CAPITULO 14

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"Amor, ¿Estas bien?, estás muy callada"

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"Amor, ¿Estas bien?, estás muy callada". La voz de Theo me saca de mi ensoñación, mi piel se eriza al sentir como deja un tierno beso en mi cuello y pasa sus manos suavemente sobre mi piel, sacando la espuma que tengo allí, pero prestándole particular atención a mis pechos.

Ni siquiera voy a pelear, siento que me duele hasta el cabello.

"Bueno, es comprensible que esté callada, la dejamos sin energía, es más, me sentiría ofendido si llegase a actuar como si nada paso anoche y esta mañana". Se jacta de manera jocosa Tim y me regresan las ganas de querer ahorcarlo mientras mis mejillas se calientan de la vergüenza.

"Si señor, estoy bien". Susurro en respuesta, no quiero arriesgarme a no responder, ya sé que no me la pondrán fácil y yo en este momento estoy tan cansada, no me había sentido así jamás en mi vida.

Es extraño... jamás se me hubiera ocurrido pensar que había un dolor bueno.

"Mmm... como me fascina cuando respondes así, pero ya no estamos en la cama, nos puedes llamar por nuestros nombres.... Bueno, no, que sea por un apodo cariñoso".  Me sonríe Tim mientras masajea mis pies.

Es tan tentadora la idea de darle una patada en la cara y mucho más cuando recuerdo lo mucho que disfrutó de casi asfixiarme con su pene, vaya que se regodeó de poder estar en mi boca.

Desgraciado...

"De acuerdo". Afirmo con la cabeza, ¿Será que los puedo llamar imbeciles?, pensándolo bien no lo creo, a menos que quiera ser castigada.

No puedo creer que tengo miedo a que me castiguen, se siente súper incómodo que me traten como a una niña pequeña.

Soltando un profundo suspiro me acomodo en el pecho de Theo y los dejo llenarme de masajes, agradezco que esta tina de baño sea tan grande como para que podamos estar cómodos todos aquí.

De verdad que tienen mucho dinero, esta tina pasa por mini piscina sin problemas.

Después de todo lo que le hicieron a mi cuerpo, no me siento con energía alguna de pelear o reclamar.

Pero... reclamar ¿qué? Exactamente, porque no negaré el hecho de que lo disfruté...

No sé cuántas veces estos hombres me tomaron, pero deben ser las suficientes como para en este momento sentir mi vagina en llamas y las nalgas también.

Agradezco que hayan llenado la tina con agua que tiene un delicioso olor a eucalipto y sales aromáticas de baño, me ayudó de inmediato con la molestia.

Ahora, honestamente estoy algo nerviosa, de verdad espero que no intenten nada, de solo pensarlo se me acalambra la vagina, en este momento soy en extremo consciente del miembro erecto de Theo en mi espalda y puedo ver debajo del agua el de Tim también.

TUS COLORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora