THE GUILTY PLEASURE (CUARTO LIBRO DE LA SAGA AES)

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Tres semanas después...

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Mike

Esta semana habrá luna llena dos días seguidos, algo que rara vez sucede. Por eso, muchas empresas que trabajan con lobos han dado permiso a sus empleados para tomar un descanso, reconociendo que la luna llena puede afectar negativamente a algunos.

La empresa de Noah fue una de ellas. Esperaba pasar parte de estos dos días con Melek, continuar nuestra linda rutina de tener citas al menos dos veces por semana: besarnos, hablar y conocernos. Aunque, siendo sincero, quiero más que simplemente besos. Desde que le conté que soy híbrido, no hemos vuelto a ir a ningún hotel. Tenía planeado sugerir algo, pero mis padres arruinaron mis planes.

Decidieron que era buena idea hacer un viaje familiar entre la familia de Noah y la mía. Quería negarme, pero acepté porque sería una buena oportunidad para que los niños salieran de casa. No es saludable que estén tanto tiempo encerrados. Apenas terminen los trámites legales, quiero que Briana comience la escuela.

-¿Están cómodos allá atrás, niños? -escuché a Noah preguntar antes de encender el auto. Briana respondió que sí y Dylan simplemente continuó mordiendo su nuevo juguete. Noah compró un nuevo auto para que los niños viajen más seguros, tiene asientos especiales para ellos y todas las medidas de seguridad.

Saqué mi celular para revisar si Melek me había contestado mi mensaje. No hemos podido hablar mucho últimamente, está ocupado con el trabajo y eso me preocupa. Hoy es luna llena y los lobos nos transformamos con ella... ¿Estará pasando su transformación solo? Me encantaría estar allí.

-Deja el celular si no quieres que tus padres se den cuenta de que estás saliendo con alguien que te quiere mantener en las sombras- me regañó Noah.

Le dije que llevaría mi relación discretamente y eso bastó para que comenzara la cantaleta. No le gusta Melek, eso está más que claro, pero a mí es a quien debe gustarme, no a él.

-Ya pareces un viejo de tanto que me regañas, mejor ponte a manejar y deja de molestarme- me quejé avergonzado. No le he contado a mis padres sobre Melek.

Él me pidió que no lo hiciera hasta que lo nombren líder de los lobos. Respiré profundamente al notar que mis uñas se oscurecían.

-Eres grosero- me acusó Noah. Lo miré mal, en estos momentos no me importa lo que piense, estoy de mal genio. Quiero ver a Melek.

-Y tú muy hablador, detén el auto, voy a pasarme atrás con los niños- le exigí mientras me quitaba el cinturón de seguridad.

-Mike... - detuvo el auto, pero no me tomé el tiempo de escucharlo. Salí del auto y me pasé a la parte trasera con los niños.

-Llama a tu esposo, moléstale la vida-le recomendé antes de darles mi atención a los niños.

No necesito que me dé cátedra de cómo debo vivir mi vida. Detesto la actitud que ha tomado estos días, siempre lanzando ese tipo de comentarios y luego sugiriendo que Melek es un mal chico porque no me presenta públicamente como su pareja después de más de una semana de salir juntos. Pero, ¿a él qué le importa? Melek tiene sus razones y yo las acepté. ¿Por qué él tiene que ser el juez de mi vida?

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Cuando se trata de tirar dinero, nadie supera a los padres de Noah y a los míos. Compraron un yate de dos pisos que tenía más pinta de barco que de yate.