Cap 40

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Darío

Miro atentamente a Marina hablar con mi yegua mientras explica a la veterinaria como se a estado sintiendo esta semana.

-¿Inchazon?

-Si se incha.

La veterinaria observa detalladamente a la yegua y yo miro atentamente cada detalle, Marina lleva como siempre una gorra hacia atrás, una camiseta negra y un peto vaquero corto enseñando sus piernas blancas.

-Seguramente a ingerido algo que le a sentado mal, me voy a poner tratamiento a ver si lo devuelve y recupera pronto.

Marina asiente y me sonríe cuando me posicionó a su lado uniéndome a la conversación.

Ben

Estoy en el gimnasio de la casa entrenando y Keyli leyendo a mí lado, hemos decidido conocernos ser amigos y su compañía me hace bien.

-¿Que haces esta tarde?- le pregunto haciendo que ella parate la vista de su libro para mirarme algo avergonzada.

-Iba a cuidar a mí hermano pequeño, seguramente iríamos al parque ¿Quieres venir?

Suspiró para negar con la cabeza antes la pregunta.

- No puedo tengo que atender unos asuntos y papeles ya que mis padres no están.

Ella asiente compresiva y vuelve su mirada al libro y yo continuo con mi entrenamiento.

(...)

Al acabar el entrenamiento me dirijo a la ducha donde Keily me espera afuera, salgo ya bien vestido con unos vaqueros y una sudadera blanca. Ella me observa y se posiciona a mí lado de puntillas para tocarme el cabello.

-Perdon-se disculpa- es que tenías un menchon apuntando hacia arriba.

Yo me sonrió y le posicionó un beso en la mejilla y noto como el color de sus mejillas se vuelve de un rojo suave.

Vamos caminando juntos hacia su casa ya que quiero acompañarla y así paso más tiempo a solas con mi mate, es preciosa sin dudas y su sonrisa hace que me llene de felicidad.

-Gracias por dejarme pasar tiempo contigo.

-Queria conocerte...y bueno ya sabes que eres mi mate y solamente quería pasar tiempo contigo me pareciste una persona maravillosa desde el día en que te conocí no pensé que acabaríamos siendo...mates- le admito.

Ella asiente pensantiva sin comentar nada más haciendo que empiece a ponerme nervioso, noto como su mano se entrelaza con la mia pero su mirada sigue en el camino.

-Ya llegamos- anuncia.

Yo asiento para despedirme de ella con un abrazo y un beso en la cabeza.

Mi loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora