¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
AQUEL VESTIDO TAN BELLO FUE REEMPLAZADO POR UN CAMISÓN DEL MISMO color y arriba de esta una bata para no sentir frío ya que esa noche extrañamente se sentía más fría de lo habitual así que con cierto nervio entre a la habitación donde Daemon ya la estaba esperando sentado en la cama.
- Mi amada Aemma - susurra
La joven sonrío acercándose hasta quedar al frente del hombre quien en seguida tomó su cintura para poder abrazarla y dejar su rostro recargado en el abdomen de su esposa quien acariciar su cabello con suma delicadeza.
》¿Como alguien puede ser tan hermoso? Siempre me pregunto eso cada que te veo, sentí tanto amor hacia ti cuando te vi y este día sentí tanto deseo por estar contigo hasta el amanecer e incluso quedarnos en esta habitación encerrados por una luna.
La joven se sonrojo ligeramente, pero aun así sonrío para luego tomar el rostro de su esposo entre sus manos para que pueda verlo a los ojos.
- Mi querido esposo - susurra acariciando su mejilla para luego besar sus labios con cariño
- Déjame ser tuyo esta noche - pide el hombre entre el beso
- Solo si yo soy tuya para siempre-
- Lo serás- promete con una sonrisa - Ahora déjame saber que tan buen jinete eres -
Aquello la hace reír mientras se une una vez más a un beso lleno de pasión con el Targaryen. Hay muchas conjeturas para saber que sucedió esa noche entre ellas y quizás la preferida de todas era la versión de champiñon quien relata como el príncipe Daemon reclama la castidad de la princesa Aemma quien a pesar de verse sumamente dulce soltó tantos gritos esa noche que cualquiera podría sorprenderse además de que no quedó satisfechas con solo una vez si no que ambos disfrutaron su noche de bodas como lo hicieron sus antepasados Baelon y Alyssa.
✩ • ○ 🌷 . * ° ༄ 🌪 . • ° 🪽
DAEMON OBSERVA COMO SU QUERIDA ESPOSA SE VE TAN ANGELICAL ENTRE LAS SABANAS de la cama como si una noche antes no estuviera jadeando su nombre y pidiendo cada vez más hasta estaba seguro que con esa noche ya habrá dejado al menos un posible bebé en el vientre de la Targaryen quien descansa plácidamente entre los brazos del peliblanco.
- Daemon - voltea viendo a la mujer quien abre con lentitud sus ojos
- ¿Sucede algo mi amada Aemma? -
- ¿Podemos quedarnos aquí? No quiero salir de la cama -
De nuevo, aquellos preciosos ojos violetas que lo miraban directamente y eso bellos labios que beso incontables veces ya.
- Todo lo que desees te lo voy a cumplir -
Aquello hace sonreír a Targaryen quien dejó su cabeza descansar en el pecho del hombre notando varias marcas que no había visto.
- ¿La guerra? - pregunta suavemente tocando las marcas con la punta de su dedos
- Así es, además de mi entrenamiento y algunas locuras que hice cuando era joven -
Aquello hace sonríe a la joven quien pone toda su atención en las marcas que hay en el cuerpo del hombre.
- Quiero desayunar con las niñas - suelta
- Creí que querías estar todo el día aquí-
- Así es, pero también quiero a las niñas aquí-
Sin más el hombre ordena a la servidumbre que limpien la habitación mientras que la princesa simplemente escoge un vestido azul bastante simple ya que ese día deseaba estar cómoda al lado de sus niñas.
- ¡Aemma! - gritaron ambas cuando la vieron
- Mis dulces niñas - sonríe la nombrada besando la frente de ambas - ¿Durmieron bien? -
- Si, aunque Baela ronca un poco - comenta Rhaena
- Mentirosa - acusa la mayor
- Mentir es malo ¿Verdad Aemma? -
- Así es, pero decir cosas que general vergüenza a otra persona también lo es -
- Cierto, lo siento Baela -
- Esta bien Rhaena -
Realmente Daemon esperaba tener algún hijo con Aemma, si ya era así de maternal con sus hijas y hermanos menores entonces quería saber como seria con sus propios hijos.
La veía tan bella ayudando a Baela para cortar una mandarina mientras que le prestaba atención a Rhaena quien le contaba sus sueños.
- Mi príncipe - saluda Malthus dando una reverencia - Princesas -
- Buenos días Malthus - saluda contenta Rhaena
- ¿Sucede algo? - pregunta Daemon
- Los príncipes Jacaerys y Lucerys quieren saber si sus clases podrían unirse con las de las princesas Baela y Rhaena -
Aquello emociona a las menores quienes voltean hacia los mayores para saber su opinión.
- Me agrada la idea, creo que seria bueno si las niñas conviven con los príncipes ¿Qué dices querido? -
- De acuerdo, pero que no haya alborotos-
- ¡Si! - se emocionan las niñas - Gracias -
Las menores se apresuran a comer para luego tomar la mano del joven septo quien con cierta vergüenza camina al lado de ambas.
- Adiós papá - se despide Baela
- Adiós mamá - dice Rhaena
Aquellas palabras hacen que la joven deje a un lado la fruta que consumía solo para sonreír emocionada cuando la dulce Rhaena la llamo de esa manera.
- ¿La escuchaste Daemon? Me llamo mamá - dice emocionada
- La escuche - afirma viéndola con admiración- Es solo cuestión de tiempo que más niños te llamen de esa manera -
- No es la primera vez - informa la Targaryen - Cuando Aemond era pequeño solía llamarme madre-
El hombre la observa para luego besar su mejilla con delicadeza.
- Podríamos repetir la noche para asegurarnos que un bello niño o niña te llame de esa manera más seguido - susurro ahora besando su mandíbula
- Pero primero debes de comer - advierte la princesa
Con eso recibe una uva en su boca provocando que sonría, no solía sonreír mucho, pero con Aemma era todo sumamente diferente ya que mostraba ese lado suyo tan sentimental que no le había mostrado a otra mujer, hasta ahora ya que su corazón lo tiene aquella bella mujer con vestidos en tonalidades pastele, que ama las perlas, con una sonrisa brillante y que por una extraña razón tiene un encanto tan marcado que logra que cualquiera sonría o que tenga las mejillas rojas por un simple cumplido o una dulce sonrisa.
Ama a Aemma, más de lo que llegó a pensar así que esperaba compartir una vida realmente largo con la joven Targaryen quien robo su corazón.
