Julietta
Todos salen hacia el bosque en su forma lobuna siguiendo a mis hermanos descontrolados.
Miró a la dirección en la que se fueron y siento que me miran, giro mi cabeza un poco hacia mi izquierda donde veo a Raphael haciendo que la curiosidad me llene.
-¿Que haces aquí?-pregunto.
-Me quedo a cuidarte.
Su comentario hace que ruede los ojos y baje del escenario con cuidado para pasar por su lado y ir entrando a la mansión y como era de esperarse el detrás mío.
Me quedo pensativa mirando la cocina ya que no haya señal de nadie.
-Todos se transformaron en la ceremonia.
-Todos menos tú- le recuerdo.
¿Por qué estoy a la defensiva? A ver Julietta piensa, no pasó nada es el mejor amigo de tu padre y tú una niña que se encaprichó con el simple.
-Quise cuidarte, quedarme a tu lado no es tan difícil de creer- dice está vez más fuerte.
Suspiro con molestia para que el me escuche y me giro ya que hasta ahora le di la espalda, le analizó con la mirada descaradamente, me da igual si lo nota, me fijo en su traje negro, una corbata de color azul oscuro y unos zapatos formales. Se parece a los guardias salvo que más fuerte pero sin exagerar, su pelo peinado un poco pero sin echarlo todo para atrás dándole un toque menos formal.
Vuelvo a subir mi mirada a sus ojos los cuales no me pierden de vista y al final se acaban encontrando con los míos haciendo que baje la vista y me de media vuelta para dirigirme a mi cuarto.
Raphael
No le puedo decir que no me puedo transformar por qué mi lobo quiere estar junto a ella... En una noche así, la tengo para mí solo y lo único que hago es decirle que estoy para cuidarla y dejarla irse.
Cojo agua de la nevera y me siento en el sofá supongo que me quedaré a qui hasta saber cuándo... Me pongo alerta al escuchar los pasos de Julie bajando por la escaleras, aparece en mi campo de visión con ropa de deporte, una camiseta y unos pantalones cortos.
-¿Que haces así vestida?
Ella rueda los ojos y coje un Bolt de palomitas y se sienta a mí lado en el sofá pero con las piernas cruzadas como indio hacia mi dirección.
Me mira mientras come las palomitas haciendo que yo tragué grueso ya que me pone nervioso.-Empieza- dice de la nada.
-¿Que empiece con que?-le digo más extrañado de lo normal.
-Ya sabes el chisme...La parte en la que me cuentas qué me has puesto los cuernos cuando aún no sabías de mi- dice metiéndose una palomita a su boca y dándome pie a que comience.
Pestañeo varias veces para comprobar que esto es real...¿Es una broma?
-¿Así de simple?
Ella asiente y sigue comiendo sus palomitas tan tranquila.
-Si quieres que te lo explique debes parar de comer y esto es serio joder Julietta, no es broma, por qué lo que sucedió no me hizo gracia y tu te lo tomas de una forma tan diferente.-le frustrado- se trata de nosotros.
-No hay un nosotros- me dice sería.
-Si hay, desde el momento que me besaste Julie.-le informo haciendo que porfin suelte las palomitas y me mire más seria- hay un nosotros desde que rozaste mis labios y los disfrutaste...siempre hubo un nosotros pero yo pensé que jamás sucedería y te di tiempo. Pero ahora lo hay y no vas a cambiar eso.
Le aseguro a lo que ella solo se limita a mirarme más dura mente.
-¿Sabes que?
Me cruzo de brazos esperando a que diga algo.
-Te odio- me dice para besarme.
Sin duda yo también la odio y mucho.
Pienso mientras la beso y ella se acomoda mejor en mis piernas para estar encima mío, coloco mis manos en su espalda notando como se eriza su piel.
Y de la nada cuando me estaba sintiendo en el mismo cielo me da una torta en la mejilla haciendo que me quedé tonto mirándola aún teniéndola encima mío.
-¡Te digo que te odio y me sigues el beso!- Me reclama haciéndome estar más confuso.
Veo como su pecho sube y baja descontrolamente y la acerco a mi para volverla a besar y al separarme recordarle algo importante.
-Si me odiarás no me besarías ni me buscarías.
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Hola querid@s lectores, debo deciros que feliz navidad.
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Mi lobo
Kurt AdamSEGUNDA PARTE DE: MI MATE, UNA BETA. Julietta,Ben, Eros y Darío el futuro de la manada son ellos cuatros hijos de la diosa luna, Beth y Adam les dieron la vida pero no siempre podrán protegerlos como ellos desean sus pequeños. Deben aprender a servi...