CAPITULO 26

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Estoy tan abrigada que no quiero salir de mi cama

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Estoy tan abrigada que no quiero salir de mi cama...

Tan delicioso...

Suspiro suavemente y abrazo un poco más mi almohada, es tan cálida que casi podría decir que estoy sobre alguien, las sabanas se envuelven tan bien a mi alrededor que no quiero salir de mi burbuja.

Me dejo envolver por un rato más de los olores del bosque y de la lluvia cuando recién cae antes de levantarme, tengo cosas que hacer hoy,  muevo mi mano ligeramente sobre mi vientre y me sorprende que los niños no se estén moviendo tan activamente como siempre.

Abro mis ojos lentamente y veo piel debajo de mi, de un brinco intento sentarme con el corazón acelerado retumbando en mis oídos, siento de inmediato brazos que se envuelven a mi alrededor.

"Quiero dormir un poco más, solo cierra los ojos". La voz de Theo que reconocería en cualquier parte llega a mis oídos como un susurro desde mi espalda, de inmediato siento como si me hubiesen tirado un balde de agua fría.

Levanto mi mirada y soy sorprendida por el rostro de Timothy frente a mi, sin mostrar ninguna expresión, solo me observa, de inmediato siento las lagrimas llenando mis ojos.

Vinieron a quitarme a mis hijos....

Debí irme más lejos....

¿Encontraron a sus nuevas esposas?, de ser así que hacen aquí.

Dios mio, ¡ayuda!

"Y...yo....que... que están..". Posa su dedo sobre mis labios silenciando mi pregunta media formulada para después limpiar las lágrimas que caen de mis ojos para luego saborearlas en su boca.

Toma mi rostro con su mano derecha y posa su boca sobre la mía, antes de que pueda reaccionar de inmediato soy engullida en un beso que me deja sin aliento, muerde mi labio y por la sensación abro la boca para quejarme, el aprovecha la oportunidad y mete su lengua en mi cavidad y me besa como un hombre desesperado.

Sin poder mover mis manos para alejarlo solo lo dejo hacer, traicioneramente siento como empieza mi cuerpo a preparase para ellos como lo hacia antes, puedo sentir como de mi vagina escurre lubricación.

Inmediatamente siento besos mojados en mi cuello y manos agarrando mis pechos, suspiro envuelta en el placer extraño que estoy sintiendo después de tanto tiempo, no me había masturbado ni nada desde que huí lejos de ellos y ahora me sorprende como mi cuerpo está reaccionando a sus atenciones.

Timothy deja de comerse mi boca para besar mi cuello y dejar chupetones sobre la piel que toca, mi rostro es girado de inmediato por la mano de Theo y me envuelve con sus labios, suelto un gemido al sentir el corrientazo repentino en mi pecho cuando Tim posa su boca y succiona mi pezón.

Lo escucho gemir mientras restriega su erección en mi pierna, lo escucho susurrar sobre mi piel de lo delicioso que encuentra mi sabor y menciona que ya esta saliendo leche de mi busto, de inmediato siento mi cara calentándose.

TUS COLORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora