¿Alguna vez te has imaginado casado con alguien que nunca podrías soportar en tu vida?
Jisoo nunca se había imaginado eso tampoco, todo lo contrario. Se suponía que sería solo otra mañana normal, Jisoo se despertaría, desayunaría con su familia, lue...
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"Me agarro a tu velo
Mi dulce y sencilla flor
Buceo ciego en el cielo, la persecución de tu amor
Y nunca te veré como un trofeo
De cualquier competencia
Mucho menos me siento acusado
Por querer tomar tu corazón" -Lisa
El viento helado golpea mi cuerpo, algunos hilos sueltos de mi cabello vuelan frente a mi cara, haciéndome sentir algunas cosquillas en mi piel. El silencio que se cierne por ahí solo me hace pensar cada vez más en todo. Pensar que hace casi tres meses todavía no soportaba a Lisa, pensaba que estaba atrapada en un universo paralelo y que en cualquier momento volvería a mi casa, la verdadera casa. Estaba seguro de que era una adolescente que terminaba la escuela, que toda esa pesadilla era solo un mal sueño.
¿Cómo podría la Jisoo del pasado imaginar que trece años después de repudiar la idea de casarse con Lalisa Manoban se convertiría en algo real en el futuro? Nunca. Si pudiera volver y decirle esto personalmente, probablemente vería un suicidio de mí mismo.
Pasé años de mi vida odiando y repudiando la presencia de Lisa, al principio mi odio era solo porque ella era una idiota. Pero luego comenzó a mostrarse aún más idiota de lo que era, y eso hizo que un odio comenzara a nacer dentro de mí. Simplemente no podía oír hablar de ella ni de su nombre. La presencia de ella en el mismo lugar en el que me hacía tener crisis asmáticas. Todo en Lisa me hacía no gustarla, era como si fuera alérgica a ella. Técnicamente lo era.
Y entonces me pregunto... ¿Cómo hemos venido a parar aquí? Sé que ya me contó sobre nuestro primer beso, pero no me dijo por qué quería alejarme de ella después de eso, además del miedo que debo haber sentido, es obvio. Porque bueno... Ella era como mi enemiga y yo no la soportaba. Por supuesto que me asusté después de besarla, ¿verdad? Y según ella, fui yo quien tomó la actitud para que el beso rodara.
Tal vez sólo quería hacerla callar.
O tal vez Jisoo del pasado quería averiguar por qué las chicas se enamoraban de Lisa.
Puede haber sido curiosidad.
O tal vez, pero sólo tal vez, un poco de atracción.
- ¿No tienes frío?
Oigo una voz detrás de mí, miro a un lado a tiempo de ver a Lisa pasar por la puerta de cristal, dos tazas en sus manos. Sé que es algo caliente, ya que es posible ver el humo salir por la parte superior de ambos vasos. La sonrío, me acomodo en el banco y le doy espacio para que pueda sentarse a mi lado.
- En realidad no.
- Aquí, café con crema, como te gusta. - Me extiende la taza blanca con dibujos de gatitos. Lisa pasa un brazo por encima de mis hombros y me acerca a ella, inclino la cabeza hacia atrás y me apoyo en su hombro. - ¿Qué piensas tanto? Parecía bastante concentrado cuando llegué aquí.
