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RHAENYRA CAMINABA CON RAPIDEZ HASTA LLEGAR A LA HABITACIÓN DE SU HERMANA MENOR quien era preparada por sirvientas debido a que hoy todos los señores de distintas partes del reino le jugarán su lealtad.
Un vestido rojo con detalles negros y blanco, con joyería de la mismísima reina Visenya e incluso de la reina Alyssane, se veía hermosa, pero en sus ojos cuando la ve observa culpa.
- Déjenos solas - ordena hacia las mujeres que con una reverencia se van
- Te vez bella, igual que siempre, tan bella como siempre he tenido que escuchar - habla enojada la mayor - Aemma la belleza de los siete reinos, la gentil, la bondadosa, la de noble corazón, el pueblo la ama, Aemma, Aemma, ¡Aemma! ¡Siempre eres tu! -
Sin darse cuenta había tirado una mesa y con ella lo que estaba sobre el mueble.
》Por una gran parte de mi vida me hicieron a un lado por la idea de un heredero varón, luego por fin obtuve la atención que quería aunque estuviese aterrada, pero luego llegaste tu, luego Aegon y esa atención fue hacia ustedes dos, pero luego fue hacia ti siempre que hablaban sobre ti eran para halagar lo que eres mientras que a mi me perseguían rumores y a mi hijos, luego fue Daemon, no iba a caer tan bajo para pelear por un hombre así que me dio igual, pero ahora me quitas lo único que me queda que es el trono ¿Qué más quieres de mi?
Esperaba ver lágrimas en los ojos de su hermana e incluso que pidiera su perdón, pero en cambio solo la vio ahí quieta escuchándola atentamente.
- Todo lo que acabas de describir no fue culpa mía - Aquello la dejo callada - No fue mi culpa que las personas me pusieran atención, que Daemon me amara o que padre me nombre ahora su heredera, Nyra yo te amo mucho, eres mi hermana, pero estas acusación en mi contra no son culpa mía
》Nunca trate de quitarte la atención que te merecías, de hecho yo deseaba tu atención, quería ser como tú y aun ahora yo te amo con todo mi corazón Rhaenyra, no importa lo que hagas yo te defenderé por eso mismo trate de convencer a padre, pero el estaba decidido así que lo único que quiero es que tu me sigas queriendo y se que es algo difícil de pedirte debido a la situación así que solo te pido tu cariño, no hoy o mañana solo lo quiero de vuelta otra vez algún día.
Recordó por un momento el desprecio que sintió hacia Aemma cuando ella era a penas una bebé, la habían nombrado como su amada madre y su padre le había hecho todo un banquete al igual que ordeno tocar las campanas durante todo el día en forma de celebración debido a su nacimiento.
Estaba celosa, toda esa atención para una pequeña bebé, pero luego esa bebé creció y al dar sus primeros pasos fue hacia ella, Aemma caminaba hacia ella para poder abrazarla o esconderse detrás de sus faldas siempre con esa sonrisa dulce que la caracterizó, en busca de su atención o cariño e incluso cuando nacieron sus hijos ella la buscaba e incluso se hizo responsable de ellos siempre besando sus mejillas o dándole postres a escondidas cuando estaban castigados.
Aunque pudiese no podía odiar a Aemma por completo, ella nunca demostró algún indicio de querer hacerle daño, no, ella era su dulce hermana menor que solo buscaba en ella su cariño así que con lágrimas en sus ojos se acerco a la menor abrazándola.
- Lo siento, mi dulce hermana ¿Como pude hablarte de esa manera? - dice entre lágrimas
En seguida siente como su hermana la abraza con fuerza, como cuando era niña.
- Esta bien si no te agrado ahora, yo también estaría enojada si estuviera en tu lugar Nyra - susurra - Jace heredera el Valle, Luke seguirá siendo el heredero de Drifmark y Joffrey siempre tendrá las puertas abiertas para lo que necesite -
Aquello hace que Rhaenyra sonría ya que al final sus hijos seguirán con un futuro brillante.
》Y había estado pensado solo si tu quieres al igual que con la opinión de Lord Corlys y de la princesa Rhaenys que Lucerys se case con Rhaena, cuando sean mayores claro.
- Si, eso sería maravilloso - sonríe Rhaenyra secándose las lágrimas - Te vez hermosa -
Aquello hace que Aemma sonrisa, siempre ha escuchado cuando halagan su belleza física, siempre se aburre de los mismos comentarios, pero con quienes ama siempre es un cumplido que acepta ya que ellos no lo dicen solamente por su aspecto si no también por su corazón y eso es algo que ama.
- Mi princesa - las sirvientas entran con el príncipe Baelon en brazos
El bebé vestía de los mismo colores que su madre y en sus pequeños dedos anillos de oro con un pequeño rubí.
- Mi dulce niño - sonríe la Targaryen menor tomando entre sus brazos a su hijo mayor
Besa con delicadeza una de sus mejillas rosadas ocasionando su risa cosa que contagio a todos los presentes.
- Se ve adorable - comenta Rhaenyra
- Si lo deseas podemos arreglar un lugar en la corte para ti - propone Aemma
- Si, eso sería bueno -
- Ya es hora princesa - interrumpe la sirvienta
Aquello hace que ella asienta con la cabeza comenzando a caminar por los pasillos del castillo mientras tiene a su primogénito en brazos, se sentía muy nerviosa por todo lo que estará a punto de pasar, algo que jamás creyó que le sucedería ya que ella en realidad es casi la décima en la sucesión del trono así que nunca creyó posible que algún día se sentará ahí donde Aegon el Cosquistador, Aenys Abominación, Maegor el Cruel, Jahaerys el Conciliador y su padre Viserys el pacífico se han sentado, ahora ella será la próxima en sentarse en ese trono hecho por mil espada.
Cuando era pequeña siempre quiso sentarse ahí, quería saber que se sentía, pero nunca se atrevió a nada, pero ahora tenía todo el derecho de hacerlo porque es la heredera del trono de hierro, la próxima reina de los siete reinos.
