CAPITULO 9

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"Señor, aun no hemos podido localizar a la señorita Black"

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"Señor, aun no hemos podido localizar a la señorita Black". Escucharlo decir eso, agrega mas leña al coraje que llevo sintiendo de hace un par de horas ya, lo único que esta provocando esa respuesta es que la ira tome cada una de las fibras de mi cuerpo con las ganas de despellejar vivo este inepto.

"¿Cómo es que se les pudo perder de vista cuando les estoy pagando para que la cuiden?". Suelto con los dientes tan apretados que fácilmente podría rompérmelos del coraje que me aprisiona en este momento.

"Lo siento mucho señor, he estado aquí todo el tiempo y la señorita no ha salido a ningún lado, el auto sigue en el estacionamiento". Esa declaración de cierta manera me tranquiliza porque eso significa que ella no está en la calle sin vigilancia corriendo cualquier peligro pero me hace preguntarme el por qué no contesta el jodido celular.

"Déjame saber cualquier novedad, en especial, quiero saber quién entra y quien sale de ese maldito edificio y quiero cada media hora una actualización de lo que está pasando y quiero que estén listos para cualquier situación". Le espeto por ultima vez y de inmediato cuelgo.

Soltando un suspiro pongo el celular en mi bolsillo del pantalón y me volteo para ver a mi hermano mirando por el ventanal la lenta caída del sol, puede aparentar estar muy calmado pero su mirada está perdida y yo sé que bajó esa esa fachada de calma esta burbujeando la ira y la incertidumbre y las ganas de salir de aquí.

Porque yo también me siento así.

No puedo creer que se le haya hecho una buena idea a mi reina el no responder, no tiene una idea del infierno que estamos pasando por la incertidumbre, como se le ocurre ignorarnos.

¿Por qué nos está ignorando? Creo que necesita una buena zurra en esas nalgas.

Estamos ahora en la casa del abuelo, me alegro que hubiéramos tenido que venir aquí, porque eso significa que ya todos nuestros tareas en la ciudad han terminado y todas nuestras reuniones de negocio han sido cerradas exitosamente lo cual es un ganar.

Cómo era de esperarse la casa del viejito es bastante llamativa y el cuadro que compró en la subasta he de admitir que se ve muy bien en su sala de estar, no sé qué expectativas tenía al venir aquí pero jamás se me ocurriría que seríamos recibidos de tan elegante manera, pero no me sorprende el que no haya recibido así sólo para proponernos entrar en el negocio una vez mas, al fin y al cabo en el tiempo que estuvimos bajo su ala fuimos los mejores.

Tenemos la tendencia de ser bastantes competitivos lo que significa que ganar es nuestra única opción y eso es algo que el viejito sabe.

Lo conozco muy bien como para saber que el que nosotros nos negáramos a su amable petición no lo haría feliz por lo cual tanto mi hermano como yo venimos preparados para cualquier clase de evento inesperado que pudiera ocurrir.

Tanto mi hermano como yo estamos muy bien entrenados en los diferentes artes de defensa personal y somos muy buenos con las armas, por lo que estamos muy seguros de qué si llegan a intentar lastimarnos no llegarán muy lejos.

TUS COLORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora