LONDRES - OCTUBRE DE 2007
Hoy celebró su séptimo año de matrimonio con Ron. Mientras se preparaba para la noche, Hermione se detuvo un momento frente al espejo, mirando su reflejo con emociones encontradas. Los siete años habían sido un torbellino de altibajos y mucho más de lo que realmente habían sido.
Esta vez, el pelirrojo estaba particularmente animado. Había ido a dejar a Rose, su hija de un año, con Harry y Ginny para cuidarla esa noche. La idea de pasar algún tiempo a solas con Hermione parecía haberlo llenado de renovado entusiasmo. Sobre todo porque los dos se habían dedicado en el último año a prestar la máxima atención a su hija. Todo había estado girando en torno a ella casi por completo.
Había planeado una velada romántica, con cuidado y dedicación. Habían hecho una reserva en el restaurante favorito de Hermione, un lugar acogedor donde habían compartido algunos momentos importantes a lo largo de su matrimonio. Y además, Ron le había asegurado que tenía una sorpresa preparada para ella. Hermione, por su parte, le había comprado una elegante corbata y un reloj, gestos que, aunque tradicionales, en comparación con los que había preparado, parecían pequeños.
Esa noche estaba particularmente inquieta. Los pensamientos corrieron por la mente de Hermione, como si una tormenta emocional estuviera a punto de desatarse. Ron estaba tratando de ser romántico y considerado esta vez, y aunque ella apreció su gesto, su atención se dividió entre la noche y los dilemas que la plagaban.
Habían estado tratando de concebir un niño durante un par de meses. No es que hayan tenido relaciones sexuales tan a menudo, pero en los últimos dos meses, lo habían estado intentando durante un par de meses. Hermione todavía no estaba muy segura de que estuviera tomando la decisión correcta. Parte de ella temía el resultado, temía enfrentarse a la posibilidad de otro embarazo. Su mente lógica le dijo que era el momento adecuado, que sus hijos podían crecer juntos con una diferencia de edad mínima, evitando así el desafío de criar a dos bebés en dos momentos diferentes de su vida, teniendo en cuenta que su lado emocional le recordaba constantemente la necesidad de Rose de tener un hermano o hermana. Hermione se negó categóricamente a dejar que su hija creciera sola, como lo hizo. La idea de que Rose experimentara la soledad que conocía en su infancia era insoportable. Quería darle a su hija una experiencia diferente, llena de compañerismo y amor fraternal. Por lo tanto, la idea de tener otro hijo había arraigado en su corazón como una necesidad apremiante, aunque todavía luchaba con sus propias dudas y miedos.
La psicóloga de Hermione había insistido en que ninguna de esas razones parecía lo suficientemente válida, especialmente teniendo en cuenta que la propia Hermione no parecía mentalmente preparada para enfrentarse a la maternidad una vez más. Tenía algunas cosas importantes que resolver, empezando por ser honesta consigo misma.
Mientras tanto, Ron estaba irradiando emoción por la idea de volver a ser padre, sin mencionar la desbordante emoción de Molly y Ginny. Estaban más que emocionados por la posibilidad de un nuevo miembro en la familia.
Harry, por otro lado, siempre había sido cauteloso con Hermione. Trató de mantenerse fuera, consciente de la complejidad de sus sentimientos y circunstancias. Habían tenido un par de conversaciones al respecto, en las que ambos estuvieron de acuerdo en que el estereotipo de una familia grande y unida era abrumador para ellos. Simplemente no se sentían completamente adaptados a la idea de pertenecer completamente a la familia Weasley.
Después de la emotiva reunión con Fleur, se había desatado una tormenta de dudas en su mente. Ese había sido el final. Se había sentido como un final real. Debido a esto, ella había aceptado la necesidad de enfrentar la realidad, que la había sumertido en la oscuridad emocional. Decidió enfrentarse a sí misma honestamente, consciente de la carga de la información y las experiencias que ahora llevaba consigo. Era hora de seguir adelante, de dejar atrás las sombras del pasado.
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Perdida en la tentación
FanfictionHermione descubre una fuerza imparable que parece atraerla a la esposa de Bill después de una serie de eventos que las llevan a conocerse mejor. Hermione es una persona moralmente correcta y racional pero ¿será esto suficiente para mantener a raya s...