Agustín Pardella

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Se que llevo tiempo sin publicar nada, espero que me disculpéis pero entre la universidad y todo no me da la vida, pero bueno, yo feliz porque dentro de nada voy al concierto de Rocco, y el tatuaje que me hice ya esta curado y hecho del todo. ¿Alguien más de aquí tiene algún tatuaje?

Por cierto este es como el segundo oneshot creo que se rompe un poco el estigma de que los chicos del cast sean actores, esto es un oneshot donde Agustín es un Lord de la era victoriana, espero que os guste.

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𝐸𝓃𝓉𝓇𝑒 𝓁𝒶 𝓈𝑒𝓇𝓋𝒾𝒹𝓊𝓂𝒷𝓇𝑒 𝓎 𝑒𝓁 𝒶𝓂𝑜𝓇

Era el año 1844, un año clásico lleno de revolución. Había bastantes trabajos y toda la época victoriana parecía ser la era definitiva, todo estaba lleno de romanticismos y las calles burbujeaban con efusión al arte.

Aunque en las clases más pudientes tal vez no era la mejor vida, muchas mujeres terminaban cuidado de sus múltiples hijos solas dada las altas muertes de los hombres en las fábricas, muchos niños sufrían de envejecimiento prematuro además de ser irreversiblemente analfabetos.

Por eso Violeta, una chica con un marco pequeño, pálida por la falta del sol y de ojos azulados cristalinos, buscaba trabajo como sirvienta en alguna casa de alto rango, era de los pocos trabajos dignos que podían conservar las mujeres y como huérfana necesitaba valerse por sí misma.

Al ser una mujer sana con buenas referencias pronto fue aceptada en una gran casa, aunque el solo residente fuera un Lord que aún no se había casado, en la casa había un ama de llaves, un par de mucamas, cocineras y un mayordomo, según el Lord no necesitaba a nadie más.

Violeta entro a la casa por la parte de atrás ya vestida con su uniforme, un elegante pero sencillo vestido negro de algodón, su delantal blanco con un poco de puntilla lucía bien en contraste con sus oscuras ropas. Llevaba el pelo recogido en un moño apretado y decoraba su cabeza con una cofia blanca a conjunto con el delantal.

Pronto la clase trabajadora de la casa noto su presencia y la invitó a entrar a la estancia. Violeta paso a la estancia, era un pequeño comedor, con una mesa de madera servida con el desayuno de aquel día, a pesar de que el sol no terminaba de salir la estancia estaba bien iluminada y era calentada por una chimenea de ladrillo donde calentaban la leche con una pequeña cazuela de acero.

- ¡Ha debes de ser la chica nueva! -Espeto amablemente una mujer rubenesca de cabellos rizados- Soy Margaret la cocinera, pasa y siéntate hay tostadas con aceite para desayunar-.

Violeta accedió, siendo esa comida la primera que probaba tras muchos días sin poderse permitir un pedazo de pan seco.

-El señor nos comentó de tu entrada, y de que te encargarías de sus estancias principales-Comentó una mujer más mayor esvelta y con facciones duras- Soy la señora Ramos la ama de llaves-.

-Es un placer conocerlas y poder estar aquí-Contestó casi murmurando la chica-.

Pronto un hombre mayor de edad similar a la ama de llaves entro a la sala, pidiendo su café con leche. Vestía un frac elegante pero útil para trabajar, además lucía con algo de orgullo un bigote robusto bien cuidado y mantenido.

-Se dará usted cuenta de que el Lord no es un hombre complicado, pero le gustan las cosas bien hechas, si usted como muchas otras no hace bien su trabajo ser irá de aquí con una referencia decente-Explico con increíble formalidad-.

Violeta tragó saliva algo asustada: -Espero estar a la altura, no me asusta trabajar y haré lo posible para agradar al señor-.

El hombre pareció complacido con la respuesta, al igual que los otros miembros de la servidumbre.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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