- No sé quienes se creen que son, pero no tienen ningún derecho de intentar hacer cambios en mi vida, que ni se los he pedido y mucho menos quiero, así que - Con un jalón de cabello que casi me hace perder el balance pierdo el rumbo de mis palabras...
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"Mira que chicos tan galantes te haz conseguido Yana, me hace muy feliz el saber que tan amorosos y respetuosos contigo, no te mereces menos, ya no los hacen así.". La voz de la señora M me saca de mi ensoñación, le hago una mueca como sonrisa reconociendo sus palabras y para no decir nada poso la taza de te en mis labios mientras siento las miradas penetrantes de mis novios.
Si.... novios.... en plural.
Estamos en mi sala de estar, ellos se han vendido como los mejores prospectos del mercado con ella, es tanto así que la señora M no me quiere escuchar cuando le menciono que son unos psicópatas desquiciados y sátiros, si fuera por ellos vivirían enterrados en mi interior.
No sé hasta cuando me durara la fachada de que estoy en mi periodo, sé que ya no se la están creyendo, quiero creer que se conforman con acariciarme y dormir a mi lado por el momento, pero sé que ya no podré seguir con la misma treta.
Bueno, me da paz que mi periodo llego con normalidad, pero no duró lo que siempre suele durar y ademas salió muy rosa, pero me conformo con que me haya llegado, tengo tiempo para buscar la manera de cuidarme a escondidas de estos dos.
Pero aun no me hago a la idea de que quieren "hacerme el amor" como ellos lo llaman todo el tiempo, no lo hemos hecho los tres al mismo tiempo de nuevo, pero pareciera que si, ya que en el mismo día de igual manera los tengo a ambos en medio de mis piernas.
Siguen trabajando pero se toman turnos para ir a su oficina, desde ese evento tan shockeante para mi se han instalado en mi casa, al día siguiente ya no se fueron mas.
Theo se ha hecho adicto a mi vagina, como el me lo ha dicho y yo le creo completamente, parece sanguijuela, una vez que esta allí no me deja a menos que sea un gran desastre llorón y le ruegue que me suelte, solo para lamer mis lagrimas y penetrarme como si no hubiera un mañana y cuando Tim llega de la oficina es otra tortura.
Me deja los pezones al rojo vivo por que no se desprende de mis pechos, incluso cuando me esta penetrando tiene que tener su boca allí, no seré hipócrita y diré que no disfruto de lo que hace, detesto admitir que jamas había sentido ese tipo de placer como el que ellos me proveen.
No importa si estoy durmiendo, en la ducha o como sea, el otro vendrá a tener intimidad conmigo como de lugar, a estas alturas conocen mi cuerpo de tal manera que con una mirada ya estoy erizándome con la expectación de lo que va a ocurrir.
He descubierto que mi cuerpo tan solo en la presencia de alguno de ellos reacciona, no puedo tener la mas mínima brisa de algún perfume con notas de menta que es el que usa Theo por que se me eriza la piel y mis pezones se ponen duros, es incomodo el caminar porque mi vagina en automático empieza a lubricarse, lo mismo con el olor a bosque de Tim, es irritante.
Aun no me acostumbro a ver a los hermanos con ropa común y corriente, a pesar de que llevan ya un mes casi viviendo conmigo, por que me rehuso a simplemente ir a su casa, se que no durara mucho tiempo el que sigan aceptando mi renuencia, porque si ellos quisieran llevarme por los pelos lo harían.
