STUPID WIFE - Lisoo

Cuarenta

"Amo cómo ama el amor.

No conozco ninguna otra razón para amar que amar.

Que te querras que te diga, además de que te quiero,

si lo que quiero decirte es que el destino me ha hecho para siempre amarte?"

*****

Siento que los músculos de sus hombros se relajan poco a poco mientras hago un masaje. Las hormonas del embarazo parecen estar empezando a afectar a Lisa, y cada vez que parece estar demasiado irritada, doy mi camino para que se sienta más tranquila. Descubrí varias formas de mejorar su estado de ánimo.

Y afortunadamente viene funcionando. No se necesita mucho esfuerzo, la mayoría de las veces se contenta con un cariño o un buen masaje. Hoy he optado por prepararle un relajante baño de bañera acompañado de un buen masaje. Y parece estar funcionando de todos modos. Tenemos el jacuzzi, pero quería un lugar más pequeño para poder estar bien pegado an ella.

- ¿También tenía un estado de ánimo tan inestable cuando estaba embarazada?

Pregunto curiosa, escucho algunos huesos de ella resquean mientras hago presión con mis pulgares, su piel suave debajo de mis manos. Lisa suspira, inclinando un poco la cabeza hacia atrás hasta que la tiene en mi hombro.

- Bastante. - Susurró. Los ojos cerrados, el cabello un poco húmedo y la cara un poco rojizo. Todo en ella parecía aún más hermoso que antes. O tal vez era solo yo enamorándome más de ella, si es posible. - Había días en los que dormía con los ojos abiertos para no correr el riesgo de recibir una pulada.

Se ríe un poco, abre los ojos y pronto veo un brillo nostálgico en su mirada. Deslizo las manos hacia adelante, aliso su clavícula y sigo bajando las manos hasta que llegan a los senos de mi esposa. Lisa separa un poco los labios, arfa con el toque de mis manos en sus pezones sensibles. Sonrío a sus reacciones positivas a mis toques.

- ¿Qué hacías para mantenerme tranquila?

Pregunto en voz baja en su oído, siento que el cuerpo de Lisa se endurece un poco. Estoy segura de que está toda con los escalofríos, eso me hace animarme aún más.

- Mucha comida, cariño y... - Se traga en seco cuando les pongo los pezones entre los dedos, torciendo. - Y sexo... Bastante sexo.

- ¿Mucho sexo?

- Sí, mucho. Todo el tiempo, en cualquier lugar. - Su tono casi desesperado me hace reír ligeramente. Lisa está emocionada.

- Creo que puedo usar algunas de estas técnicas contigo también.

- Especialmente la parte del sexo, por favor. - Una sonrisa traviesa aparece en sus labios. Ella no vale nada.

¡Qué cabrón! Ella me está induciendo a hacer lo que ella quiere.

Pero, ¿quién dijo que no puedo jugar también?

- El sexo no te faltará, amor. - Sostengo tu seno izquierdo con mi mano y bajo la otra hacia tu vientre. Paso superficialmente mis uñas en su piel y la barriga de Lisa se contrajo de inmediato. - ¿Te sientes mejor?

- Mucho mejor... - Lisa curva un poco la espalda, observo entre mis pestañas que separa sus piernas. El movimiento hace algunas pequeñas olas en el agua, golpean el borde de la bañera y vuelven al centro. Sonrío, finalmente tocando su clítoris. Mi esposa se desliza un poco, se muerde el labio inferior para no gemir. - Y ahora está mejorando.

Deslizo suavemente mi dedo medio de arriba a abajo, tocándola con extremo cuidado. No es muy cómodo ser masturbado bajo el agua, duele. Así que estoy siendo lo más cuidadosa posible porque no quiero lastimar a mi esposa. Quiero hacer que se sienta bien. Lisa sabe que no voy a masturbarla, estoy siendo muy protectora con ella y con nuestro bebé. Sé que está al comienzo del embarazo y que no hay problema en tener sexo, pero mi subconsciente es más fuerte.