STUPID WIFE - Lisoo

Treinta y nueve

"El amor es grande y cabe en el breve espacio de besos"

***

Movimientos, rápidos, precisos y sincronizados, como si fuera una jefa profesional. Lisa lo está haciendo mejor de lo que esperaba. Lo bueno es que aprende con facilidad y sabe cómo hacerlo de la manera que le enseñé.

- Puedes cortar un poco más grueso, amor.

Lisa simplemente asiente y vuelve a cortar las fresas. Vuelvo a apoyar mi barbilla en su hombro y le agarro el cuello, estoy en su espalda colgando como un bebé koala, pero mi esposa no se ha quejado ahora, así que probablemente no la estoy molestando. Es sábado y decidimos hacer una tarta de fresa. Lisa insistió en que se encargara de prepararla, pero quería hacerlo como yo lo hago.

- Toma. - Abro la boca para aceptar el trozo de fresa que me ofrece Lisa. Muerdo la punta de su dedo antes de que me lo saque de la boca y sonrío, masticando la fresa y casi suspiro al sentir el sabor maravilloso. - Caníbal.

Termino de masticar la fresa y giro la cabeza para morder el cuello de Lisa, se ríe y balancea un poco su cuerpo, como si quisiera derribarme, pero me agarro a ella con más fuerza.

- Soy caníbal de verdad, pero todo eso es culpa de la esposa caliente que tengo. - Lisa gira la cabeza para mirarme por el rabillo del ojo y esboza una sonrisa como si dijera "no vales nada". - Te quiero... - Susurro y acerco mi boca a su oreja mientras dejo mis manos hasta sus pechos. - Delicioso.

- Traviesa. - Ella susurra en medio de un suspiro cuando aumento la presión de mis manos en sus pechos. Capturo el lóbulo de su oreja entre mis dientes y lo juego, lentamente. - Jisoo...

- ¿Ves? Eres irresistible.

- De esta manera, este pastel no estará listo ni pronto.

- Está bien. - Vuelvo a apoyar mi barbilla en su hombro. - Me voy a comportar ahora.

***

Después de que Lisa, Tae y yo prácticamente devoramos el pastel de fresa - que tengo que confesar, todo fue maravilloso, incluidos los besos que ambos dimos mientras nuestro hijo se bañaba. - fuimos los tres a la habitación de nuestro hijo pequeño, jugando a los astronautas. ¿Por insistencia de Tae? No, quien decidió que íbamos a jugar con esto fue mi esposa, sí, ella misma, la mujer súper madura de treinta años.

Pero me gusta eso en ella. Si Lisa fuera una de esas personas demasiado serias, probablemente los dos no lo haríamos tan bien. Porque seamos reacimos, no soy la persona más madura de la faz de la tierra. Especialmente cuando estoy con mi hijo. Somos el trío perfecto.

Pero pronto seremos un cuarteto.

¿Podría la vida ser más bella que eso?

- ¡Mamá la señora está robando!

- No lo estoy. ¡Tú que no sabes defender tu nave espacial!

Lisa y Tae están debatiendo el uno contra el otro, porque según mi hijo ella lo está robando, y según mi esposa es nuestro hijo quien no sabe defenderse. Me quedé tan sin reacción al ver a los dos pelear como si fueran hermanos, que ni siquiera pude reírme. Pero la situación es realmente divertida. Porque es muy inusual ver a una madre y un hijo discutiendo de esta manera por una broma.

- Ya no quiero jugar.

- Ni yo.

Lisa rebate y cruza los brazos de la misma manera que Tae, los dos tienen la cara embotada y un enorme pico en los labios. Boquiaberta lo niego con la cabeza, sin creer que todo esto realmente está sucediendo. ¡Por Dios! Parecen dos niños. Y hay más, mi querida esposa logra ser peor que nuestro hijo en términos de "berrinchuda".