5. Control

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Mike

Las semanas posteriores a la discusión con Noah fueron un torbellino emocional. A veces, me encontraba en la calma de la aceptación, deseándole sinceramente lo mejor y anhelando que encontrara la felicidad plena. Pero en otras ocasiones, me sumía en una tristeza profunda, como si hubiera perdido algo irremplazable.

Trataba desesperadamente de borrarlo de mi mente, como si pudiera eliminar los recuerdos compartidos desde la infancia con unos simples clics mentales. Cada risa compartida, cada secreto guardado, ahora actuaban como espinas clavándose en mi corazón. A pesar de mis intentos por distraerme, su imagen regresaba una y otra vez a mi mente.

Mis pensamientos se convertían en laberintos de contradicciones. Una parte de mí deseaba ser el mejor amigo en su boda, estar ahí para Noah en uno de los días más importantes de su vida. Pero otra parte, esa parte egoísta y herida, ansiaba no tener que presenciarlo, evitar sonreír mientras mi corazón se desgarraba en silencio.

Las noches eran las más difíciles. En la oscuridad, mi mente se convertía en un campo de batalla entre la añoranza y la resignación. A veces, me encontraba redactando mensajes que nunca enviaría, confesiones que permanecerán sin respuesta. Otras veces, simplemente me sumía en la idea de un futuro donde Noah y yo éramos algo más que amigos.

Así que, en esas primeras semanas de intentar dejarlo atrás, me di cuenta de que el proceso sería mucho más complicado de lo que imaginaba.

- Buenos días jefe, encontré sus gafas y las dejé en su escritorio- me saludó Lucas.

Contemplé las gafas que había dado por perdidas el día anterior. Las busqué en todos los rincones, pero no logré hallarlas. Me las había quitado solo cuando la hinchazón de mis ojos ya no era evidente, y después, simplemente olvidé dónde las dejé.

- Te las regalo, tómalo como una disculpa por llegar tarde hoy- las coloque en su escritorio para disponerme a trabajar.

- Jefe...

- Dime, Mike- lo corregí.

- No puedo aceptarlas, son muy costosas... son unas Persol.

¿Costosa? Mi madre me compró un set completo de gafas de esa marca cuando le dije que perdí las mías. Vi el precio y digamos que comparado con los otros regalos que suele darme mi madre, es un pequeño detalle para animarme.

- Tómalas o las tiraré.

- No las tire- se apresuró a decir de inmediato- Gracias, muchas gracias- señaló avergonzado.

No acostumbro a utilizar gafas, a pesar de tener problemas de vista; prefiero, simplemente, ignorarlo. Sin embargo, esta rutina de trabajar, llorar por las noches y sumarle la falta de sueño se evidencia en el estado de mis ojos cada mañana.

Mi madre sugirió que comenzara a usarlas, así que me compró un par inicial y, más tarde, un set completo bajo la premisa de que a veces es más sencillo enfrentar la depresión cuando no hay necesidad de dar explicaciones.

••••••

Optar por la indiferencia era la opción más sencilla, y eso fue exactamente lo que elegí. Durante al menos dos semanas, logré mantenerme fiel a mi plan de evitarlo hasta que se celebrara su boda, pero él lo arruinó.

Las puertas de la oficina de Noah se abrieron de inmediato después de que su asistente virtual me otorgara el permiso. Cerré los ojos cuando una mezcla de feromonas alcanzó mis fosas nasales; Noah no estaba solo.

- Hola Mike, lindas gafas- me saludo Josh con el mismo entusiasmo de siempre.

No estaban cerca, pero la oficina apestaba a ellos... era evidente lo que estaban haciendo y no tenía que saber mucho del tema para reconocerlo. Bajé la mirada, deseando evitar el contacto visual con Noah, y terminé observando los anillos de compromiso brillando en sus manos. Mis ojos cayeron involuntariamente hacia mi propia mano, sintiendo la ausencia de cualquier indicio de compromiso, mientras un nudo de celos y dolor se apretaba en mi pecho.

THE GUILTY PLEASURE (CUARTO LIBRO DE LA SAGA AES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora