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A PESAR DE TENER YA CINCO PRECIOSOS HIJOS Y DOS BELLAS HIJASTRAS QUE CONSIDERABA SUYAS jamás olvido a sus hermanos menores quienes aún parecían sus patitos detrás suyo.
- Sigo sin entender porque son tantos - habla Aegon refiriéndose a sus sobrinos
- No finjas que no te agradan, siempre estás con Maegor fomentando su feroz comportamiento - dice Aemma con un bordado entre manos
Helaena quien estaba a su lado le mostró su bordado provocando que su hermana mayor sonría en señal de aprobación.
- Supe que madre te habló sobre posibles compromisos para nosotros - interrumpe Aemond sefiriendose a Aegon y él mismo
- Así es - afirma la mayor - Sin embargo le dije claramente que hasta que alguno de ustedes tenga intenciones de casarse podré hacer oficial algún tipo de arreglo, pero mientras tanto se quedarán así-
- Yo también quiero - Aegon se asusta al ver la repentina aparición de su sobrina mayor - Quiero montar con el tío Aemond -
En nombrado rueda el ojo, no era que no le agradará sus sobrinos, después de todo eran los hijos de su querida hermana, pero le era molesto que siempre interrumpieron sus momentos a solas.
- No puedo - interrumpe el Targaryen - Iré a entrenar con su padre -
Sin más sale de la sala algo molesto.
- Yo puedo llevarte Visy - dice Halaena amablemente
- Gracias tía - agradece la menor para luego voltear hacia su madre - ¿Por qué el tío Aemond no nos quiere? -
- No digas eso mi niña - Aemma acaricio la mejilla de su hija - Claro que los quiere, simplemente está concentrado en algo más -
- No nos quiere porque te quitamos tiempo con él - murmura la princesa
Desde que Visenya aprendió a hablar parecía que ella sabía más de lo debido, como si algo o alguien le susurra al oído diciendo los secretos más oscuros de los demás.
- Iré a hablar con él ¿De acuerdo? - ambos niños asienten con la cabeza
La mujer comenzó a caminar por los pasillos en busca de su hermano menor, sabía sus lugares preferidos e incluso los pasillos donde iba ya que odiaba toparse con tantas personas inecesarias así que conocía los caminos mejor que nadie.
Fue cuando sintió como alguien la jalaba y al voltear lo encontró ahí, en uno de los pasillos menos habituales para todas las personas del castillo, ya que este tenía varias vueltas y casi no entraba luz solar así que era muy tétrico.
- ¿Por qué estás molesto? - pregunto sin rodeos
- Estoy celoso - confesó - Antes solo eramos nosotros contra el mundo, pero ahora son todos esos niños y realmente me agradan, pero preferiría que no sean tan dependientes de ti -
- Aemond, mi querido hermano - habla con tranquilidad la mayor - Esos niños son mis niños, estuvieron en mi vientre durante nueve lunas, los alimente de mi pecho, consolé sus llantos, bese sus mejillas y los amo así que es normal que sean así, son solo niños -
- Pero siguen siendo molestos -
- Son mi responsabilidad porque son míos, eres mi hermano y te amo, pero ya no eres mi responsabilidad; ya eres mayor de edad así que tienes mucha más autosuficiencia que ellos - dice con seriedad - Son niños, obviamente son dependientes de mi ya que soy su madre -
- ¡Y tu eres mi hermana! - grita furioso
- Exacto, soy tu hermana como lo es Halaena, Aegon o Daeron - murmura viéndolo hacia su ojo - Sabemos cosas que nuestros padres no saben, como lo que ocultas debajo de tu parche -
El príncipe quedó en silencio para luego sentir como su hermana acaricia su mejilla.
》 Tengamos una hora del té cada tarde después de que me reúna con el consejo, estoy segura que a Halaena también le gustará además de que Daeron vendrá de visita - propone
Sin más la princesa se aleja de ahí dejando a su hermano pensativo ya que se sentía un tanto egoísta, pero ¿podían culparlo? Aemma parecía muchas veces más una madre que una simple hermana mayor y era porque su madre a pesar de amarlos no fue el mejor ejemplo a seguir o su manera de dar cariño era cuestionable, en cambio su hermana lo amo con tanta devoción que seguía siendo imposible despegar ese lazo de cuando era un simple niño llorando por no tener un dragón y su hermana lo abrazaba prometiendo que algún día tendría uno.
- Mami - Aemma voltea viendo a su hija Visenya quien corre hacia ella para luego abrazar con fuerza la falda de su vestido, como sus hermanos menores - Cambie de opinión, quiero ir contigo a volar -
La mujer simplemente sonríe para luego cargarla entre sus brazos y besar con ternura una de sus mejillas.
- Mi dulce niña - sonríe contenta
Sus hijos sin importar el orden eran del reino, después de todo eran hombres y Baelon algún día será Rey, Viserys quiere ser mano del Rey o una especie de archimaestre en cambio Maegor quiere ser un caballero todos ellos sirviendo al reino y ella los verá con un gran orgullo.
Pero sus hijas será suyas, de ella y de Daemon así que si desean casarse que así sea sin importar que hombre sea e incluso mujer ya que son sus adoradas niñas y el mundo será lo que ellas quieren que sea.
- Te quiero mami - susurra la princesa con una dulce sonrisa
- Y yo te amo a ti, mi dulce niña -
Los caballeros no pudieron evitar sonreír cuando veían como la princesa Aemma tenía entre sus brazos a la princesa Visenya y es que era muy bien sabido que cada hijo del matrimonio de ambos Targaryen eran niños de papá y mamá.
Nota de autor.
Hola gente bella, bueno espero que les haya gustado el capitulo y bueno ya publique la historia ganadora que ustedes eligieron que publique otra este mes.
Y no se preocupen las otras si se publicarán, pero a su tiempo así que agradezco a cada uno por su votación y vayan a darle un vistazo a la nueva historia.
