Funeral

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LA MADRIGUERA, MAYO DE 1998.

Estaban reunidos en la casa de los Weasley, envueltos en un ambiente cargado de tristeza y dolor. El día que pasaba había sido, sin duda, el más oscuro que esta familia había experimentado. Solo unas horas antes, habían enterrado a Fred, en una breve pero intensamente dolorosa ceremonia. Su pérdida se había convertido en un golpe devastador para cada uno de ellos.

En medio de la atmósfera abrumadora, Hermione estaba allí, inmersa en su propio dolor y decidida a proporcionar su apoyo y consuelo a Ron en este momento de inmenso sufrimiento. La tristeza impregnaba cada rincón de la habitación, envolviéndolos a todos en su abrazo desgarrador. Fue entonces, en medio de la oscuridad que se desenvolvía sobre ellos, cuando Hermione levantó la mirada y se encontró con los ojos azules de Fleur. En ese momento fugaz, se dibujó un atisbo de entendimiento entre ellos, compartiendo una mirada que transmitía una comprensión mutua profunda y compartida. Intercambiaron una breve sonrisa, cargada de significado, antes de volver a la tarea de apoyar a sus respectivos Weasley.

Ron, sumergido en un dolor, era inconsolable, al igual que Bill, cuyo dolor se reflejaba en cada rasgo de su rostro

Perdida en la tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora