Mi lobo

Cap 23

Ralphael

¿pensar cualquier cosa por estar conmigo?

Esta mujer me desespera, no sabe cuantos años he esperado por qué nuestras bocas se rozaran o el simple hecho que me dejase apoyar mi mano en su pierna.

Escucho el portazo de mi casita y supiro.

-Ella volverá se le cae la baba por nosotros- dice mi lobo todo seguro.

-Espero... Pero tenemos que encontrar la maldita forma de quitarme esto, quiero besarla sin sentir está presión en el hombro sin que me duela- digo enfadado.- mañana voy a la biblioteca otra vez algún libro de hechizos encontraré.

-Bueno... Esperemos que tengamos suerte, ten encuenta que has estado 16 años buscando en la biblioteca y no hemos encontrado ninguna solución...

Suspiro frustrado por qué es cierto, llevo 16 años buscando algo que me ayude con esta marca, me he pasado tardes enteras leyendo libros sobre magia, hechicería y magos... Magos que hace mucho tiempo no habitan a qui en esta manada.

Hace mucho tiempo que desaparecieron junto a elfos y mil criaturas más por qué se extinguian, los humanos los encontraron siglos atrás y se saciaron de la magia de ellos para sus propios deseos, lo que causó que se escondieran los pocos que quedaban.

Hace tiempo pensé en matar a Mara por semejante condena que me puso, pero leí que si mato a la mujer que me marco como suyo podría yo también morir... Aunque no la haya marcado yo estamos medio unidos, me acosté con ella, me marco y me hizo perder lo que más amo.
Me da asco saber que una noche la pasé con ella me repugna, tantas mujeres en la manada y la pasé con ella.

Bianca

-Bueno...- digo mirando aún a Eros comiendo gustoso mis frutas del bosque- tengo que volver a casa ¿Te encuentras mejor?

Sus ojos grises se encuentran con los míos y sonríe, tiene la nariz un pelín manchada... Con mi pulgar se la limpio haciendo que el me mire confuso.

-Tenias una mancha pequeña por las moras.

El asiente y se levanta para posicionarse a mi lado.

- te acompaño a tu casa y te ayudo a coger más frutas de camino.

Yo asiento y nos ponemos rumbo a mi casa los dos juntos.

(...)

La mayoría del camino la pasamos en silencio y cuando Eros metía algunos frutos en mi cesta de comía otros pocos.

Me fijé en su pelo castaño y como se le iluminan los ojos al comer los frutos del bosque, le gusta bastante.

Keily

Me vuelvo a colocar en la mesa de la biblioteca esperando al príncipe... También conocido como Ben.

Saco mis apuntes de clase, esta vez no vengo con la intención de leer... Tengo que estudiar gastronomía.

La puerta de la biblioteca se abre y veo a Ben con su pelo negro apuntando a todos lados, un chandal color crema muy lindo y unas deportivas negras.

Me mira y sonríe de lado, se acerca, coge la silla de mi lado izquierdo y se posiciona en ella.

-¿Que tipo de lectura es esta?- me pregunta curioso.

-Una escolar.- le digo sonriendo-¿Te interesa?

El duda para responderme con un no, coge un cuaderno y se pone a pintar en el mientras yo estudio es muy buena compañía.