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EL SEPTO ERA EN REALIDAD UN SIMPLE JOVEN QUIEN CON CIERTOS NERVIOS ESTABA haciendo oficial el compromiso entre ambos Targaryen quienes simplemente escogieron la ropa más elegante que tenían para estos momentos.
Daemon contó cuidadosamente el labio y la mano de Aemma con una hoja bastante afilada de vidriagón y la Targaryen copio su acción siendo incluso mucho más cuidadosa. Con la sangre el príncipe marcó en la frente de la joven "sangre" para luego Aemma copiar su acción, pero marcando "fuego" y así unieron sus manos.
- Una sola carne, un solo corazón, una sola alma, ahora y para siempre - pronuncian al mismo tiempo
Al mirarse a los ojos en seguida unieron sus labios como una manera de sellar lo que estaba sucediendo y declararse marido y mujer, esposo y esposa, fuego y sangre.
Baela y Rhaena miraban con entusiasmo la unión entre ambos para luego aplaudir cuando ambos se acercaron a ellas quienes en seguida los abrazaron muy emocionadas.
- Dulces niñas - susurra la Targaryen besando la mejilla de sus ahora hijastras
- Mi hermano se pondrá furioso cuando se entere - dice Daemon hacia el joven septo quien asiente nervioso - ¿Cuál es tu nombre? -
- Malthus, mi príncipe - responde
- Le agradas a mi esposa, vendrás con nosotros - dice sin más
La princesa encontraba agradable al joven después de todo era muy inteligente además de caballeroso e incluso se podría llegar a decir que bastante tierno debido a su gran facilidad para ponerse nervioso además de su gusto por las mermeladas así que no dudo en querer que fuera él quien podría enseñarle a sus hijastras quienes encontraban al septo divertido.
Cuando regresaron a la fortaleza roja el Rey Viserys ya los estaba esperando y cuando vio a su hermano claro que se enojo ¿Como podían casarse sin siquiera avisar? Desaparecieron durante horas alertando a todos y aun más cuando supieron que un septo también había desaparecido, pero aquel enojo abandono por completo su ser cuando vio a su hija vestida de blanco y por supuesto con una enorme sonrisa mientras caminaba hacia el teniendo entrelazada su mano con Rhaena.
- Majestad - saluda dando una reverencia - Le doy mis disculpas por no haber dado una anticipación sobre esta acción, pero pido que me perdone debido - Pero fue interrumpida
- No hay nada que perdonar, mi papel de padre es a veces incluso más grande que mi papel como monarca así que ven y dale un abrazo a su padre -
En seguida la joven sonríe y obedece dando un gran abrazo a su progenitora que besa la cabeza de su hija contento.
- ¡Aemma! - voltea viendo a sus hermanos
Halaena aplaude contenta corriendo hacia los abrazos de su hermana.
- Hel - la abraza feliz
- Te vez bonita - halaga con una sonrisa
En el abrazo se une Aemond quien simplemente corre hacia su hermana mayor aferrándose a su falda y escondiendo si rostro en la tela.
Cuando era más pequeño también solía hacer eso, siempre estaba en busca de su hermana cada que ella se tenia que ir aunque fuera solo por unas horas cuando la veía de nuevo en seguida se aferraba a las faldas de su vestido como ahora para no dejarla ir.
- Mi dulce hermano - susurra la joven acariciando el cabello del menor
- Aemma - todos volteando viendo a la reina verde
En seguida Daemon camina hasta quedar al lado de su esposa al igual que sus hijas quienes tomaron la mano de la Targaryen.
- Majestad - saluda dando una reverencia
La mujer simplemente la observa para luego caminar hacia la joven y abrazarla con cierta fuerza.
- Mi preciada niña - susurra para luego acariciar la mejilla de la joven - Te vez precioso, como siempre lo imagine -
Aquello hace sonreír a Aemma quien camina hacia los adentros del castillo al lado de su ahora esposo ya que su padre había decretado un banquete y por supuesto a pesar de que ambos ya están unidos eso no impedirá que los monarcas hagan una celebración incluso más grande que la de Alyssa Velaryon y Rogar Baratheon.
A pesar de que era una idea que le agradaba a los ahora casados lo único que les importaba era pasar sus vidas al lado del otro.
- Quiere que se llame Baelon si tenemos un hermano - dice Baela
- ¡No! - grita Rhaena - Mejor Viserys como su majestad -
- Baelon es mejor porque fue el nombre del abuelo -
- Si, pero el nombre Viserys es bonito como el de la reina Visenya -
Aquello hace reír a la pareja, las niñas ya estaban decidiendo el nombre de un hermano que ni siquiera existe.
- Ya discuten el nombre de un posible hermano - ríe la Targaryen
- Ese posible puedo hacerlo realidad - susurra Daemon - Un hermano no les vendría mal e incluso dos o tres -
La joven besa la mejilla de su esposo con suavidad para luego observarlo, esa mirada violeta estaba llena de amor, un amor puros y también con admiración.
- Seré feliz con los niños que tengamos aunque me encantaría darte hasta veinte hijos ¡Un ejército propio! - dice con una sonrisa
Sabía que eso no podría ser posible ya que tener tantos hijos podía ser riesgoso, pero la idea de tener unos bellos niños con la persona que ama es algo que le gusta pensar.
- No necesito un ejército propio, si tenemos un hijo será más que suficiente-
- Mejor que sean dos - opina la joven - Para que Rhaena y Baela tengan a dos hermanos llamados Baelon y Viserys -
- Me gusta la idea -
Ambos voltean viendo como las niñas siguen discutiendo para saber como se llamara su posible hermano.
Halaena quien entra sin hacer ruido se sienta al lado de su hermana para poder abrazarla. Muchos llegaron a creer que la princesa Halaena amaba más a su hermana mayor Aemma que a su propia madre, algo que para lastima de Alicent es real, Halaena sabía muy bien que su madre intenta ser alguien buena para ellos, pero no se comparaba al amor tan natural que recibe por parte de su hermana mayor quien desde el primer día juro protegerla así que le alegraba saber que dentro de poco tendrá a sus dos sobrinos a Baelon y Viserys el fuego y la sangre.
