THE GUILTY PLEASURE (CUARTO LIBRO DE LA SAGA AES)

27. Dress

Narrador omnisciente

En medio de los lujosos y elegantes ámbitos de su vida, Melek se encontraba luchando con una situación que amenazaba con socavar todo lo que había construido. La preocupación lo consumía mientras resolvía un problema legal en uno de sus hoteles: la violación de la privacidad de un huésped. Pero este huésped no era cualquier persona; era un miembro de la élite de los lobos, y la forma en que manejara esta crisis podría influir en su posición ante la futura selección del líder de los lobos.

La presión pesaba sobre sus hombros, y aunque intentaba mantener su compostura, su relación con Mike, su pareja, se tambaleaba. Su respuesta seca a Mike había sido un reflejo de su ansiedad, pero una vez resuelto el problema, su corazón anhelaba la reconciliación. Planeó una cita romántica, adornada con elegancia, pero Mike parecía distante, más preocupado por su teléfono que por la compañía de Melek.

Con el tiempo, la distancia emocional de Mike se hizo más evidente, ignorando los mensajes de Melek y mostrando desinterés en compartir momentos juntos. Esta actitud desconcertaba a Melek, acostumbrado a la atención y el respeto de los demás lobos omegas. Se encontraba cuestionando cada acción, buscando signos de su propio error en esta ruptura de conexión.

A pesar de sentir su orgullo herido, Melek estaba decidido a salvar su relación con Mike. Propuso un viaje con los niños de Mike, a pesar de no ser aficionado a los pequeños, como un gesto de compromiso hacia su pareja. Sin embargo, Mike se negó, y Melek trató de comprenderlo, pero le resultó difícil cuando parecía que Mike aceptaba salidas con Noah y los niños.

Las señales de que algo estaba mal seguían acumulándose: el rechazo de los besos, la falta de atención e interés. La frustración de Melek creció, especialmente al ver cómo el amigo soltero de Mike ocupaba un lugar prominente en su vida, mientras él era excluido.

Cuando Mike finalmente buscó a Melek, esperaba una reconciliación, pero, en cambio, se enfrentó a una solicitud de ayuda para proteger a un amigo en otra dimensión. A pesar de la importancia del favor, Melek no pudo evitar sentirse decepcionado.

El encuentro con la bruja que había causado tanto dolor a su madre desencadenó una tormenta de emociones en Melek. La oportunidad de tomar venganza y recuperar algo de control sobre su pasado lo llenó de resentimiento y determinación. Sin embargo, el hecho de que Mike no reconociera su relación frente a su amigo fue un recordatorio doloroso de la brecha que se estaba formando entre ellos.

- ¿Qué sucede? Vamos, dímelo. Tu actitud me tiene cansado. ¿Sigues molesto por ese mensaje que mandé? -acababan de cruzar el portal para regresar a su dimensión.

Pero Melek no se contuvo. Estaba cansado de soportar el comportamiento de Mike.

- No es el momento, estoy cansado. No, quiero... Hablemos de esto... -Melek no lo dejó terminar.

- No, hablemos de esto ahora -Melek usó por primera vez su tono de alfa con Mike-. ¿Por qué no fuiste capaz de decirle a tu amigo que estamos juntos? ¿Por qué actúas como si te aburriera? ¿Por qué tardas tanto en contestar mis mensajes? Vamos, si hice algo, dímelo. Deja de tratarme así -exigió Melek, lleno de frustración. Para él, toda esta situación era humillante; como alfa, no estaba acostumbrado a rogarle a ningún omega por atención.

- ¿Eso acaso es importante? Tú mismo dijiste que debíamos mantener nuestra relación en secreto. ¿Por qué ahora te disgusta que niegue que eres mi pareja? -Mike estaba realmente cansado; su cuerpo no estaba acostumbrado a las transformaciones, ni mucho menos su estómago estaba acostumbrado a lo que había comido.

- ¿Crees que estoy molesto solo por eso? ¿Acaso no estás escuchando lo que te estoy diciendo? -sonrió con amargura antes de continuar-. Esto es ridículo y una pérdida de tiempo -sacó su celular y revisó la hora en él.