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AEMMA ACARICIA EL CABELLO CASTAÑO DE ALYRA QUE SE CONVIRTIÓ EN SU PEQUEÑA dama de compañía, aunque más que eso ahora era una hija más como lo era Visenya quien mantenía su cabeza en su estómago ya abultado esperando escuchar alguna patada por parte de su nuevo hermano o hermana, ella deseaba que fue una niño y que se llamara Maekar o a decisión de su madre la reina viuda Alicent, que se llamara Baelor.

- No entiendo como puedes soportar todo eso - Aemond la observa por el marco de la puerta

- A penas si tengo una parte de los hijos que tuvo la reina Alyssane - responde

Aemond se sienta a su lado mientras observa a ambas niñas que estaban tendidas en el regazo de la reina, por un momento pensó en él mismo cuando era niño y lo único que deseaba era la atención de su hermana mayor.

- Mi reina - Ser Criston dio una reverencia al entrar - El consejo pide su presencia, se movilizarán al salón de a lado para su comodidad -

- Gracias Ser Criston - sonríe la mujer

En seguida Aemond toma sus manos mientras la ayuda a ponerse de pie, su embarazo ya estaba demasiado avanzado y se estimaba que dentro unos días podrá dar a luz así que obviamente el príncipe ayuda a su hermana a avanzar, incluso vio a los guardias detrás suyo estar atentos a cada paso de daba la reina.

Sean nobles o gente común, todos amaban a la reina Aemma que se preocupaba por todos en el reino siempre dispuesta a ayudar donde se pueda e incluso cuando pueda ser peligroso.

- Sobrina - dice Gwayne sumándose a la ayuda

- Estoy bien - afirma la reina aunque pronto cierra un poco los ojos con fuerza al sentir un dolor familiar

- ¿Majestad? - pregunta preocupado un guardia

Uno, dos, tres, cuatro, cinco y ahí estaba el dolor, de nuevo una cuenta de seis y ahí estaba de nuevo el dolor así que estaban comenzando las contracciones.

- Llamen al maestre y díganle al consejo que la reunión se pospone - ordena

En seguida los cuatro hombres la llevan hacia la habitación más cercana para que pudiera acostarse, las parteras en cuanto llegaron la ayudaron a desvestirse para quedar solamente en camisón mientras trataban de relajar el cuerpo de su reina.

- Ya paso por esto otras cinco veces mi reina - anima una de ellas masajeando los hombros de la Targaryen

Aemond como Gwayne nunca antes habían estado tan presentes en el labor de parto como ahora, así que en cuanto escucharon las primeras quejas en seguida se quedaron al lado de la Targaryen quien era animada por el maestre para que comenzará a pujar, cerró los ojos con fuerza mientras sentía como las lágrimas salían de sus ojos y el olor a sangre comenzó a inundar la habitación.

- Uno, dos y ¡Puje! - gritan las parteras

En seguida obedece mientras soltaba varios quejidos debido al dolor que sentía en esos momentos, como algo quería salir de ella aunque a pesar de sus esfuerzos estos fueron en vanos provocando que comenzará a llorar debido al dolor como la frustración del momento, había dado a luz ya cinco veces y cuatro de esas veces fueron seguidas ya que tuvo mellizos.

- Mi Aemma - la nombrada alza la mirada encontrándose a Daemon quien en seguida la abraza

- Esta doliendo demasiado - susurra aferrándose a su brazo

- Yo estoy aquí, yo te cuidare - murmura el Targaryen besando su mejilla

- De nuevo debe de pujar majestad - anuncia el maestre

De nuevo Aemma obedeció, no entendía porque ahora era tan doloroso, no recordaba que fuera así entonces soltaba quejidos como lágrimas cada que pujaba a pesar de que tenía a su esposo, tío y hermano a su lado como a varias mujeres atendiendo su ya cansado cuerpo le seguía siendo una tortura así que fue un gran alivio el escuchar un llanto.

- ¡Un niño! - grito el maestre

En seguida soltó una risa de satisfacción en cuanto lo tuvo entre sus brazos, tenía la imagen de un Hightower y por un momento recordó a un propio abuelo a excepción de que sus ojos eran de color violeta, un violeta puro así que sonrío besando las manos de su hijo.

- Es encantador - ríe Gwayne al notar todas las facciones Hightower que poseía el recién nacido

- Baelor - murmura Daemon acariciando la mejilla de su hijo

Aemma no pudo evitar llorar de felicidad, era un niño más, un dulce niño que amara con todo su corazón y está vez podrá ser totalmente suyo.

Sus dos hijos mayores eran del Reino ya que servirán en un futuro, sus hijas si ellas van a querer se casaran o serán señoras de grandes fortalezas mientras que su hijo sería un pupilo o un caballero, pero Baelor será suyo, no tendrá más responsabilidades que asistir a clases así que será el niño de ella como él de su esposo.

- Es nuestro Daemon - murmuró feliz

- Si, es solo nuestro - ríe el Targaryen besando la mejilla de su esposa - Dulce Baelor -

Antes de que Aemma pudiera decir algo más un quejido salió de su boca alertando a todas haciendo que el maestre la revise nuevamente.

- Viene otro - avisa ocasionando que todos se alarmen

Él bebé fue retirado de los brazos de su madre para ser entregado a los brazos de su tío abuelo, mientras que Aemma de nuevo soltaba más quejidos llenos de dolor mientras soltaba varias lágrimas que inundan sus ojos y pudo sentir el olor intenso de la sangre que salía de su cuerpo e incluso de un momento a otro pudo escuchar un grito ocasionando que sonría débilmente.

- ¡Una niña! - gritaron las parteras

Se sentía terrible, no podía soportar nada y eso lo noto su esposo que comenzó a llamarla, sin embargo, de lo cansada que se sentía no llegó a responder ocasionando que todos en la sala entren en pánico así que con ambos bebés llorando por el calor de su madre estos fueron llevado a otra parte mientras los médicos se quedaban con su nueva Reina para poder ayudarla, su pobre monarca perdió más sangre de lo habitual ocasionando que se desmayara así que solo necesitaba descanso al igual que una buena alimentación.




❝ 𝐓𝐡𝐞 𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐬 ❞ ▬▬▬▬▬ ❝ 𝐇𝐎𝐓𝐃❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora