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LA CASA TARGARYEN ESTABA REUNIDA EN UN GRAN SALÓN PARA COMPARTIR UNA CENA entre todos, sin embargo, para Aemma eso era distintos así que al ver a todos reunidos en el mismos lugar se levantó de su asiento llamando la atención de todos.
- En esta mesa están las personas que más amo en este mundo y ese mismo amor me movió a hablar esta noche - comienza viendo a todos - Se que incluso antes de mi nacimiento hubieron fracturas en esta familia, hasta el punto donde varios de nosotros nos hicimos daños sin cura alguna, así que hoy les pido no como una reina, sino como su madre, esposa, hija, tía, hermana, sobrina o nieta que ustedes algún día puedan hablar y pedir perdón por estas heridas, la casa del dragón debe estar unida porque solo nosotros somos capaces de destruirla -
Todos se quedaron quietos en su lugar pensando en las palabras de la ahora reina así que Aegon se levantó teniendo la atención de todos.
- Perdóname hermana, se que nunca he sido el mejor hermano para ti e incluso llegue a insultarte así que te pido perdón por todo el daño que te he hecho - dice con completa sinceridad y sin estar ebrio cosa que hizo sonreír a Aemma
De pronto movido por la cariñosa mirada de su hermana al final Aemond se levantó.
- Rhaena - la llamo - Baela, ambas fueron tomadas como hijas de mi hermana así que les pido perdón al no respetar la memoria de su madre Laena Velaryon cuando reclame a Vhaegar, al igual que haberlas insultado tanto a ustedes como a mis sobrinos -
- Nosotras sentimos haberte golpeado esa noche - dice Rhaena con suavidad
- Estábamos enojadas y tristes - revela Baela
- Perdóname Aemond - ahora habla Lucerys - Por tu ojo, estaba asustado y era un niño -
- También fui culpable - admite el Targaryen - Los insulte, al final ustedes probaron tener sangre de dragón en sus venas y como dije, fue un cambio justo -
- No, no lo fue - dice esta vez Jace - Eras un niño, como todos nosotros y ninguno debió dañarse de esa manera esa noche así que nosotros aceptamos tus disculpas y esperamos que tu aceptes las nuestras -
Aemma estaba sonriendo orgullosa de esa gran paso entre los jóvenes, así que las madres conmovidos por las palabras de sus hijo se levantaron, Alicent inició.
- Quisiera empezar pidiendo disculpas a Rhaenyra, antes de todo esto eramos amigas y fueron lindos recuerdos que aun tengo conmigo, además quiero pedir disculpas a mis hijos... Yo se que nunca fui una madre perfecta e incluso los llegue a dañar como enviar a Daeron lejos, pero quiero que sepan que siempre los he amado con mi alma y siempre lamento cada que los daño - habla la mujer
En seguida Rhaenyra se levanta de su asiento.
- Aun recuerdo todo muy bien, espero algún día ser como éramos antes, unas buenas amigas y te pido perdón por haber estado ignorandote durante tanto tiempo es que estaba tan perdida en mi propio sufrimiento que no alcance a ver que tenia apoyo - sonríe con suavidad tomando asiento
Aemma voltea para ver a su esposo que estaba callado.
- ¿Qué? - pregunta - Dijiste que algún día y ese día no será hoy -
La joven reina simplemente suelta una pequeña risa ante las palabras de su esposo mientras que los más jóvenes se veían entre sí sorprendidos al descubrir tantos secretos familiares.
- Esta noche no quiero celebrar como ahora reino, quiero celebrar entre mi familia - levanta su copa - Quiero brindar por todos ustedes, porque los amo -
Todos levantan sus copas y beben de ella con una sonrisa, de un momento a otro el ambiente se volvió cálido entre risas compartidas como historias que hicieron reír a todos al recordarla, era un momento familiar entre ellos y les encantó.
- Y cuando eramos niñas le presente a Syrax a Alicent y ella grito asustada ante el rugido que escucho, recuerdo que por poco una de sus patas se quedó atorada en una de sus trenzas - cuenta divertida Rhaenyra
Aemma soltó una risa sonora, una idéntica a la de su padre al saber esa historia de su madre y por supuesto su risa fue acompañada por sus hermanos como tío ante la posible imagen.
- En mi defensa era la primera vez que veía un dragón - ríe Alicent levantándo sus manos
- Eso no es nada, recuerdo que había una historia donde cuando nacío Caraxes el Rey Jahaerys intento acabar con él ya que se veía como una serpiente debido a su cuello largo y su chillido - cuenta Daemon
- Y pensar que casi te quedabas sin dragón, padre - murmura Baelon bebiendo jugo de naranja
- Y sin cabello una vez - murmura Baela haciendo reír a Rhaena como Aemma
- ¿A que te refieres? - cuestiona Helaena
- Cuando Visenya tenía unos cuatro años tomó la daga de padre que estaba dormido entonces se sentó en su espalda y a penas corto el primer mechón cuando Rhaena y yo entramos - explica la chica
- Maegor ya se estaba comiendo el cabello de padre - revela Rhaena
- Estuve meses con el mismo peinado para disimularlo - susurra Daemon
En seguida Visenya sonríe orgullosa, no lo recordaba, pero estaba feliz de saber sus travesuras de cuando era pequeña.
- Debo de admitir que tuve miedo - murmura Gwayne - Por momentos creía que Aemma y Daemon iban a repoblar la capital, pero veo que solo tuvieron cinco maravillosos hijos -
En seguida la pareja se observa.
- ¿Qué ocurre? - cuestiona Alicent
- Bueno... - murmura Aemma - Habíamos hablado con el maestre hace unas semanas y... ¿Como decirlo? -
- Aemma y yo tendremos otro hijo - sonríe Daemon orgulloso
Seis niños... seis niños y por lo menos no estaban viviendo solos como en Roca Dragón ya que seguramente en esos momentos ya tendrían muchos más niños corriendo por los pasillos del castillo, en seguida Visenya frunce el ceño ¿otro hermano? Ya tenía demasiado con sus dos hermanos mayores como sus hermanos menos, solo esperaba que el niño o niña fuera igual a ella como lo es su hermano Maegor, no soportara no tener a un compañero de aventura.
