𝓞𝓝𝓔𝓢𝓗𝓞𝓣 // 𝖑𝖆 𝖘𝖔𝖈𝖎𝖊𝖉𝖆𝖉 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖓𝖎𝖊𝖛𝖊

Matías Recalt

Bueno, quiero recordar que hay actualización del fanfic de Agustín Pardella, que todo empieza a tomar forma.

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𝐎𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐬

Matías admiraba a Adela, se conocían desde hacía años y siempre se había sentido atraído hacia ella. No sabía que era que lo hacía sentir así, era tal vez por su belleza, por la suave voz de la chica, por todos los días que lo invitaba a su casa a comer pasta, fuera como fuera Adela lo tenía loco.

El chico se hubiera lanzado a pedirle a Adela que saliera con él si no fuera porque eran mejores amigos, de esa clase de amigos con los que te crías y cuando presentas a otra persona dices: Este es X, somos amigos, pero en realidad es como mi hermano. Adela nunca había presentado así a Matías, pero el chico temía que Adela no le correspondiera, de vez en cuando tenía pesadillas recurrentes con el tema, él declarándose ella rechazándole y la amistad perdiéndose, el hecho de perder a Adela aterraba a Matías, con lo cual optó por nunca declararse y empezar a vivir la vida.

Al poco tiempo Matías conoció a Malena, era mayor que él, pero no le importaba lo hacía reír y tenían una buena relación, sin embargo, Adela perecía no soportar a la nueva pareja de su mejor amigo.

-Adela, dale, solo es ir a cenar-Le decía el chico-.

-Si, pero es ir a cenar con Malena, y ya sabes que no nos llevamos bien-Le dijo Adela-.

Matías negó: - Seremos más, además de que vos a Malena le caes rebien, no sé qué problema tenes-.

Adela negó encogiéndose de hombros.

Era evidente para todo el mundo, excepto para Matías que lo que le pasaba a Adela eran celos, uno grandes celos hacia la mujer que acompañaba a su mejor amigo. Estos celos solo provocaban grandes discusiones entre los dos amigos haciendo que su amistad se fuera deteriorando.

-Mati, por donde andas? -Le pregunto por teléfono la chica-.

-Perdón Dela, estaba acá con Malena y se me paso el tiempo-Dijo con un tono frustrado-.

-Siempre con Malena-Dijo con un suspiro exasperante Adela-Estuve esperándote en el cine como una hora, ni un mensaje Mati-.

-Perdón Dela, solo nos ha pasado esto una vez, perdóname-Suplicaba Matías-.

-Mati estoy harta, quédate con Malena y olvídate de mí-Exclamó finalmente la chica finalizando la llamada-.

Matías se quedó anonadado mirando el teléfono, asumiendo que su peor pesadilla se había hecho realidad, había perdido a Adela. Se vistió lo más rápido posible y fue a ver a Adela.

Adela hacia un rato que había llegado del cine, se había puesto su pijama más cómodo y estaba en la sala de estar con una botella de vino abierta, mientras bebía tratando de ahogar las penas lloraba. Sentía que Matías la había reemplazado porque ella no podía darle otras necesidades, y eso simplemente hacía que perdiera poco a poco su identidad, con cada sorbo del vino se hundía más y más en un intento desesperado se suplir el vacío que Matías dejaba en su corazón.

El chico llego a la puerta de la casa de la chica, era una puerta de madera, algo antigua que siempre había desprendía un aura mística, con el corazón latiendo más rápido normal Matías llamo a la puerta.

-Quién es? -Pregunto Adela al otro lado temiendo encontrarse a Matías al otro lado-.

-Adela, soy Mati, abrime la puerta, quiero hablar-Dijo Matías-.

-Vete! -Le gritó Adela-.

-Adela, por favor-Suplico de nuevo el chico-.

Finalmente, ante las suplicas del chico Adela abrió la puerta y dejo pasar al chico.

-Quería hablar con vos, pero parece que vos ya estás hablando con la botella-Dijo Matías viendo el vino-.

-Sos el último que podría echarme algo en cara por beber-Le recrimino con palabras punzantes Adela-.

Matías asintió: -Siento mucho lo que paso hoy Dela-.

-Yo no, mantengo lo que dije, vos escogiste a Malena, entonces quédate con ella-Dijo la chica con los ojos llenos de lágrimas-.

-Dela, como podés decir eso? -Pregunto Matías-.

-Porque me siento abandonada Matías, desde que Malena está en tu vida ¡yo no existo! -Le gritó Adela rompiendo en llanto-.

Matías al darse cuenta del estado de la chica trató de acercarse a ella, pero Adela lo frenó.

-No Matías, que tiene ella que no tenga yo? -Le pregunto-.

-Malena es mi pareja-Dijo el chico defendiendo a la mujer con la que compartía su vida-.

-Ese es el problema Matías! ¡Que me siento desplazada porque yo quisiera estar en el lugar de Malena! -Le gritó de nuevo-.

-Que decís? -Le pregunto Matías-.

-Que pelotudo que sos! ¡Lárgate de mi casa! -Empezó a decir Adela-.

Esta vez Matías si pudo acercarse a la chica para besarla, cosa que calmó a Adela.

-Que haces Matías? -Dijo Adela cuando se separaron-.

Matías la miró fijamente: -Se que lo que acabo de hacer esta mal, pero yo te quiero a ti, llevo años esperando este momento-.

Adela se quedó sin palabras y solo pudo seguir mirando a Matías a los ojos.

-Adela te quiero a vos, sin otras personas-Aseguró Matías-.

-Sin otras personas? -Le pregunto la chica-.

-Sin otras personas-Sentenció Matías-.

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