CAPITULO 28

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"Y no olvides pedir un batido de fresas mediano"

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"Y no olvides pedir un batido de fresas mediano". Cuelgo la llamada después de hablar con uno de nuestros guardaespaldas y suelto un suspiro mientras me siento en la cama sujetando mi rostro.

Pienso en todo lo que debo empezar a hacer y no lo he hablado con Theo aún, pero lo que me relaja es que, he podido contactar con uno de los mejores joyeros que tiene esta ciudad y organicé una cita para tomar las medidas de los anillos hoy, de igual forma, estoy muy feliz de que nuestro apellido tenga tal peso en la sociedad, como para ser atendidos por una gran organizadora de eventos, de esa forma es mucho más fácil organizar todo para nuestro matrimonio que será lo más pronto y discretamente posible, no voy a permitir que Ayana se nos escurra entre los dedos una vez más.

Paso mi palma sobre las sábanas, todavía sin poder creer que dormí sosteniendo entre mis brazos a la mujer de mi vida, estoy tan extasiado en este momento y caminando sobre una nube tan suavecita, que aquel que ose siquiera a intentar sacarme de aquí lo destruiría sin siquiera pensármelo.

Sonrió levemente y tomo varias respiraciones profundas para evitar que se me haga una erección al revivir la sensación de sus pechos sobre mis manos, lo delicioso que se escuchaban sus gemidos y su rostro frustrado por el orgasmo negado, lo que menos quiero y necesito en este momento es que el amigo raro de mi esposa me devore con su mirada, es la primera vez que voy a admitirlo pero ese hombre me intimida.

Bueno en lo que cabe, esta mañana ha estado bien, comprobamos que lo que decía Yana era cierto, por lo que no tendré que matar a nadie ni lastimar a mi reina.

Por ahora y al menos no por esa razón...

Sintiendo como si un gran bloque se hubiese levantado de mis hombros, me permito relajarme y esperar en la habitación por un rato más, quiero pasar el menos tiempo posible alrededor de ese sujeto, por lo que pude ver se muestra muy honesto con sus reacciones faciales, de todas formas mientras estemos aquí y Theo este allí con ellos, mi mujer está segura.

Me sabe a gloria, ver su cuerpo tan cambiado pero a la vez mucho más atractivo de lo que ya era, el hecho de que los bebés que esta formando en su interior son nuestros, eso es algo que hace que mi mundo se llene de luz y calidez que paraliza, esto es un milagro en si mismo.

Cuanto tiempo estuve sonando con tener una familia, en no ser solo mi hermano y yo contra el mundo, sentir el calor que te envuelve al estar rodeado de personas que te amen, que te apoyen y siento que esto es solo una señal más de la vida de que ella es la mujer correcta para nosotros.

No sé qué hubiera hecho, si esos bebés no hubieran sido nuestros, al menos eso es algo de lo cual ya no tendremos que preocuparnos.

Levanto la mirada cuando la puerta de la habitación se abre y me carcajeo cuando veo el rostro de mi hermano sonrojado y con su sueño fruncido.

"¿Cuando llegaran con nuestras pertenencias?, el amigo de Yana me da miedo, con sus miradas podía sentir como si me estuviera viendo el pene desnudo, como si pudiera ver a través de la tela de la toalla". Lo veo estremecerse y aprieta un poco más a su cintura la toalla y se abraza a si mismo fingiendo un escalofrío.

TUS COLORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora