𝓞𝓝𝓔𝓢𝓗𝓞𝓣 // 𝖑𝖆 𝖘𝖔𝖈𝖎𝖊𝖉𝖆𝖉 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖓𝖎𝖊𝖛𝖊

Tomás Wolf

Bien, aquí os dejo este pedido de Tomás Wolf, espero que os guste, especialmente a la persona que hizo el pedido.
Pequeño informativo de datos innecesarios pero que cuento siempre, me he tatuado como un copo de nieve, es un tatuaje súper lindo y si queréis más info solo tenéis que preguntar.

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𝙼𝚊𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚗𝚎𝚖𝚒𝚐𝚘𝚜

En los sets a veces pueden saltar chispas. Chispas de los focos rotos, chispas de amor, o chispas de enfado.

Por algún motivo que todo el mundo desconocía Tomás y Leah se habían jurado un odio mutuo, desde el primer instante en que supieron de la existencia del otro se odiaron. Lo que sorprendía a todo el mundo pues jamás habían hablado con anterioridad, era como si una fuerza exterior, casi proveniente del universo, los empujará a ambos a odiarse.

Una de las estilistas, Montse Ribé, cosía con ahínco a mano los botones de un traje, a su lado Leah cosía con cuidado los hilos dorados de una gorra vintage de aviador.

-Deberías dejar de enfadarte tanto con Tomás- Comentó la mujer con una leve mueca-.

-Él debería dejar de molestarme tanto- Respondió la joven-.

Montse negó con una pequeña sonrisa, dejando que Leah terminará su trabajo en paz, sabía que la chica debía presentar las prendas en su curso de estilismo para aprobar las prácticas.  Leah agradeció la paz momentánea que tenía sin los actores revoloteando a su alrededor pidiendo arreglos en su vestuario, suspirando zurcia con cuidado la gorra dejándola casi impecable.

En el set, rodeado de nieve y con un estómago casi vacío Tomás refunfuñaba por lo bajo que no tenía su gorra lista, esto no le afectaba mucho pues aún no tenía escenas con ella puesta, pero era culpa de Leah y si tenía que ver con Leah, el actor se tomaba el derecho a quejarse.

-Bo, deberías dejar de quejarte tanto, la mina hace lo que puede-Dijo Matías doblando las mangas de su camisa-.

-Es cierto, es una buena chica y muy eficiente-Comentó de igual forma Esteban mientras jugaba con el bajo de sus pantalones-.

Tomás negó levemente:-La gorra ya tendría que estar lista, así que no es eficiente y mucho menos buena chica. Es una enana enojona-.

-Y vos un orejudo-Contestó Matías riendo-.

Muchos de los allí presentes en el frío paisaje rieron cálidamente ante el comentario del más joven.

Cansado de ese hecho Tomás fue a las salas de preparaciones, atravesando lugares llenos de cámaras y maquillaje, finalmente llegó a la infame sala donde se encontraba la chica de sus pesadillas.

Montse al ver al actor lo saludo amablemente sin embargo se retiró de la sala abandonando a los dos jóvenes a su suerte.

-¡Necesito la gorra!-Exigió el chico-.

-Si yo también estoy bien me alegro de que preguntes-Dijo sarcásticamente la chica-Para tu suerte la he terminado hace unos minutos-.

Leah se levantó de la cómoda silla donde cosía a mano, y se dirigió a la mesa donde había dejado hacía unos instantes la buscada gorra, muy cerca de ella Tomás la siguió tratando de arrebatarle el objeto.

Al darse la vuelta la chica se encontró con la presencia del chico, Tomás se encontraba tan solo a unos centímetros de ella y se acercaba más para tratar de recuperar aquello que lo ayudaba a meterse en el papel.

-Necesitaré la gorra de vuelta cuando terminéis las grabaciones de hoy, si no es molestia-Dijo Leah en casi un susurro-.

Dada la cercanía de ambos Leah se quedó embobada admirando los ojos de Tomás, eran de un tono verdoso que brillaban con cierta particularidad.