Perdida en la tentación

Problemas en el paraiso

LONDRES, DICIEMBRE DE 2002

"¿Podríamos hablar, por favor?" "No quiero que nos enfademos para siempre; estoy cansado de que discutamos sobre todo", argumentó Ron.

Hermione se negó a hablar con él. Ella se oponía firmemente a hacerlo. Ella había hecho todo lo posible para evitarlo. Habían estado discutiendo sin parar durante las últimas dos semanas, y todas sus conversaciones habían terminado en disputas.

"Realmente, Ron... Estoy agotada, ya no quiero discutir contigo; solo quiero irme a la cama y dormir. Mañana tengo que estar en el Ministerio muy temprano porque tengo demasiado trabajo por delante, y aunque sé que no te importa, es muy importante para mí". Ella exclamó con un poco de cansancio mientras se cepillaba el pelo apresuradamente.

"¿No crees que estás exagerando con tu trabajo?, quiero decir, no me quejo de eso, es solo que casi nunca estás en casa". Esos comentarios habían sonado como una queja.

"Eso es claramente una queja de tu parte; no te digo cuánto tiempo tienes que dedicar a tu trabajo, y ni siquiera estoy involucrado en ello, ¿verdad?" Te dejé muy claro que mi carrera profesional es muy importante para mí, y que la economía de esta casa depende de ella por el momento... Así que no me digas cuánto tiempo debería trabajar o si debería trabajar en absoluto". Ella habló apresurada, claramente agitada. Ella había estado evitando tener que "hablar" con su marido toda la noche, precisamente porque cualquier tema que se planteó terminó en una discusión. Hermione estaba harta de la situación.

"Espera un minuto... Por supuesto me preocupo por la casa en la que vivimos, pero el dinero no lo es todo, y el trabajo no lo es todo en nuestra casa... Hay cosas mucho más esenciales a tener en cuenta; no hemos tenido relaciones sexuales en más de un mes, y ni siquiera hablemos de tener hijos... Ugh, eso está fuera de discusión, ¿porque todo en tu vida tiene que ser un maldito trabajo?" Ron ya había hablado fuera de su mente y se había puesto las manos en la cabeza. Esto lo hizo sentir muy inseguro, y Hermione era muy consciente de ello. El pelirrojo había completado su entrenamiento de Auror, pero sus ingresos todavía eran significativamente más bajos que los de su esposa.

"Por Merlin, Ronald... ¿Te estás escuchando a ti mismo? Este es el momento en el que puedo invertir y hacer crecer mi vida profesional. Hay tantas cosas que quiero hacer y lograr incluso antes de pensar en la posibilidad de formar una familia... Si tenemos hijos ahora, todos esos planes no serán posibles. Cuando nos casamos, te dije que primero quería trabajar, que quería construir algo antes de pensar en una familia, te dije todo esto de antemano".

Hermione estaba claramente perdiendo la paciencia. Finalmente terminó de cepillarse el pelo y caminó hacia la cama. Ron estaba de pie en la puerta del baño medio vestido, y había estado dando vueltas desde que ella llegó a casa hace menos de una hora. Insistiendo una y otra vez en tener esta conversación.

"Escucha, Mione, lo único que quiero ahora es que estemos juntos, que pasemos más tiempo juntos, que hagamos cosas como solíamos hacer; no quiero que el trabajo sea una excusa para no vernos durante días; olvidarnos de tener hijos... Todo lo que quiero es estar contigo".

Antes de que Hermione pudiera meterse en la cama, Ron se acercó detrás de ella, la envolvió en sus brazos y puso su barbilla sobre su hombro... Esto tenía la intención de ser un gesto amoroso, sin embargo, su esposa estaba claramente demasiado exasperada para apreciarlo.

Hermione suspiró, estaba muy enojada con él, especialmente porque se quejó una y otra vez de lo que no estaba funcionando en esta relación. Casi como si el la culpara cada vez. Y tal vez tenía razón, tal vez no; fue difícil de decir en este momento. Hermione no lo había expresado en ningún momento, pero había comenzado a pensar que, tal vez, y aunque todavía lo amaba, se habían apresurado, tal vez había sido un error casarse tan pronto. Tal vez deberían haber tomado su relación con más calma.

Ella no podía culpar a Ron; a veces era adorable y siempre tenía buenas intenciones. Sin embargo, el pelirroja representaba una amenaza persistente para su avance profesional. Ron no estaba de acuerdo con muchos de sus métodos y, posiblemente, lo que más alarmó a su esposa fue su completa falta de objetivos para el futuro (o al menos, así es como lo percibió Hermione)... Todo lo que Ron esperaba de su matrimonio era que se convirtieran en los mismos que sus padres. En algún momento, tener una casa pequeña, muchos hijos y una vida familiar, algo que Hermione sintió cada vez más distante de sus propios objetivos. Eso fue sin tener en cuenta su aventura ilícita de aproximadamente ocho meses con Fleur.

Sí, es cierto que Hermione se había distanciado de Ron. La cantidad de sexo en su relación había disminuido notablemente, no porque a Hermione no le gustara estar con el pelirrojo; ella todavía estaba locamente enamorada de él, y el sexo a veces venía sin esfuerzo. Sin embargo, el sexo con Fleur había sido mucho más agradable y placentero, por lo que sus encuentros con la rubia habían crecido, particularmente en los últimos cuatro meses, por lo que cuando Ron quería estar con ella, normalmente estaba agotada y satisfecha. Así que no podía culpar a él pelirrojo por ser irritable. Eso, combinado con su personalidad libre y desorganizada, que continuamente chocaba con la personalidad controladora y muy ordenada de Hermione, había dado lugar a innumerables conflictos entre los dos en las noches en que ambos estaban despiertos. Hermione seguía preguntándose si así era como se sentía el matrimonio. Ella pensó que eran más felices cuando simplemente estaban saliendo a veces.

"Ron, tú y yo estamos juntos, estoy aquí contigo..." Hermione no lo miró; simplemente habló sin moverse. Parte de ella se sintió terrible porque el pelirrojo se había dado cuenta de su ausencia. Debería poner fin a su relación con Fleur. Eso estaba claramente afectando a su matrimonio,Pero, ¿realmente quería ponerle fin?