Perdida en la tentación

La verdad puede ser dolorosa

LONDRES, JUNIO DE 2005.

Hermione había estado cada vez más pensativa en los últimos dos meses e incluso podía considerarse un poco más ausente del trabajo en las últimas semanas, aunque se estaba esforzando mucho por centrarse en ello.

Últimamente, había estado pensando en la posibilidad de que tal vez su relación con Fleur no fuera tan neutral como dijo, y parte de sí misma quería seguir negando que significaba algo.El sexo era increíble, el mejor sexo que Hermione había tenido, y eso era todo, tenía que seguir diciéndoselo a sí misma una y otra vez, convencerse que la otra mujer no le importaba. Pero, hace unas semanas, se le pasó por la mente que tal vez la rubia significaba algo para ella, y en el momento en que apareció ese pensamiento, este solo podía seguir creciendo sin detenerse obligándola a no poder ignorarlo, siendo un pensamiento cada vez más intrusivo hasta que se convirtió en el enorme elefante en la habitación.

Al principio solo era una sospecha fugaz. Las pequeñas cosas son fáciles de pasar por alto. Tal vez la incapacidad de Hermione para lograr un equilibrio con Ron y Fleur tuvo mucho que ver con eso. Desde que las cosas habían empezado a ir increíblemente bien y con fluidez con Fleur, las cosas con su marido empeoraban cada día. Era casi imposible para ella tener una conexión sólida con ambos, y no había encontrado un método para hacerlo de ninguna manera, por lo tanto, cuanto más tiempo pasaba con Fleur, peor se volvía su relación con Ron. Incluso habían llegado al punto en el que el pelirrojo pasaba algunas noches durmiendo en el sofá de la sala de estar durante unos días si los desacuerdos se salían de control, lo que posiblemente era la primera señal.

El pensamiento creció después de una tarde. Mientras Hermione ordenaba sus cosas, encontró entre los documentos que estaba revisando una pequeña nota con una letra muy familiar que se había colocado muy discretamente en su escritorio. La nota decía: "Te ves excepcionalmente hermosa hoy; deberías usar ese atuendo más a menudo" acompañada de una cara sonriente y un corazón. Era raro en sus notas que no hubiera una invitación implícita al sexo en esa declaración, pero desencadenó una deliciosa sensación de calor y hormigueo en su pecho que se extendió a la boca de su estómago. Para evitar dejar rastros de su enlace, Hermione siempre destruía las notas que intercambiaba con la rubia, aunque eligió conservar esta en un viejo libro que se guardaba en uno de los cajones de su escritorio.

La próxima vez que se cuestionó al respecto, se sintió muy frustrada. Había discutido acaloradamente con varios de los abogados con los que colaboraba ya que habían estado debatiendo durante semanas cómo abordar la igualdad laboral mediante el diseño de sangre. No había decretos o leyes que destacaran esos privilegios; sin embargo, la supremacía prevalecía en la comunidad mágica universal sobre los "hijos de Muggle" y otras criaturas. A pesar de este y otros datos y estudios sobre el tema, no pudieron localizar la laguna legal crucial que les habría permitido dar pasos significativos en la dirección de una sociedad más liberada. De cualquier manera, todavía les faltaba un plan. Hermione estaba enojada ya que no habían podido resolver este problema durante meses. Una reunión más finalizó esa misma tarde, y una sensación de fracaso la arrasó de nuevo, Hermione quería llorar de rabia, pero luego Fleur entró por la puerta justo después de que el último abogado saliera de la oficina cerrando la puerta detrás de ella. Bajó las cortinas de las ventanas con un movimiento de su varita mientras caminaba hacia ella, y cuando estaba frente a ella, la sostuvo firmemente por los hombros y colocó tiernamente su frente junto con la más joven. Parecía leer la tristeza y la frustración en su cara.

"Eres la mujer más brillante que he conocido, y sé que encontrarás una manera de averiguarlo porque tengo total confianza en ti y en todo lo que haces..." Ella habló de una manera amable y abierta.

Ella quería oponerse, ya que esas acciones la habían tomado por sorpresa, e incluso si se sentía un poco abrumada, todavía estaba frustrada por su fracaso. "Pero aún no hemos llegado a nada..."