropa, así que estaba completamente sola en casa.

Subí a mi habitación para arreglar mis pertenencias ya que en tres días viajábamos a Hogwarts y todavía nos faltaba comprar los útiles escolares entre otras cosas que se necesitan para estudiar.

Saque un gran baúl de madera antigua, que estaba debajo de la cama y lo subí a esta, me acerque a mi ropero y saque lo básico, ropa interior, jeans, poleras, sudaderas y uno que otro vestido por si hacía falta, luego me acerque a la repisa donde guardo mis calzado, y saque un par de zapatillas, una par de botas negras y otro par de botas marrones y por ultimo unos par de sexy tacones negros.

Ya tenía suficiente ropa guardada en mi hogar en Gran Bretaña, así que solo saque lo básico.

Estaba absorta en mi tarea, doblando con cuidado mis prendas y guardando objetos en el baúl cuando de repente sentí una presencia. Rodee los ojos y giré para pillarme con mi ex.

Estaba recargado en el marco de la puerta con su mirada fija en mi baúl. El silencio se hizo más denso y el ambiente parecía cargado de una energía obscura que salía de mí. Traté de tranquilizarme y aguantar las ganas que tenia de matarlo aquí mismo.

— ¿Qué haces aquí? —pregunté, con la vena de mi frente a punto de estallar.

— ¿Te estas mudando? —preguntó él, con cara de perro arrepentido.

—No debería importarte Liam, ya no estamos juntos

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—No debería importarte Liam, ya no estamos juntos.

—No estamos juntos por que tú no quieres, Corvinna —dijo el, mientras lentamente se acercaba a mí.

—Quieto ahí —advertí, señalándolo con mi dedo—. No sé con qué tipos de mujeres has tratado anteriormente, pero yo no soy de esas que perdonan una infidelidad y lo sabes, ya te lo había dicho.

—Lo siento, amor —dijo el agachando su cabeza.

—No me vuelvas a decir así, y ahora vete porque no quiero lidiar contigo.

—Aún podemos arreglar las cosas, si los dos ponemos de nuestra parte, sé que podremos solucionarlo. Corvinna yo te amo.

—Cuando uno ama no engaña, Liam —suspiré, ya agotada de tener que oírlo —. Tendrías que agradecer el que no te mate junto con Ava —comenté, mirando sus uñas—. Que te puedo decir, a veces soy benevolente —dije, con sarcasmo.

—Tu no lo harías, tú me amas no serias capaz de hacerme daño —aseguró el.

Con velocidad sobrehumana me acerque a él y clave mis largas uñas en su pecho, sentía su corazón palpitando fuertemente en mi mano. Liam estaba tan quieto, que parecía que no respiraba.

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THE LAST SLYTHERINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora