34. Parte 1: Especial Gunther y Lysander

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Gunther

Nunca he querido ser como mis padres, y no lo digo porque sean malas personas o porque hagan cosas que me desagraden. Realmente he tenido suerte con el hogar en el que crecí. Mis abuelos paternos tenían un restaurante que luego pasó a ser de mi padre. Él era un excelente cocinero y mi madre era muy buena con los números. Su esfuerzo dio fruto y crearon una franquicia exitosa. Incluso, mi padre compartió la idea de negocio con sus hermanos, y ahora todos ellos forman parte de la franquicia, utilizando tanto recetas tradicionales como nuevas, en diferentes partes del mundo.

El camino fácil sería seguir en la cocina, aprovechando todo lo que he aprendido de mis padres para hacerme cargo de una franquicia de restaurantes internacional y ser tan rico como ellos. Podría hacerlo... pero no quiero. Nunca me han gustado las cosas fáciles. Aprendí a cocinar muy joven y lo hice de maravilla con pocos intentos, lo que me hizo perder interés rápidamente.

Mis padres insistieron, pero solo consiguieron que la cocina me resultara más aburrida. Al final, tuvieron que rendirse y dejarme elegir algo diferente para mi vida. Me tomó tiempo decidir qué quería hacer, pero finalmente lo encontré: la docencia. Siempre me gustó explicar cosas complicadas a los demás, lo encontraba entretenido. Cuando mis hermanos no entendían algo en la cocina, yo era quien les explicaba; esa era la única parte divertida de esa tarea.

No quería comenzar a estudiar docencia y aburrirme, así que decidí agregarle más dificultad. A la Licenciatura en Educación Especial le sumé una Maestría en Pedagogía Terapéutica, una especialización en Análisis Conductual Aplicado y un diplomado en Trastorno del Espectro Autista. Estudiar todo eso no fue nada fácil, y ejercerlo aún menos, pero eso era lo que me encantaba.

Trabajé dos años en una reconocida institución educativa pública para niños con autismo. Aprendí mucho en ese tiempo y constantemente enfrentaba desafíos, pero de repente todo se volvió rutinario. Incluso los problemas de los niños se volvieron predecibles. Me comencé a aburrir y a sentirme desmotivado. Quería algo diferente, volver a sentirme desafiado, así que empecé a buscar otras escuelas. Ninguna me convencía, hasta que mi hermana me habló de una institución reconocida en la misma ciudad donde vivía Alec, uno de mis primos favoritos.

Aunque Alec no nació en Alemania y estaba alejado de nuestras costumbres, cuando venía de visita podía hablar de cualquier tema. No era como mis otros primos, cuyo único tema era la comida, los restaurantes y el dinero. Cuando le comenté sobre la posibilidad de mudarme a su ciudad, se emocionó y me ofreció su casa sin dudarlo, aunque no estuviera en ella en ese momento.

No le había dicho nada a mis padres, ya que aún estaba decidiendo si era una buena idea. Nunca había estado tan lejos de casa por mucho tiempo y pensé en renunciar a la oportunidad. Pero luego, mis padres aparecieron con invitaciones a presentaciones de omegas, lo cual simplemente me espantó.

Si hay algo que me aburre más que la cocina, son los omegas como opción de pareja. Soy un alfa; los omegas nunca me han dicho que no y probablemente nunca lo harán. Según mi hermana, soy el partido ideal para ellos: buena familia, dinero y atractivo. Está prácticamente escrito, no hay dificultad. Los omegas hacen fiestas, se presentan a la sociedad y eligen al alfa que mejor les convenga para casarse. Aburrido y fácil, odio esas palabras. No obstante, cuando se trata de alfas, la palabra perfecta para describirlos es complicado. Todo es complicado: no les gusta ceder el control, son dominantes y se supone que solo les deben gustar los omegas. Es difícil hacer que uno de ellos quiera experimentar algo distinto, y eso me gusta.

Así es como terminé aquí. Mis padres lo ven como una huida al compromiso, pero yo lo veo como la posibilidad de buscar nuevos desafíos. Al menos, así lo había visto antes de involucrarme con Lysander Blackwood.

THE GUILTY PLEASURE (CUARTO LIBRO DE LA SAGA AES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora